Marta Francés, plata en los Paralímpicos de París, sobre la brecha de género: “No me ha cambiado nada, no puedo vivir del triatlón sin patrocinios”
Varias mujeres relacionadas con el mundo del deporte aseguran que la desigualdad salarial entre hombres y mujeres en el gremio sigue siendo demasiado grande
![Marta Frances plata en los Paralímpicos de París](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CJFJ7AWHIZESJE6KSXKSD5Z2CE.jpeg?auth=11bc3ba0fd60f39b00cf525422b92b0e08b714689cf8efad50e0a2daa5c34ba4&width=414)
Los últimos datos sobre igualdad salarial entre hombres y mujeres dentro del deporte en España son desalentadores. En algunos como el fútbol, ellas ganan un 744% menos que sus compañeros hombres: mientras las mujeres tienen un salario mínimo reconocido de 22.500€ en Primera División, el de ellos asciende hasta los 190.000€. Otro ejemplo es el baloncesto, donde los contratos en la liga femenina duran siete u ocho meses y —tanto en el baloncesto masculino como en el femenino existen contratos de corta duración—, muchas jugadoras se ven obligadas a buscar otro trabajo cuando terminan sus acuerdos al final de temporada si no encuentran otro equipo durante ese periodo de tiempo. Su ficha no les da para sobrevivir el año entero. Marta Francés, ganadora de la medalla de plata en triatlón en los Juegos Paralímpicos de París 2024 y actual campeona del mundo de su disciplina, asegura que las condiciones salariales son nefastas: “La medalla no me ha cambiado nada, no puedo vivir del triatlón sin patrocinios”, dijo este jueves en un conversatorio sobre la brecha salarial en el deporte celebrado en la sede del Ministerio de Igualdad en Madrid.
A la charla acudieron varias mujeres relacionadas directamente con el mundo del deporte que han contado, desde sus experiencias, lo grande que sigue siendo la brecha salarial entre ambos sexos, aunque aseguran que poco a poco se ven brotes verdes. Sobre todo, en los datos de audiencia que arroja ONU Mujeres: “Siete de cada diez personas ven deportes femeninos varias veces al año”. Esto supone un 73% frente al 81% que aseguran ver deportes masculinos con frecuencia.
El deporte femenino lleva varios años en auge. La cobertura mediática de ellas se ha triplicado desde 2021 (aunque solo suponga el 16% del total) y, por primera vez en la historia, en los pasados Juegos de París compitieron el mismo número de mujeres que de hombres, 5.250.
![Amanda Gutiérrez (i) y Laura Torvisco (d) este jueves durante el conversatorio en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GOHV4YB6MNCILKZHUQTCX5TPAA.jpeg?auth=c662843523151c5ea4676405570f770a792f8cb783f34160367cffa3987ae053&width=414)
Las deportistas siguen rompiendo barreras, aunque el mayor problema se encuentra en los puestos de dirección, en las estructuras federativas y de los clubes o ligas. De las 66 federaciones que hay en España, solo una está presidida por una mujer (la de baloncesto, Elisa Aguilar). “Es súper importante tener a gente cualificada en los cargos, necesitamos dirigentes que tengan esa perspectiva de género”, dijo Amanda Gutiérrez, abogada y presidenta de Futpro. Laura Torvisco, exjugadora de fútbol y entrenadora de Primera División, opinó igual que Gutiérrez: “Un hombre no puede imaginar cómo he vivido yo el deporte. La perspectiva que yo he tenido no la han tenido ellos, no pueden entenderlo. Eso es lo que falta en los altos cargos”, aseguró.
![Lucila Pascua durante el conversatorio este jueves en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6FMEJKMCJZE45JDNSWELB3H22Y.jpeg?auth=a593f024af10a5112a5e1bb4c799d43aa16d3e9367a47c711629b3e637753ee6&width=414)
Convenios colectivos necesarios
La escasez de convenios colectivos en muchas disciplinas y la falta de profesionalización de las ligas inciden en la existencia de acuerdos discriminatorios que impiden a las mujeres deportistas vivir de su trabajo. En fútbol, Amanda Gutiérrez explicó que llegaron a un acuerdo con la patronal para la aprobación del convenio colectivo tras una huelga posterior a la entrega de medallas en el Mundial de fútbol de 2023 en Australia. “Las futbolistas tuvieron que ceder a nivel salarial para tener otra serie de mejoras a nivel social, como que se pueda volver a jugar tras el embarazo, tener acompañamiento tanto físico como psicológico durante esos meses o que la futbolista pueda tener botas gratuitas de parte del club, ya que es su herramienta de trabajo y son caras”.
En baloncesto, el convenio colectivo se renueva cada año desde 2023, como afirmó Lucila Pascua, exjugadora profesional de baloncesto y presidenta de la Asociación de Jugadoras (AJUB). El pasado 25 de julio de 2024 se implantaron nuevos artículos imprescindibles para las deportistas. “Desde 2023 hemos ido avanzando poco a poco. Ahora el club tiene que garantizar la continuidad de la jugadora en la disciplina del equipo cuando esta se quede embarazada. Además, si la jugadora lo desea, una vez que se haya quedado embarazada, el equipo le asegura el derecho de conciliación y un año más de contrato [esto sí lo tenía el convenio de fútbol, pero en el baloncesto los clubes no lo quisieron aceptar hasta ahora]”, afirmó Pascua.
En el caso de las entrenadoras, no tienen convenio colectivo. “Nosotras estamos mucho peor”, afirmó Laura Torvisco. “Ver a una mujer entrenar en Primera es imposible, en Segunda también es imposible y, en Tercera, es casi imposible”, sentenció. Otro dato de ONU Mujeres sustenta este hecho: Solo uno de cada cuatro puestos de personal técnico y de entrenamiento en la alta competición son mujeres. “Es una forma de vida que te obliga sí o sí a compaginarlo con otro trabajo, porque las condiciones son muy precarias”, concluyó Torvisco.
Un “pozo” del que es muy complicado salir
“No es una brecha, es un pozo”, espetó Lucila Pascua este martes en referencia a la desigualdad salarial. En pleno siglo XXI, para muchas mujeres es muy difícil vivir del deporte y siguen existiendo grandes diferencias. “En triatlón nos costeamos todos los viajes. Un hombre en mi deporte sí tiene los patrocinios de la bicicleta o de los viajes a los torneos. Yo no. No me están valorando mi trabajo como al de mi compañero, que también ha conseguido una medalla. Para mí es impensable costearme el año entero”, dijo Marta Francés.
Patricia Campos, expiloto de la Armada Española y entrenadora de fútbol, aseguró que se fue a Estados Unidos en 2010 para poder vivir de ello. “Me tuve que ir porque tenía que comer y era imposible vivir aquí como entrenadora. Volví en 2019 y habían cambiado cosas, pero no tiene nada que ver con lo que se vive allí, que puedes dedicarte al fútbol y vivir bien”.
Todas las ponentes en el conversatorio admitieron la necesidad de cambios, por ejemplo, en la aplicación de la Ley del Deporte y la apuesta real por la paridad en los órganos de gobierno federativos. La educación con conciencia de género es fundamental, así como seguir dándole apoyo y visibilidad desde los medios al deporte jugado por mujeres. “Si en tu casa no te hablan de que una mujer puede ser deportista y encima puede vivir de ello, nunca lo valorarás”, concluyó Campos.
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