El libro de ruta electrónico del Dakar no convence a los pilotos de motos: “Es una relación de amor-odio”
El español Schareina (Honda) recorta terreno sobre el líder Sanders (KTM), pero atiza a la organización del rally por los recurrentes problemas con las tabletas digitales
La segunda semana del Rally Dakar empezó con más quejas sobre el libro de ruta electrónico por parte de los pilotos de motos. Si bien hubo una reunión entre las fábricas y ASO, la organizadora de la prueba, para debatir sobre los numerosos percances de las tabletas digitales recién estrenadas este año para la navegación durante el día de descanso en Hail, lo cierto es que los participantes saben perfectamente que deberán apañárselas con lo puesto en la presente edición.
“Creo que es un muy buen sistema que para el futuro va a estar muy bien, pero aún no está al 100% para poder correr un Dakar”, aseguraba sobre el tema Tosha Schareina, piloto de Honda, en el vivac de Al Duwadimi. El valenciano de 29 años inició su operación remontada en el rally recortándole unos valiosos minutos al líder Daniel Sanders, de KTM, que todavía goza de un cojín de casi 12 minutos sobre el español, segundo en la clasificación general. La paliza de 829 kilómetros, 606 de ellos cronometrados, dejó como ganador de etapa al defensor de la corona Ricky Brabec (Honda), que marcó un tiempo de 5h00m51s en la línea de meta de la especial.
Las caídas del campeón del mundo de rally-raid, el botsuano Ross Branch (Hero), que marchaba cuarto en la tabla, y el sudafricano Bradley Cox (KTM), el mejor privado en 12ª plaza, se saldaron con abandono y traslado en helicóptero al hospital, afortunadamente sin lesiones de gravedad. El catalán Edgar Canet (KTM), el mejor novato en la general a sus 19 años, también sufrió la primera caída de su trayectoria dakariana, pero pudo seguir adelante a pesar de los fuertes dolores en la muñeca y la espalda.
Completada la jornada, el tema de las tabletas y los libros de ruta digitales volvió a generar revuelo dentro de la caravana. Schareina lamentó el serial tecnológico que ha provocado quejas generalizadas entre todos los pilotos. Estos problemas se suman a los intentos de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) de compensar las pérdidas de tiempo provocadas por dichos fallos. “Estoy conforme con que le devuelvan el tiempo a Daniel y a quien le toque, pero parece que solo él puede gozar de dicho privilegio”, criticaba con aspereza el valenciano. Durante la primera etapa, el español había trasladado sus quejas al director del Dakar, David Castera, tras encontrar un punto de la ruta mal señalizado en su libro electrónico.
A Sanders le cayeron ocho minutos de sanción el jueves por saltarse tres límites de velocidad, pero el australiano demostró a posteriori que había perdido el control de la tableta digital que sustituye a los libros de ruta de papel enrollado, la tecnología de toda la vida en el rally. A él sí le escucharon. Los comisarios decidieron, durante el día de descanso, devolverle el tiempo de penalización. La concesión encendió los ánimos de otros pilotos que se habían quejado en otras etapas de problemas similares, desde Nacho Cornejo (Hero) hasta Lorenzo Santolino (Sherco).
“Es un cambio considerable, y tiene aspectos positivos y otros negativos”, aseguraba el salmantino, ganador de una etapa en la edición de 2025, a EL PAÍS. “Abre nuevas posibilidades de cara al futuro, con rutas en paralelo o espejo, la opción de realizar modificaciones o actualizaciones al momento, incluso enviar mensajes. Con la mano del manillar tenemos más opciones a nuestro alcance, donde podemos modificar y validar los puntos, ver distancias y tus trazas. El tema de los reflejos siempre será un problema, ya que nunca será como el papel. La tecnología ha evolucionado mucho, pero los fallos técnicos que ya vivimos en Marruecos se han repetido y pueden ser un hándicap a la hora de afrontar la carrera”, concluía.
“Es una relación de amor-odio. Te olvidas del celo y los colores, de esos minutos antes de la etapa con las manos frías intentando pegar el libro de ruta. Con la digital metes un código y está todo listo”, apuntaba Javi Vega, que participa con la china Kove en la categoría sin asistencia. “El sol es un problema, tienes que poner la cabeza y los hombros para hacer sombra. Cuando estás cansado, con el paso de los días y los kilómetros, puede costar el cambio de enfocarte en la pantalla y luego en la vida real”, añadía.
Castera, ante el revuelo generado, ha asegurado que las tabletas digitales se han convertido en el chivo expiatorio de algunos participantes y equipos cuando las cosas van mal dadas. El proyecto de digitalizar el libro de ruta es una de sus apuestas personales, y se ha estado desarrollando desde la edición de 2022. El sentir generalizado de los pilotos es que la tecnología todavía no está lista del todo, y muchos desearían dar un paso atrás y poder volver al papel.
En la categoría de coches, la jornada de vuelta a la competición transcurrió sin grandes sobresaltos. Ganó el belga Guillaume de Mevius (Mini) con un tiempo de 4h34m49s, mientras Nasser Al-Attiyah (Dacia) limó algunos minutos con los líderes de la prueba. El sudafricano Hank Lategan (Toyota), sigue al mando de la clasificación con siete minutos de margen sobre su compañero saudí Yazeed Al Rajhi y media hora respecto al piloto catarí, cinco veces ganador del Dakar.
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