La declaración de Negreira ante Hacienda: “El Barça consideraba que se lo perjudicaba y se favorecía a otros equipos”
El exdirigente arbitral dijo que trataba directamente con “los presidentes” del club azulgrana y negó haber usado el dinero para pagar a árbitros durante su comparecencia ante la Agencia Tributaria, a la que ha accedido EL PAÍS
Los inspectores de la Agencia Tributaria son los únicos que, por ahora, han escuchado de viva voz la versión de José María Enríquez Negreira sobre los pagos que, durante 17 años que coinciden con su etapa como vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), recibió del FC Barcelona. Cuando fue citado como investigado ante la Fiscalía, Negreira se acogió a su derecho a no declarar, alegando que padece alzhéimer. Ante Hacienda, sin embargo, arrojó luz sobre las presuntas motivaciones que llevaron al Barça a contratar sus servicios. EL PAÍS ha accedido al contenido íntegro de la declaración, en la que el exdirigente arbitral negó haber utilizado parte de los 7,3 millones que percibió del club para pagar a árbitros.
En octubre de 2021, tres años después de que el Barça rompiera la relación profesional con él, Negreira compareció personalmente ante Hacienda, que mantenía abierta una inspección fiscal sobre sus sociedades Dasnil y Nilsad, utilizadas para facturar al club azulgrana. Cuando los inspectores le preguntaron qué servicios prestaba a la entidad, el exárbitro contestó: “Ir a ver los partidos, personalmente o a través de compañeros exárbitros, y estar informado de por qué se habían tomado decisiones. El FC Barcelona consideraba que se perjudicaba al equipo y se favorecía a otros equipos. Esto es una hipótesis personal, nadie me lo ha dicho directamente. Mi obligación era dar mi opinión sobre los partidos en cuanto al arbitraje y los jugadores. Asesoramiento técnico. Lo que el FC Barcelona quería era asegurarse de que no se tomaban decisiones en contra del club, que todo fuera neutral”, precisó.
“¿Alguna vez pagó a algún árbitro o exárbitro con lo que recibía del FC Barcelona?”, preguntaron los inspectores. “No”, respondió Negreira, quien precisó que trataba directamente con los presidentes para hablar sobre el asunto. En su declaración citó directamente a dos: Sandro Rosell (2011-2014) y Josep Maria Bartomeu (2014-2020), ambos investigados por el juzgado de Barcelona que instruye el caso. “Los veía como mucho seis veces al año”, contó antes de admitir que no existe ningún documento que refleje la realidad de sus supuestos asesoramientos al club. Cuando le insistieron sobre el motivo de los pagos, Negreira dijo: “Así estaban tranquilos de que en el comité arbitral no había decisiones en contra del FC Barcelona, que todo era neutral”. El exdirigente aludió entonces a decisiones en el seno de ese organismo de gobierno de los árbitros, el CTA, que decide sobre ascensos y descensos de colegiados, pero no sobre, por ejemplo, quién dirige cada partido.
La inspección de la Agencia Tributaria fue el origen de la investigación de la Fiscalía, que el viernes presentó una denuncia contra el Barça por un delito continuado de corrupción en el ámbito deportivo. El ministerio público considera que los 7,3 millones que constan abonados a Negreira entre 2001 (con Joan Gaspart como presidente) y 2018 (Josep Maria Bartomeu) perseguían el amaño de partidos y la alteración de la competición.
La magistrada de Barcelona Silvia López ya ha admitido a trámite la querella, por lo que tanto el Barça (como persona jurídica) como los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu tienen ya la condición de investigados. La magistrada ha ordenado a la Guardia Civil que lleve a cabo las investigaciones necesarias para averiguar los “motivos” de esos pagos y el “destino” que Negreira le dio al dinero, que retiraba de forma periódica (él mismo y a través de colaboradores) en efectivo.
Un “interlocutor” del Barça en Madrid
Los pagos fueron mantenidos por todos los presidentes desde Gaspart y se interrumpieron por parte de la junta de Bartomeu en julio de 2018, presuntamente por una política de recorte de gastos. Uno de los elementos que llaman la atención a los inspectores de la Agencia Tributaria es que, apenas dos meses antes, Negreira había perdido su cargo como vicepresidente del CTA. Preguntado por esta cuestión, el exdirigente arbitral criticó al Barça por tomar la decisión “unilateralmente”. “Le envié una carta a Bartomeu y me quejé de incumplimiento de contrato; después lo llamé, pero no me cogió el teléfono”. En fechas posteriores, a través de su abogado, Negreira remitió diversos burofaxes al club en los que amenazaba con romper su “confidencialidad” con “todos los presidentes” del club con los que había tratado.
En mayo de 2021, meses antes de acudir en persona, Negreira había contestado a la Agencia Tributaria por escrito sobre Dasnil. Allí explicó que la empresa se dedicaba a enviar pedidos (bolígrafos personalizados, por ejemplo) y que él era el único que la gestionaba y dirigía. Sobre los pagos del Barça, dijo entonces que obedecían a su “gestión, trabajo y experiencia” en el campo arbitral y que él era “personalmente el beneficiario” de todos esos ingresos. El acuerdo alcanzado con el club era “verbal” y siempre trataba directamente, insistió también por escrito, con los presidentes. En esa respuesta, que es anterior a su comparecencia presencial, precisó algunas de las supuestas funciones por las que el club lo remuneraba tan generosamente: que el Comité de Competición (responsable de las sanciones a los jugadores) “no estuviera compuesto íntegramente por jueces madrileños”; que el Barça “dispusiera un interlocutor con la Federación que cuidara las relaciones institucionales” o “mantener informado al club de posibles intereses o desavenencias” entre la Liga y la Federación.
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