Todos contra el Espanyol en una segunda división con más pasado que presente

Para algunos es un infierno; para otros, el mayor de los premios. La segunda división española es concebida de distinta forma por los clubes que la componen, pero tiene cosas que no cambian. Sus 42 jornadas más playoff la convierten en una liga interminable e igualada, donde el escudo y la historia no siempre ganan partidos. Lo sabe el Espanyol, pero no lo exime de ser el principal favorito en esta edición de la categoría de plata, rebautizada como Hypermotion por el acuerdo de LaLiga con la empresa de videojuegos Electronic Arts.

Los pericos, con 87 temporadas en Primera a sus espaldas, están obligados a lograr el ascenso tras perder la categoría por sexta vez en su historia. La exigencia será máxima desde su estreno este domingo (19.30 h. Movistar Hypermotion) ante el Albacete, la revelación del pasado curso. También lidiarán con una agitada situación institucional marcada por el descontento con la gestión del dueño del club, el chino Chen-Yanseng, que ha apostado por la continuidad de Luis García como entrenador y por la contratación de Fran Garagarza, artífice del gran Eibar que se mantuvo varios años en Primera, como director deportivo.

Una de las incógnitas en torno al Espanyol es la configuración final de la plantilla, en la que hay jugadores muy por encima del nivel medio de segunda división, pero que podrían salir traspasados antes del cierre de mercado. El que ya ha tomado la puerta de embarque ha sido Sergi Darder, que firmó el pasado viernes por el Mallorca a cambio de ocho millones de euros. Otro que está en la rampa de salida es Martin Braithwaite, que abandonó de buenas a primeras (para luego volver) la concentración del equipo en pretemporada. El danés, que anotó diez goles la pasada campaña, es pretendido por el Valencia y no parece dispuesto a quedarse en Segunda.

El portero Fernando Pacheco, el defensa César Montes o el delantero Javi Puado son otros de los nombres destacados del plantel de Luis García, que deberá paliar la marcha al Real Madrid de su goleador Joselu. Por otro lado, la sanción de dos partidos a puerta cerrada por la invasión de campo de los ultras pericos en el último derbi ante el Barça será la primera piedra en el camino del Espanyol esta temporada.

Aunque aún no han realizado ningún fichaje, algo que inquieta hasta a su entrenador, el músculo económico es una de las bazas del Espanyol tanto para mantener sueldos altos como para sustituir a los que se vayan con garantías. Además, desde la temporada 2016/2017 LaLiga otorga a los clubes recién descendidos una ayuda económica que compensa su pérdida de ingresos pero que hace que tomen mucha ventaja respecto al resto. Según los cálculos de 2Playbook, los pericos cobran 19,5 millones de euros, mientras que los otros descendidos, Elche y Valladolid, 12,8 y 10,3 millones, respectivamente.

Ilicitanos y pucelanos parten como los siguientes favoritos al ascenso directo, aunque sin demasiadas certezas. El Elche, de propiedad argentina, intentará resarcirse de su pésima temporada en Primera. El último de sus cuatro entrenadores del pasado curso, Sebastián Becaccece, es el elegido para comandar una plantilla donde también será clave si salen algunos jugadores importantes como Edgar Badía o Lucas Boyé. Las cosas no han empezado bien para ellos, con una derrota en casa ante un recién ascendido como el Racing de Ferrol También corren revueltas las aguas por el Pisuerga. El Real Valladolid de Ronaldo Nazario, muy cuestionado tras su segundo descenso como presidente pucelano, destituyó a su director deportivo en pleno mercado, pero ha logrado empezar con buen pie al ganar (2-0) ante el Sporting. Por su parte, tras quedarse a las puertas del ascenso, Eibar y Levante tendrán mucho menos dinero este curso para intentarlo de nuevo. Lo dos últimos cursos, los armeros tiraron por la borda el ascenso directo en las últimas jornadas y en su tercer intento de volver a Primera, han comenzado con una sonrojante derrota (4-0) en Santander.

Las limitaciones económicas de los clubes de Primera se extienden también a Segunda. A falta de tres semanas para el cierre de mercado, la mayoría de plantillas están a medio hacer y con futbolistas sin inscribir por las reglas del juego limpio financiero. Además, la Liga Hypermotion es la que menos ha gastado en traspasos de las segundas divisiones de las cinco grandes ligas, con 11,13 millones de euros, por debajo de Francia, Italia y Alemania. Especialmente insultante es la diferencia con la Championship (segunda división inglesa), donde los clubes se han gastado más de 129 millones en transferencias.

Con todas estas trabas, hay una serie de históricos estancados en Segunda cuyas aficiones añoran (y exigen) tiempos mejores. El Real Zaragoza, con 58 temporadas en la élite y seis Copas del Rey, se ha convertido tras el descenso del Lugo en el club que acumula más temporadas seguidas en la categoría de plata (11). Las mismas que un Tenerife, que se perfila como candidato celoso del ascenso de su eterno rival el pasado curso. El cuadro maño es propiedad de Jorge Mas, el dueño del Inter de Miami donde ahora milita Leo Messi. El grupo del empresario estadounidense ha invertido más de 20 millones de euros en liquidar deudas y espera que el club aragonés dé un paso adelante este curso.

También están en manos extranjeras los dos equipos asturianos, que protagonizan un derbi mexicano. El grupo Pachuca se hizo el verano pasado con el Real Oviedo, mientras que Orlegi Sports adquirió el Sporting de Gijón. La inversión mexicana intenta devolver el fútbol de primera al Principado, tras nueve temporadas consecutivas en Segunda de los carbayones (sin pisar Primedesde 2001) y siete de los gijoneses. Otro histórico presente es el Racing de Santander (con 44 cursos en Primera), que logró una salvación sufrida el curso pasado tras varios años en Segunda B.

Desde la Primera RFEF llegan Alcorcón, Amorebieta, Racing de Ferrol y Eldense con el principal objetivo de quedarse, aunque hay ejemplos de sobra para no renunciar a nada. Juan Antonio Anquela, artífice del Alcorconazo al Real Madrid y un clásico de los banquillos de Segunda, hizo un 2017 una llamativa afirmación: “Si en esta categoría me dicen que va a pasar un burro volando, te pido una silla y me siento a verlo pasar”.

Las cinco veces que el Espanyol bajó a segunda anteriormente, consiguió el ascenso a la primera. Por delante tienen 42 jornadas para que impere o no la lógica.

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