Nico Paz, la última esperanza blanca de Valdebebas
El zurdo de 18 años, valor emergente de un Castilla que afronta ante el Barça Atlètic las semifinales de la promoción a Segunda División. En la ida, 4-2 para los azulgranas
La posdata de los clásicos de esta temporada se escribe este domingo en el Di Stéfano (20.00, Real Madrid Televisión), donde el Castilla y el Barcelona Atlètic buscan una de las finales de la fase de ascenso a Segunda División. Hace una semana, la ida (4-2) la resolvió con dos golazos la zurda maravillosa del azulgrana Luismi Cruz y ahora el equipo de Raúl González aspira a la réplica ilusionado con otra zurda, la de Nico Paz (Santa Cruz de Tenerife, 18 años). Hijo del argentino Pablo Paz, defensa durante cuatro temporadas del Tenerife a finales de los noventa, el joven se presenta como una de las grandes esperanzas ofensivas de una cantera blanca que hace mucho no consigue colocar de verdad a uno de sus productos en el vestuario grande del Bernabéu.
Este trescuartista de creación empezó el curso un escalón más abajo, en el Juvenil A de Álvaro Arbeloa, y lo está terminando en el primer filial, que durante un tramo central de la temporada se vio cerca de subir de forma directa, pero que un mal final de Liga regular lo ha conducido a la ratonera de los playoffs. El ganador de la eliminatoria se enfrentará el 18 y 25 de junio al Eldense (superó al Celta B). En la otra parte del cuadro, el Alcorcón (doblegó a la Real Sociedad B) se cruzará contra el vencedor del Castellón-Deportivo (18.00; 0-1 para los gallegos). Racing de Ferrol y Amorebieta, campeones de sus grupos, ya son de plata.
“A Nico Paz lo han promocionado antes que a ninguno porque estructuralmente es muy fuerte”, expone un analista con un amplio conocimiento de las categorías inferiores. “Tiene buena altura [1,86], buena musculatura y un tren superior muy fuerte. Creo que se dieron cuenta de que necesitaba competencia y lo subieron al Castilla porque, si no, el Juvenil le iba a resultar muy cómodo”, añade. De esa potencia también se percató Antonio Rüdiger, un tipo al que le gusta el choque, que valoró en los entrenamientos que compartió con él que el muchacho no rehuyera el contacto.
Carlo Ancelotti, además de incluirlo en dos convocatorias (Anoeta y Cacereño), lo ha reclamado varias veces en el día a día de Valdebebas, donde también ha captado la atención de Toni Kroos. En su caso, especialmente por la técnica, su cualidad más evidente. “Es ágil y ofrece buena visión de juego. En el inicio del juego pasa más inadvertido, pero en el último tercio se asocia bien, es creativo y llega al área. Tiene último y penúltimo pase”, desgrana este analista. Más potente que rápido, según los informes externos que circulan sobre el canterano, su fútbol se apoya en el monocultivo de la pierna zurda y suele partir desde el carril del ocho, por la derecha, para trazar diagonales, conducir, combinar y disparar. El pasado sábado, en el estadio Johan Cruyff, metió el 0-1 tras un recorte y estuvo en la cocina del penalti que desembocó en el 2-2. Esta campaña, suma siete tantos.
Callado, de esa familia de jóvenes del “oír, ver y callar” a la hora de mezclarse con las estrellas, se trasladó a Madrid con su familia cuando los ojeadores de la cantera merengue lo eligieron con 12 años para el Infantil B. Hace unos meses y, a la vista de su crecimiento, fue renovado hasta 2027. Salvo cambio de guion, los planes pasan por mantenerlo en la planicie de Valdebebas y testar hasta dónde llega su crecida.
De acento canario, juega con Argentina por los orígenes paternos y ya clavado en el panel de las redes sociales su foto con Leo Messi en el Predio de Ezeiza de la sede de la Albiceleste, en Buenos Aires. El pasado enero participó en el Sudamericano sub-20, a las órdenes de Javier Mascherano, pero el Madrid no dio permiso para que participara en las últimas semanas en el Mundial de la categoría (este domingo, final Uruguay-Italia) por los asuntos pendientes que aún tenía en el Valdebebas. Tampoco se lo concedió a Álvaro Rodríguez con Uruguay ni con Vinicius Tobias con Brasil, presentes este domingo en la cita de filiales. Con el referente Sergio Arribas saliendo de una lesión, el Castilla de Raúl González mira a la zurda del rubio Nico Paz para buscar la remontada de dos goles que le rascó el Barça.
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