Una jugadora, tras las acusaciones de abusos contra el entrenador de Zambia: “Si quiere acostarse con alguien, tienes que decir que sí”

Después de que Inspección de Trabajo confirmara, la semana pasada, que el entrenador del Alhama tuvo un comportamiento inadecuado con las futbolistas, que denunciaron acoso y trato vejatorio, otra denuncia ha sacudido el mundo del fútbol y del deporte. Según ha desvelado el periódico The Guardian, el seleccionador de Zambia -rival de España en el Mundial que empieza el día 20- Bruce Mwape, está siendo investigado tras unas denuncias de conductas sexuales inapropiadas a varias de sus jugadoras.

Mwape, seleccionador desde 2018, clasificó a Zambia para la cita mundialista de Australia y Nueva Zelanda. La Asociación de Fútbol de Zambia (FAZ) informó a la FIFA en septiembre de 2022 de que existía una investigación abierta sobre el técnico y se la remitió. Mwape y el seleccionador sub-17, Kaluba Kangwa, estarían entre los nombres enviados al organismo del fútbol internacional.

“Si Mwape quiere acostarse con alguien, tienes que decir que sí. Es habitual que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo”, declaró al diario inglés una futbolista que no quiso ser identificada. The Guardian, explica, además, que las jugadoras han recibido amenazas, tienen prohibido hablar. Así lo aseguró al periódico inglés una fuente cercana a la plantilla. “La Federación hace la vista gorda porque el equipo ha tenido buenos resultados. Es su manera de mostrar al público y a las autoridades el éxito y una buena imagen. Pero por detrás, la cosa es muy fea”.

El secretario general de la Asociación de Fútbol de Zambia (FAZ), Adrian Kashala, dijo en un comunicado que no había quejas oficiales de nadie sobre las acusaciones; que las considera “muy graves” y que “se están investigando”. Por su parte, Andrew Kamanga, presidente de la FAZ, aseguró el pasado mes de octubre que, colaboraría con la policía de Zambia y las otras partes interesadas. “Preferimos que un organismo independiente como la FIFA pueda manejar las investigaciones. Vamos a poner sanciones; tenemos suficientes reglas y regulaciones dentro del fútbol con las que podemos lidiar”.

La FIFA puso en marcha en 2019 un proyecto innovador -en el que trabajó hasta el año pasado la exgimnasta víctima de abusos Gloria Viseras- de protección de menores y adultos vulnerables. Se llama FIFA Guardians y se centra en la prevención y formación de las 211 federaciones miembro de la FIFA. El objetivo: concienciar y responsabilizar. “No sólo vale con implantar una política de protección, hay que formar a gente y hay que hacerla responsable dándole las herramientas para que pueda implementar medidas de protección a nivel local, hacer que sientan el tema como suyo para que puedan desarrollarlo según sus necesidades y dentro del marco legal y cultural de cada país”, contaba Viseras a este periódico. Se decidió incorporar las medidas de protección en los procesos de candidaturas para organizar torneos y eventos de la FIFA e incluirlos en los procesos para futuros Mundiales.

El organismo internacional tiene, además, un canal de denuncias y un Comité Ético. El pasado mes de marzo, tras recibir denuncias de presuntos abusos a menores en la Federación de Fútbol de la República Democrática del Congo y una vez finalizadas las investigaciones, decidió inhabilitar durante cinco meses al entrenador Jonathan Bukabakwa.

Las denuncias de las jugadoras de Zambia por presuntas conductas sexuales inapropiadas no son, desde luego, las primeras en el mundo del deporte ni del fútbol. En otoño del año pasado, Estados Unidos publicó un informe sobre los abusos en balompié femenino estadounidense. Las 300 páginas hablan de “abusos sistémicos” silenciados por los que deberían haber velado por la seguridad de las jugadoras (clubes, NWSL (la Liga) y Federación).

Un ejemplo de esos abusos, relatados en el informe, fue cometido por Christy Holly, 37 años y técnico de Racing Louisville, que coaccionó sexualmente a una jugadora, Erin Simon. Según el informe, “le envió fotos y mensajes sexualmente explícitos, y le exigió que hiciera lo mismo. Le pidió que fuera a su casa para revisar un partido y en su lugar le mostró pornografía, masturbándose enfrente a ella”.

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