Gerard Piqué: “Los clubes no dejan a los jugadores salirse de la raya”
El exjugador del Barcelona, ahora presidente de Kosmos, analiza la actualidad y su vida de negocios antes de que el próximo fin de semana se dispute la final de la Kings League en el Camp Nou
Gerard Piqué (Barcelona, 36 años) recibe a EL PAÍS en Kosmos, la empresa de la que es dueño el exjugador culé. En su despacho, adornado por trofeos de su carrera, también por algún recuerdo singular o camisetas del Barça, además de fotos de sus hijos y amigos, Piqué habla de la actualidad del club, de su vida y de sus negocios, aunque rehúye hacerlo de su vida personal.
Pregunta. El Barça está en un buen lío con el caso Negreira. ¿Recibían informes en el vestuario?
Respuesta. A los jugadores no nos pasaban nada. Yo nunca pedía nada. Otros sé que pedían informes del contrario y quizá alguno lo hiciera de los árbitros. Ni idea. A nivel grupal, desde luego, no recibíamos nada. Pero este es un tema que da para conspiraciones y portadas de periódicos. De eso vive el país. Creo que hay que enseñar el porqué de las cosas.
P. ¿Qué tipo de complicidad tiene con Joan Laporta, interesada como la del Madrid y el Barça porque coinciden los intereses o sentimental porque está el club?
R. Con Joan siempre he tenido una muy buena relación, desde 2008. Siempre nos lo hemos dicho todo a la cara. Ha habido momentos de tensión como con cualquier relación larga y de confianza. Estamos como siempre, aunque cuando un jugador se retira hay conversaciones difíciles en las que te dices las cosas, es obvio. Pasa con amigos, con compañeros de trabajo, con familiares…
P. Usted quiere ser el presidente del club. En su imaginario, ¿será por votación de los socios o por un consejo de administración, ya que podría convertirse en SAD?
R. No sé. Es complicado. El Barça es un club especial, distinto. Siempre nos hemos regido por los socios, los dueños del club. Esperemos que siga así. Estamos en una situación difícil y el presi sabe qué pasos tomar. No es fácil porque hay una inversión muy grande con el nuevo estadio y se arrastra una gran deuda de la época de la covid y anterior… Los mensajes de Laporta son optimistas. A ver qué sucede.
P. Su empresa participó en llevar la Supercopa a Arabia Saudí y esto generó bastante ruido. ¿Se arrepiente de algo?
R. Se armó un lío. Pero cuando lo explicas bien es blanco y en botella. Lo expliqué en 10 minutos. Es de las mejores operaciones de la historia de la Federación y estoy muy orgulloso.
P. ¿Perder la Davis, que era su proyecto cabecero, le dolió?
R. Sí, fue duro. Pero depende de cómo lo veas. Pagábamos un fee a la ITF, que iba subiendo cada año. Nosotros lo proyectamos a 25 años, ese era el acuerdo y creíamos que habría equis ingresos. Pero pasa la covid y lo rompe por la mitad. Aunque en el primer año fueron espectaculares los números, en 2020 no se repitieron. Y en 2021 se organizó, pero a puerta cerrada… Y el fee seguía creciendo. Cuando les dijimos que había que renegociar porque no estaba al valor de mercado y el negocio no lo generaba, la ITF no accedió y rompieron el contrato. Ahora estamos en juicio.
P. ¿Cómo le ha afectado su separación mediática de Shakira?
R. No voy a opinar, no me apetece. Cada uno tiene su responsabilidad de intentar hacer lo mejor para sus hijos.
P. No son sordos…
R. Se trata de protegerlos. Ese es el trabajo de todos los padres con los niños. En eso estoy centrado y esa es mi labor como padre.
P. ¿Y cómo está como persona? Parecía que siempre le habían salido todas las cosas bien.
R. No es así. El problema es cómo la gente lo percibe o la prensa lo vende. Sigo haciendo lo que quiero. El día que muera, miraré atrás y espero haber hecho siempre lo que he querido. Quiero ser fiel a mí mismo. No me voy a gastar pasta en limpiar mi imagen. La gente que me preocupa y la que quiero es la que me conoce. El resto no me importa. Destino mi energía en estar con los míos y darles lo que tengo. Estoy muy feliz. Ha habido cambios en mi vida y he sabido preservar la felicidad.
P. Dejó el fútbol en noviembre. ¿Podría haber jugado más?
R. Sí, pero no me gusta exprimir. Llevaba muchos años y cada vez me costaba ir a según qué campos. Si me ponían el partido a las 16.00 tras comer y con sol… me costaba. Hay que ser honesto. No tenía la ilusión, necesitaba nuevos retos y veía que en el equipo no tenía la importancia de antes. No lo pasaba bien. Tomé la decisión acertada.
P. ¿No se arrepiente?
R. Para nada. Solo echo de menos la competitividad y esos ambientes eléctricos, los partidos en el Bernabéu y en Cornellà.
P. Mire que lo insultaban, ¿eh?
R. Mucho. Pero me motivaba. Llegué a un punto que para protegerme iba al campo y pensaba que los seguidores eran actores. Al final ya no me afectaba.
P. Si mira atrás, ¿qué ve?
R. La carrera con la que soñé. Fui el jugador que quise ser. Me fui pensando que lo había hecho y ganado todo. Fue muy bonito.
P. ¿Le preocupó estar entretenido tras colgar las botas?
R. Mucho. Excompañeros como Puyol o Villa me decían que al día siguiente de dejar de jugar la pregunta es: “Y ahora, ¿qué?”. Tenemos suerte de ganar mucho dinero en poco tiempo, pero la gestión de ese dinero y el nivel de vida que llevas es difícil. Cuesta adaptarse. Yo preparé la transición; la Kings League [la competición creada por Kosmos en la que participan famosos streamers y que combina fútbol 7 con espectáculo] la tenía pensada.
P. El día 26 se disputan las finales del torneo en el Camp Nou, han vendido 75.000 entradas y tienen audiencias de 2,1 millones de personas. ¿Esperaba este éxito?
R. Sentía que podía ser algo potente juntar a 12 streamers que interactuasen entre ellos con el nivel de audiencia que tienen, añadiendo el componente fútbol y entretenimiento. Pero quizá no pensaba que sería tanto ni tan rápido. Creo que podrá perdurar en el tiempo porque es un producto emocionante y que engancha a las nuevas generaciones.
P. ¿Puede también crecer?
R. Si lo hacemos bien, tenemos Kings League para rato. El tema es cómo. En España se conoce mucho, pero en otros mercados no tanto. Hay que ver cómo nos expandimos, a qué países vamos. El año que viene queremos aterrizar en Latinoamérica, que conozcan el producto de deporte, show, entretenimiento y debate.
P. Un buen mejunje…
R. Hay gente que es muy purista del deporte, de lo que pasa en el campo, de la táctica. Está muy bien, pero cada vez vamos más hacia el entretenimiento. Los clubes de fútbol protegen demasiado a los jugadores, no les dejan salirse de la raya y el mensaje suele ser siempre el mismo. Nosotros, al revés; somos abiertos y cuanta más presencia en las redes, mejor. Aunque ese contenido no sea fútbol per se. En el fútbol falta información; los clubes deberán abrirse, aunque les costará porque quieren controlar lo que sale. Si no lo hacen, perderán fans.
P. ¿El producto que ofrece LaLiga está obsoleto?
R. No, no. El producto es fútbol y es el mejor que puedes ver en España. Pero si solo hablas del partido los 90 minutos, y esto no es una crítica, los jóvenes no quieren eso. Quieren vivir 24 horas alrededor de lo que pasa en el partido, quieren saber todo. Es como en el mercado de fichajes. Aunque no acabe sucediendo, el rumor de que si este va, que si una reunión en un restaurante… La expectativa es lo que se quiere. La Liga, además, ya no lucha con la Premier por mucho que quiera. Sí, lo hace con las plataformas, en cómo atraer a los consumidores. A los músicos y actores los conoces más por sus actividades y cómo las muestran al mundo. Los deportistas, no; están cada vez más encerrados y no los conoces.
P. ¿Ese pensamiento le vino cuando vio que sus hijos no veían un partido entero por televisión?
R. Desde antes. Yo de niño me conocía a los jugadores porque solo estaba la Liga, que era en abierto. Pero cuando acabé mi carrera a veces no sabía contra quién jugaba porque hay tal oferta de ligas, deportes… Todo está en pay per view. Además, están Netflix, HBO… Y la gente se gasta dinero en lo que quiere y puede.
P. ¿Cree que esta Liga es aburrida, con el Barça ganando por 1-0 o 0-1, ya con nueve puntos de ventaja sobre el Madrid?
R. La Premier reparte mucho más los derechos televisivos y eso hace que haya seis equipos siempre luchando por el título. Sé que la Liga quiere que haya emoción más allá de Barça y Madrid y hay que potenciar a los demás clubes.
P. ¿Hace deporte?
R. Desde el día que jugué el último partido contra el Almería no he dado un paso más rápido que otro.
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