El Barcelona alarga su imbatibilidad ante el Logroño y alza la Copa de España de balonmano
Los azulgrana se imponen 31-28 a los riojanos, en una repetición de la final que ambos equipos disputaron en 2015, también con triunfo culé
Da igual el nombre, da igual el torneo. El Barcelona sigue sin rival aparente en el balonmano español. Llevan desde 2011 levantando la Copa de España, antes de este curso bajo el nombre de Copa Asobal. Y esta vez no ha sido diferente. El conjunto catalán ha alzado este domingo el trofeo de la competición al vencer al BM Logroño La Rioja por 31-28 con el polideportivo Artaleku de Irún como escenario. El Barcelona —líder de la liga ASOBAL y único equipo español en la competición europea— ya se enfrentó y venció al conjunto riojano de Miguel Ángel Velasco esta temporada.
Sonriente el Barcelona, serios sus rivales. Eran los favoritos para volver a alzar la copa. Se repetía la final de 2015 —de aquel encuentro tan solo permanecen tres jugadores en la plantilla del Barça—, y también destino. En la primera parte todos los ataques entraban para el Logroño. Pero el equipo catalán le pisaba los talones, y el empate pintaba el marcador tras cada jugada, avanzando mano a mano, punto a punto, contestándose en un diálogo de dianas durante diez minutos.
Pero las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas en el Barça taponaban los disparos, y la potencia de los laterales Dika Mem —capitán, líder y gran protagonista de los goles del encuentro— y N’Guessan rompía la férrea defensa del Logroño. El equipo de Carlos Ortega se adelantaba en el marcador mientras el rival se atascaba en busca de espacio para lanzar a portería. El Barça llegaba al descanso con una diferencia de cuatro puntos, a pesar de los esfuerzos y goles de Martí Soler en los ataques riojanos, y las paradas de Mohamed Aly.
La fiesta era evidente en las gradas. Velasco paraba el tiempo: el Logroño no había salido enchufado en la segunda parte, y el Barcelona se marchaba de ocho goles de manera incontestable. A pesar del equipo culé tener el partido controlado, no podían encantarse: se acercaba el marcador de ambos equipos peligrosamente. Pero Richardson asumía la responsabilidad y devolvía la confianza al Barça en un complicado momento. Nada evitaba su victoria con el pitido final.
La polémica entre la ASOBAL y la Real Federación Española de Balonmano, llena de incertidumbre y suspense desde el jueves al desconocer si se disputaría el torneo, no ha empañado la dulce victoria del Barcelona. Que hace más grande su imbatibilidad y vitrina, y alarga su sombra de victorias.
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