El dinero del Al-Hilal convence a Neymar

A Neymar no le sonó el teléfono. Y, cuando lo hizo, no era la llamada que esperaba. El brasileño, de 31 años, aguardaba un gesto de Xavi Hernández, técnico del Barcelona. Su idea, y así se lo había manifestado a su entorno, era regresar al Barça después de que entendiera que su etapa en el PSG había terminado. Pero el delantero no era una prioridad para el cuerpo técnico azulgrana, a pesar de que Joan Laporta, presidente de la entidad catalana y buen amigo de su representante Pini Zahavi —agente también de Robert Lewandowski—, no viera con malos ojos su fichaje. A Neymar, entonces, sin ofertas atractivas desde lo futbolístico, no le quedó más remedio que dejarse tentar por el dinero. Que no es poco, al contrario. Según informó L’Équipe, el Al Hilal de la liga saudí pagará cerca de 90 millones al PSG por el traspaso del paulista, que se embolsará 100 millones por año en las próximas dos temporadas.

La llegada de Luis Enrique a París terminó por finiquitar la etapa del brasileño en el PSG. “Tengo por norma mantener en privado las conversaciones con los jugadores. Mis hechos dirán más cosas que mis palabras”, expuso el técnico español cuando le consultaron sobre la situación del jugador, fuera de la convocatoria en el estreno del cuadro parisino en la Ligue 1. A Neymar, según cuentan en su entorno, le sorprendió la actitud del preparador con el que había ganado el triplete con la camiseta del Barcelona en 2015. Explican las mismas fuentes, que Ney se enteró de que Kylian Mbappé había sido contundente en sus negociaciones con el PSG para renovar su contrato: “Neymar o yo”. La directiva de la entidad francesa no dudó y el brasileño entendió que estaba finalizado su periplo en la capital francesa, marcado por los altibajos emocionales y deportivos.

En 2017, Neymar pagó su cláusula de rescisión de 222 millones para marcharse al PSG. Después de cuatro años en el Camp Nou, el paulista quería brillar con luz propia, lejos de la sombra de su amigo Messi. “Con Leo, lo fuimos a ver, le pedimos que se quedara. Él decía que sí, que se quería quedar, pero… después están los entornos”, contó en su día Luis Suárez, compañero del brasileño en el Barça. “Quédate, que te hago ganar el Balón de Oro”, le dijo Messi. Neymar, sin embargo, enfiló rumbo a París. Nunca ganó el Balón de Oro, tampoco la Champions (alcanzó la final en 2020), sus dos grandes objetivos. En el medio, un sinfín de lesiones —28 visitas a la enfermería—, viajes relámpago a Brasil y, por supuesto, goles y asistencias, 118 y 77 en 173 partidos. “Es inevitablemente difícil decirle adiós a una leyenda del club”, lo despidió Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG.

Neymar, en cualquier caso, no estará solo en Arabia. Se suma a grandes estrellas, como Cristiano Ronaldo (38 años), Mahrez (32), Benzema (35), Kanté (32) o Mané (31), que deciden apagar su fútbol en una liga todavía menor a cambio de una jubilación millonaria. Él no lo quería. Deseaba volver a Barcelona. Pero su actitud fuera del campo —”Ya no puede jugar de extremo. Puede jugar en la punta izquierda del cuadro, pero en esa posición ya tenemos a Pedri y Gündogan. Además, tiene una personalidad difícil de gestionar”, explican desde el área técnica azulgrana—, sumado a sus elevadas pretensiones económicas —”es una operación imposible de asumir”, insistían las mismas fuentes—, sellaron el pase de Neymar a la liga saudí. Menos fútbol, más dinero, una constante en la vida de Neymar desde que dejó el Barça en 2017.

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