Jakob Ingebrigtsen suma dos nuevos récords mundiales a su colección

Relajado, casi tranquilo, sin crispaciones, por favor, Jakob Ingebrigtsen cubre veloz las últimas tres vueltas de su carrera de la milla (1.609 metros). Estilo inconfundible, largos pasos, pequeñas aceleraciones imperceptibles entre vuelta y vuelta, el atleta noruego, de 24 años, se comporta como un coleccionista profesional, un cazador seguro. Delante de él en el óvalo de 200 metros, nadie. Es la primera vez que se encierra contra la milla en pista cubierta. Ha pasado la marca de 800m en 1m 52,55s, la de 1.000m en 2m 20,49s. Las dos liebres le han dejado el territorio libre llegados a los 1.100 metros. Persigue unas bombillas azules, leds acelerados, que le señalan dónde está el récord del mundo que busca. Los adelanta. Los derrota. Dos veces. La primera, en la línea imaginaria que marca los 1.500 metros, que atraviesa en 3m 29,61s. La segunda, en la línea de meta, la milla, la distancia de referencia para el mundo anglosajón del medio fondo: 3m 45,14s. Dos récords del mundo en ocho vueltas. Dos perlas más para un atleta especializado en récords desde su primera juventud.

El anterior récord de 1.500m indoor lo poseía él mismo (3m 30,60s), batido en 2022 en la misma pista de Liévin, en el norte de Francia, la meca de la pista cubierta europea. El de la milla tenía solo cinco días. Lo había logrado el sábado pasado en el Armory de Nueva York, la meca del short track estadounidense, durante los Millrose Games, el norteamericano Yared Nuguse (3m 46,63s). Entre ambas carreras de la milla, la lista mundial ha sufrido un estremecimiento de época: entre ambas, seis atletas han conseguido seis de las siete mejores marcas de todos los tiempos.

Los más viejos del lugar extraen de su memoria la figura del australiano John Landy, quien en 1954 logró también batir en la misma carrera ambas plusmarcas. Lo hizo al aire libre, en la pista de ceniza finlandesa de Turku, seis semanas después de que Roger Bannister se convirtiera en Oxford en el primer hombre que bajaba de cuatro minutos en la milla (3m 59,4s) el 6 de mayo. Landy llegó tarde, pero dio duro:: 3m 41,8s en los 1.500m, 3m 57,9s en los 1.609m.

El menor de los hermanos Ingebrigtsen maravilla, su forma fluida de correr, sus récords mundiales --también posee el de los 3.000m al aire libre (7m 17,55s) y el de los 2.000m (4m 43,13s)--, pero para el aficionado más exigente deja siempre un deseo frustrado: su incapacidad táctica para ganar títulos universales en los 1.500m, la distancia que exige velocidad e inteligencia, astucia. Después de su oro olímpico en Tokio 21, Ingebrigtsen solo ha sumado decepciones en las finales de 1.500m en los Mundiales de Eugene 22, Budapest 23 y París 24. Carreras idénticas: marcha imperial del noruego hasta los últimos 200m, en los que quienes han podido resistir su ritmo tan elevado (los escoceses Wightman y Kerr, el norteamericano Hocker, y dos más en París, Kerr y Nuguse), le adelantan en los últimos metros.

A tres semanas de los Europeos en pista cubierta de Apeldoorn (Países Bajos), la noche de Liévin ofreció a los españoles la confirmación de la consistencia de Quique Llopis en los 60m vallas (tercero, con 7,53s, en una final en la que el intocable plusmarquista mundial Grant Holloway, imbatido en la distancia desde 2015, consiguió su 66ª victoria consecutiva con 7,38s, mejor marca mundial del año), en las que tomó la medida de sus rivales en Apeldoorn, el francés Belocian (7,46s) y el polaco Szymansky (7,55s). En 800m, la remontada mal medida de Moha Attaoui en la última vuelta chocó en la curva con el muro desagradable del norteamericano Bryce Hoppel al que solo pudo superar el belga Crestan (1m 44,82s). El cántabro terminó cuarto (1m 45,64s). En la serie B, Mariano García fue segundo (1m 45,96s). En 3.000m, la plusmarquista nacional, Marta García, logró su mejor marca del año (8m 41,56), mientras que la segoviana Águeda Marqués rebajó tres segundos su mejor marca (8m 41,75s). Quedaron como tercera y cuarta europeas de la carrera tras la gran Nadia Batocletti, que batió el récord de Italia (8m 30,62s) y la neerlandesa Maureen Koster.