Sánchez Martínez, el árbitro de la final de la Copa del Rey: “Las manos no son una ciencia exacta”

La última que vez que los árbitros españoles se pusieron delante de un micrófono fue en la Supercopa de España, celebrada en Arabia Saudí a principios de enero, cuando todavía al fútbol no le había explotado en la cara el caso Negreira. Este viernes, los colegiados de campo y VAR de la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y Osasuna (sábado, 22.00, La1 y Movistar), José María Sánchez Martínez y Santiago Jaime Latre, respectivamente, comparecieron ante los medios. “No tenemos nada que decir [sobre el terremoto]”, quiso zanjar rápido Sánchez Martínez. “Nosotros hacemos el trabajo libre e independientemente. Nuestra honorabilidad está por encima de todo”, añadió escueto el trencilla, que sí se explayó mucho más sobre otros puntos polémicos de su actividad. Por ejemplo, las manos dentro del área, asunto de discordia casi en cada encuentro.

“Nosotros hacemos autocrítica arbitral”, se arrancó el árbitro. “Es lo primero que hacemos de puertas para adentro. Tenemos reuniones donde analizamos decisiones en las que se han visto desajustes. Pero ojalá que en el tema de las manos todas fueran blancas o negras. Esas que no admiten debate. El problema es que hay situaciones grises en las que puede haber interpretaciones. En el gris, estará el criterio del árbitro. Esto no es una ciencia exacta”, advirtió Sánchez Martínez, que vino a dejar claro que el ruido nunca se acabará. Aunque sí reclamó, casi exigió al resto de estamentos del fútbol español, que “no se conviertan aciertos en errores porque eso favorece la confusión y la crítica”. “Nosotros aportamos trabajo y pedagogía para explicar todas las situaciones a principio de temporada, pero también pedimos responsabilidad”, concluyó sobre el apartado de las manos susceptibles (o no) de penaltis, materia de incomprensión habitual por parte de jugadores, entrenadores y directivos.

Si ese tipo de penas máximas se han convertido en un agujero (más negro que gris), otro debate que empieza a subir mucho de volumen es el gran número de tarjetas rojas que se enseñan en la Liga, muy por encima de otras competiciones. “Es la sanción más grave y disuasoria. Se trata de un mecanismo para proteger la salud de los jugadores. Esa es nuestra prioridad”, aseguró Sánchez Martínez, que se mostró tajante en este tema, sin lugar a la autocrítica que sí había mostrado con las manos dentro del área.

Rechazo a la propuesta de LaLiga

El caso Negreira ha multiplicado la polémica alrededor de los árbitros y ya no solo se pone la lupa sobre sus decisiones de campo y VAR, sino sobre su organización interna. LaLiga ha expuesto en público su intención de que los colegiados dejen de estar bajo el paraguas exclusivo de la federación, con quien mantiene una larga guerra, para crear un nuevo estamento en el que tengan voz y voto otros actores del fútbol español. “Ni contemplamos esa posibilidad. Nuestro órgano más cercano es el Comité Técnico de Árbitros y, por ende, la federación”, aclaró Sánchez Martínez, que volvió a mostrarse muy enérgico a la hora de exigir respeto para sus compañeros de las categorías base, hostigados, según su versión, por insultos, amenazas y agresiones. “Se está creando un caldo de cultivo bastante malo. Tenemos que dar ejemplo como sociedad. No puede ser el ‘aquí vale todo’, porque crearíamos un monstruo. El fútbol también tiene que tener unos valores. Y perdonad que filosofe”, comentó el colegiado principal de la final de Copa.

En la cita en La Cartuja de Sevilla, volverá a haber fuera de juego semiautomático, igual que en la Supercopa de España, competiciones ambas organizadas por la federación. La publicación de los audios y comunicaciones entre el árbitro de campo y el VAR es un paso que, sin embargo, nadie ha dado todavía en España. “No tenemos nada que ocultar, pero la duda que tengo”, puntualizó Jaime Latre, colegiado de videoarbitraje este sábado, “es si esto ayudaría en algo”.

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