La querella del árbitro del VAR por los pagos del Barcelona a Negreira paraliza la investigación de la Fiscalía

La Fiscalía de Barcelona ha tenido que echar el freno de mano en la investigación abierta por los pagos presuntamente irregulares del FC Barcelona al exdirigente arbitral José María Enríquez Negreira. Los policías ya no van a poder tomar nuevas declaraciones a testigos o investigados, ni examinar nuevos documentos para acreditar los delitos de administración desleal y corrupción entre particulares. La querella que el árbitro del VAR Xavier Estrada Fernández ha presentado en los juzgados de Barcelona por los mismos hechos obliga al ministerio público a paralizar unas pesquisas que tiene en marcha desde mayo de 2022, cuando la Agencia Tributaria le remitió un informe sobre los pagos que el Barça hizo, hasta 2018, a la empresa Dasnil, propiedad de Enríquez Negreira, mientras era número dos de los árbitros españoles.

Además de molestar a sus colegas, la querella de Estrada Fernández ha tenido otro efecto colateral: ha obligado a concluir precipitadamente la investigación de la Fiscalía. La ley obliga al fiscal a cesar en sus diligencias de investigación cuando tenga conocimiento de que un asunto ha sido judicializado, o sea que está en manos de un juez. La querella ha sido ya repartida en los juzgados de Barcelona, según han explicado fuentes judiciales a este diario. Con independencia de que el juez de turno decida archivar o admitir a trámite la denuncia, el mero registro de la querella supone la pérdida de competencia del fiscal, que ultima ahora su informe final sobre el caso. Ese escrito será presentado, según las mismas fuentes, la próxima semana ante el juzgado que corresponda. La Fiscalía está valorando ahora si se limita a remitir los hechos o elabora una denuncia formal.

Las diligencias de la Fiscalía no han podido acreditar el motivo real de esos desembolsos millonarios ni el destino que el exdirigente dio al dinero, que retiraba de manera periódica en efectivo. La investigación tenía previsto ahondar en ese camino, pero ya no va a ser posible. Persisten las dudas; por encima de todas, qué objetivo tenían unos pagos con los que, según declaró Enríquez Negreira ante Hacienda, el Barça pretendía asegurarse arbitrajes “neutrales”, que no le perjudicasen. Esa incógnita deberá despejarla ahora el juzgado una vez que el exárbitro Estrada Fernández —que dirigió partidos al máximo nivel en España y Europa hasta el año pasado y ahora integra el equipo de colegiados de videoarbitraje (VAR)— se querelló, el pasado viernes, contra el exdirigente arbitral y su hijo, Javier Enríquez.

Según avanzó este diario, al menos desde 2001 y hasta 2018 el exvicepresidente del Comité Técnico Arbitral, el órgano de gobierno de los árbitros en España, recibió casi siete millones de euros por supuestas asesorías verbales que, según los investigadores, no han sido acreditadas. Su hijo Javier, coach deportivo, también percibió pagos del club por informes escritos y en DVD sobre el comportamiento de los árbitros en el terreno de juego. Esos informes sí han sido aportados a las diligencias, tanto por el profesional como por el Barça, y en principio no se duda de su veracidad. Sí forma parte de la investigación el papel jugado por un exdirectivo del FC Barcelona ya fallecido, Josep Contreras, que presuntamente percibió, como comisionista, hasta el 50% del importe que el club pagó por los servicios de Javier Enríquez.

Estrada, de 47 años, argumenta en su querella que Enríquez Negreira “tenía o podía tener” influencia sobre los árbitros y señala que los hechos atentan contra la “transparencia del fútbol profesional” y la “integridad” del gremio. El abogado que firma la querella, Jorge Culleré, añadió en declaraciones públicas que Estrada ha actuado por su “honorabilidad” y para defender “el buen nombre de los árbitros y la limpieza de la competición”. “Es un mensaje para decir que se tiene que investigar hasta el final y que los árbitros no tienen nada que esconder”, afirmó.

Cuentas, empresas y declaraciones

Las diligencias se abrieron en mayo de 2022 y, dada su complejidad y la necesidad de profundizar en el asunto, se prorrogaron en noviembre. Durante estos nueve meses, los investigadores han solicitado información al FC Barcelona, han analizado las cuentas de Dasnil y de las otras empresas involucradas, han examinado el patrimonio de Enríquez Negreira y su hijo y han tomado declaración a diversas personas. Entre ellas, en calidad de investigado, el expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu, así como diversos testigos, entre ellos responsables de finanzas y administración del club. En julio de 2018, el equipo de Bartomeu decidió poner fin a los pagos a Enríquez Negreira, lo que provocó la reacción airada del excolegiado, que amenazó con romper su “fidelidad” con “todos los presidentes” del Barça si no seguía cobrando.

Se da la paradoja de que, aunque fue el equipo de Bartomeu el que rompió con Negreira, es el que previsiblemente asumirá las consecuencias penales que se deriven del caso, ya que los hechos que afectan a otros presidentes habrían prescrito. La investigación ha acreditado que existen pagos desde 2001, en la etapa de Joan Gaspart, con independencia de que se remonten a la presidencia de Josep Lluís Núñez. La empresa Dasnil, que no tenía actividad ni clientes más allá del Barça, se creó en 1995 con el único objetivo de facturar al club, lo que hace pensar a los investigadores que fue ese el momento en el que la operativa se puso en marcha. En cualquier caso, los pagos se mantuvieron durante las presidencias de Joan Laporta —que aumentó su importe de forma notable, tal como avanzó este diario—, Sandro Rosell y Bartomeu.

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