Dustin Johnson: “Echo de menos ver y jugar con mis colegas del PGA”

El sol gaditano abrasa y Dustin Johnson (Columbia, Estados Unidos; 40 años), golfista ganador de dos majors -US Open (2016) y Masters de Augusta (2020) - y ahora capitán del equipo 4Aces en el LIV, la liga saudí, se refugia a la sombra, sentado en una silla que ha hecho su oficina improvisada. Pero tiene el móvil en la mano y le cuesta despegarse de la pantalla. “Vamos”, apremia de repente. Entonces, te mira a la cara y responde hasta que uno de su equipo, alcanzados los 10 minutos, advierte: “Una pregunta más”. Dustin se encoge los hombros, articula una última respuesta y se marcha, siempre con su paso calmo, reflejo de su carácter y golf.

Pregunta. Alcanzados los 40 años, ¿qué diferencias hay entre su golf de ahora con el de hace un par de décadas?

Respuesta. Pues que soy más sabio porque este es un deporte de constante lucha. He pasado por muchas experiencias, buenas y malas. Este año, gané en Las Vegas y después, por diferentes motivos, tomé malos hábitos en mi juego. Pero ahora siento que estoy jugando realmente bien, he vuelto a dar un salto y estoy seguro de mí mismo. Este juego consiste en entrar en razón.

P. ¿Lo ha trabajado con un psicólogo deportivo?

R. He tenido alguna vez, no siempre, y son una ayuda muy buena. Te ayudan a simplificar las cosas, a centrarte en lo importante y, posiblemente, a sacar tu mejor golf para tratar de ganar.

P. ¿No se le acaba el hambre de ganar?

R. Nunca. Dejaría de jugar si supiera o, simplemente sintiera, que no puedo ganar. Soy muy competitivo y lo soy en todo y con todos. Con mis amigos, con mi mujer, con mis hijos… En cualquier deporte, en cualquier cosa, y no importa si nos estamos jugando dinero. Ya sea pescando, a las cartas, al golf o a lo que sea, quiero ganar. En mi casa son iguales y esa hace todo mucho más divertido.

P. Ahora es un hombre de familia, pero de joven hizo unas cuantas locuras -sancionado por dopaje, asalto a una casa…-, ¿esas malas decisiones le han hecho ser quién es ahora?

R. Desde luego. Está claro que de joven cometí algunos errores estúpidos, pero aprendí de ellos, seguí hacia delante.

P. No debe ser fácil para un joven gestionar el estrés del golf, ¿no?

R. Bueno, el golf siempre me ha encantado. Sí que he tenido momentos de altibajos, decepciones como cuando pierdes un torneo, esos en los que crees que has hecho un buen trabajo y no te salen las cosas. Hay que aguantar y aguantar, entender que esto es sólo un juego. Además, nadie gana siempre. Lo importante es mirar los errores y tratar de entender por qué los cometiste y qué puedes hacer para mejorar.

P. Irse al LIV, para usted, no fue ni de lejos un error, ¿no?

R. ¡Fue la mejor decisión! En el PGA eran temporadas muy largas y con el LIV juego menos y puedo estar más con la familia. Desde entonces, entrené al equipo de béisbol de mis hijos, el equipo de baloncesto… Bueno, no era entrenar, sino ayudarlos a entrenar, pero me encantó. Antes no podía hacer cosas como esta.

P. También gana más dinero.

R. Ya digo que es la mejor decisión posible para mí y mi familia. Si tu trabajas para Google, o para Apple, o para quien sea, y en otro sitio te pagan más… Es nuestro trabajo y nos encanta, pero al final del mes hay que seguir pagando las facturas. Míralo como quieras, pero se trata de cuidar a tu familia. Siempre lo he dicho y siempre lo diré porque es la verdad.

P. ¿Pero le gustaría que se juntaran el PGA y el LIV?

R. Me encantaría descubrir la manera de volver a jugar todos juntos. Quién sabe. Hay gente muy inteligente y creo que se podrá conseguir. Todavía tengo muchos amigos allí y echo de menos ver más a mis colegas. Veo a algunos, pero no a todos. Y siempre es fantástico juntarme con ellos y pasar el rato.

P. ¿Existe esa rivalidad tan acentuada entre los golfistas de uno y otro bando como se dice?

R. En mi caso, para nada. Soy muy colega de todos. Pero seguro que existe en algunos.

P. Para usted el golf es incluso familiar, pues tiene a su hermano menor Austin como caddie…

R. Conmigo desde 2013. Es genial y se ha convertido en un caddie realmente bueno. Es una experiencia magnífica jugar y viajar con mi hermano por todo el mundo. No podría pedir más. Además, no suelo enfadarme con él. De vez en cuando sí que nos peleamos porque es lo normal, independientemente de si estamos en el campo o no. Y en ocasiones también nos burlamos un poco el uno del otro. Pero es un gran compañero. Con él, estoy tranquilo.

P. ¿Y con la música que pone el LIV durante los torneos?

R. Disfruto de la música. De hecho, yo la subiría porque el 99% de los espectadores son fantásticos, pero siempre hay gente que dice cosas que no deberían decir. Con la música más alta no los oiría…

P. Ahora está en el LIV Andalucía, que no es un campo muy largo, lo que no ayuda a los pegadores. ¿Cree que habría que dar más metros a los campos?

R. He estado en los mejores campos del mundo y no necesitan ser largos sino firmes, rápidos y duros, no blandos.

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