La selección española femenina de waterpolo alcanza las semifinales del Mundial

La selección española femenina de waterpolo se impuso este lunes a Hungría (9-12) en los cuartos de final del Campeonato del Mundo de Fukuoka y accede a semifinales, donde se medirá a Australia, para empezar la lucha por las medallas en una cita donde, de momento, el equipo se comporta como un bloque en los momentos clave. Así fue ante Hungría, una potencia que hizo lo posible por llevar el juego a su redil a base de faltas e interrupciones. Las húngaras, más pesadas, más fuertes y más lentas que las españolas, procuraron conducir el partido de las aguas rápidas hacia el lodo de las orillas cenagosas. Solo el oficio de nadadoras como Paula Camus o Maica García para moverse en la refriega, el acierto de Judith Forca desde media distancia (5 goles de siete tiros), y alguna parada oportuna de Martina Terré, permitieron a España salir de los atolladeros para llevar el duelo a buen puerto.

“El partido de cuartos es el más difícil del campeonato porque si lo pierdes te quedas sin acceso a medallas”, observó Camus. “La clave del partido estuvo en nuestra defensa”. La solidez de España se reflejó en la dificultad de Hungría para avanzar hacia la portería rival. Los cuatro goles de Hungría en los dos primeros cuartos fueron contra inferioridad numérica española por sanciones o en penaltis. Mientras que en la primera mitad España hizo 12 tiros en jugadas colectivas contra defensas completas, Hungría completó apenas dos.

“Para tener posiciones de lanzamiento óptimas todo el equipo debe trabajar”, explicó Miki Oca, el seleccionador, “lo hemos hecho muy bien y por eso Judith ha estado tan acertada”.

Hungría llegó más fresca y descansada a la cita. Hungría fue líder del Grupo D, por delante de Canadá, Nueva Zelanda y Japón, y pasó directamente a este cruce de cuartos en el que se topó con una España más rodada tras pasar por los octavos de final y ganar, con facilidad, a Francia (9-16). Ahora las nadadoras de Miki Oca se medirán con Australia, que dio la sorpresa superando a Grecia (8-9), en una jornada que reservó otra sorpresa mayor con la eliminación de Estados Unidos, la potencia hegemónica de la década, a manos de Italia por un apretadísimo 8-7.

La última derrota de Estados Unidos en una eliminatoria fue en el Mundial de Barcelona cuando perdió con España (9-6) en la final. Después, en la fase de grupos del Mundial de Kazán 2015, perdió frente a Italia (10-9) sin más consecuencias.

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