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Dustin Johnson doma Valderrama

El norteamericano completa una gran jornada de golf (-4) y se pone líder junto y Kokrak. Sergio García acaba con -1

Jordi Quixano
Golf
Dustin Johnson, durante la primera jornada en el torneo del LIV en Valderrama.SEAN M. HAFFEY (Getty Images via AFP)

El padre de Tiger Woods, exmilitar y empecinado en que su hijo gobernara el golf mundial, decidió, entre otras de sus muchas tácticas revolucionarias y agresivas de entrenamiento, hacer un ruido estruendoso de vez en cuando a la vez que su hijo iniciaba o acababa el swing porque, entendía, la concentración no se podía perder bajo ningún concepto. Y Tiger, robótico él, creció para jugar siempre con la mirada de acero, con una concentración absoluta y gobernar en el circuito, además de dejar un legado incomparable, por más que ahora lo haga un poco más relajado porque los años pasan y las lesiones le han lastrado sobremanera. El barullo, gritos o imprevistos, en cualquier caso, apenas se suceden en el PGA Tour porque se entiende el deporte de forma rígida, de caballeros y sin injerencias (aunque hay excepciones, claro, como en el hoyo 16 del TPC de Scottsdale). Un ejemplo de ellos fue en el pasado US Open, cuando Rahm se enrabietó de lo lindo porque la gente sacaba fotos con flashes y ruido durante uno de sus golpes, fallido a la postre. Pero eso convive con el LIV Golf, el circuito saudí que ha revolucionado el deporte para quedarse, pues ya se ha acordado una entente con la PGA para incluir el calendario a partir del año que viene. Queda por ver, sin embargo, cómo casan ambas ideas, pues en el LIV la fiesta y la música no cesa durante los torneos, tal y como se pudo ver en la primera jornada del torneo del Real Club de Valderrama, donde se notó el viento y brilló Dustin Jonhson, doble ganador de un major -US Open 2016 y Masters 2020-, igualado con el estadounidense -aunque nacido en Canadá- Jason Kokrak.

Hay muchas más diferencias entre el LIV y el PGA, algunas que soliviantan a los puristas del golf -como que se juegue también por equipos o que solo sean tres jornadas de golf sin tener que superar el corte-, aunque otras que equiparan las fuerzas, pues todos los jugadores salen a tiro [eso quiere decir que salen a la vez, en grupos de cuatro y desde hoyos distintos, y que todos juegan con las mismas condiciones climáticas y de luz]. Y Valderrama no se lo puso fácil a ninguno, por más que el campo se presentara a la sociedad mundial impoluto, con las calles en perfecto estado, con un rough un poco alto -pero nada que ver con el césped bermuda o talludo que imposibilita darle control al impacto- y unos greens que eran bien rápidos, patinaje de pista sobre hielo, pero que sobre todo tenían un rodar de la pelota excepcional que solo hacía que favorecer a los grandes putteadores, como mandan los cánones del golf clásico. Y Dustin, que en eso siempre atiende a su hermano y caddie en las lecturas de las caídas, impuso su ley, también con sus drivers kilométricos.

Decidió Dustin en su momento aceptar la oferta del LIV porque le valía la pena, más allá de lo económico. “Juego menos y gano más, y eso me permite estar más tiempo con mi familia. Sería tonto no hacerlo”, reflexionaba para la serie Full Swing de Netflix. Y aunque no le ha ido muy bien en los grandes del PGA desde entonces, acaso el 12º puesto en el anterior Masters, sí que se está saliendo con la suya en el LIV, pues ha disputado 14 torneos y ganado dos para sumar más de 43 millones en ganancias. Parece que en España, tierra que no conocía a excepción de Ibiza, donde se le vio de fiesta y relax como explicó en una entrevista a El Mundo, podría repetir. Su jornada le aúpa a lo alto de la tabla junto con Jason Kokrak, ese jugador que el año pasado decidió no acabar el Travelers en el hoyo 18 porque sabía que no pasaría el corte, el mismo que logró tres laureles en el PGA (CJ Cup en 2020; Charles Schwab Challenge y Houston Open en 2021).

Tras los líderes está el indio Anirban Lahiri (-3), seguido por los norteamericanos Kevin Na y el líder del LIV de esta Talor Gooch, además del australiano Cam Smith (-2), vencedor del anterior British. Dechambeau, por su parte, firmó -1 y Koepka se quedó al par del campo. También hubo pequeños batacazos de Mickelson, Kaymer y Westwood (+2) en una jornada discreta de los españoles David Puig y Eugenio López-Chacarra (+3). Mejor le fue a Sergio García (-1) que, ataviado con pantalones cortos -otra de las laxitudes el LIV-, por poco no hizo un eagle en el hoyo 11 que le hubiese dado alas. “He chipeado muy bien, estoy feliz de firmar bajo par. Además, la afición ha estado increíble, animando y con muchos jóvenes”, convino el español al acabar el día. “Mi juego está muy bien esta semana, hay que se paciente y espero tener una oportunidad de ganar”, resolvió antes de salir al campo DJ. Cumplió con su palabra. “Me he visto muy sólido en el camino hacia el green. He perdido alguna ocasión de birdie, pero en las salidas he estado muy bien con el driver”, aclaró al finalizar la ronda, ya como líder del torneo.

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