El gol que acredita a Pablo Torre

Pablo Torre (Soto de la Marina, 2003) no paró de correr ni de jugar -siempre que pudo- hasta reventar después de marcar el 2-4 del Barça en Pilsen. “Se me subieron los gemelos”, explicó en la zona mixta después de ser retirado del campo en camilla y sustituido a los 78 minutos por Álvaro Sanz. El cántabro estaba tan exhausto como dichoso después de coronar su actuación con un excelente gol que no admitió réplica de Stanek. Pablo Torre había perseguido aquella jugada desde que saltó al campo y, una vez conseguida, su presencia ya no tenía razón de ser en el Doosan Arena.

“Ataqué el espacio, Raphinha me ha visto y puesto la pelota y yo la he podido parar y marcar”, resolvió acalambrado Pablo Torre. El gol es un compendio de las virtudes que tanto se han destacado del jugador desde su llegada en verano al Camp Nou. El desmarque para recibir, el control orientado con la derecha y el remate violento con la izquierda que bate al portero del Viktoria. Pablo Torre tiene un tren inferior poderoso, cuida muy bien el balón, es hábil, finta, regatea y, sobre todo, gira, el detalle decisivo para saber si un centrocampista es válido para el juego del Barça.

Hay algún técnico que sostiene desde hace tiempo que Pablo Torre se parece a Pedri. El cántabro también presume de que se ha inspirado en Xavi, Iniesta, Messi y en el Barcelona de Guardiola. El hoy entrenador azulgrana animó incluso al jugador cántabro en una llamada telefónica para que recalara en el Camp Nou. Las expectativas eran máximas y la presión sobre futbolista aumentó a partir del momento en que firmó un contrato hasta 2026 con una cláusula de 100 millones de euros después de que el club azulgrana pagara 5 millones al Racing.

Pablo Torre, sin embargo, se encontró prácticamente sin equipo a pesar de su condición de azulgrana: ni se sentía jugador del filial -por más que su ficha lo certificara- ni figuraba en las convocatorias del primer equipo, hasta el punto de que se planteó una cesión de vuelta al Racing, el club con el que la pasada temporada marcó 10 goles y contó 9 asistencias para rubricar el ascenso a Segunda A. Pablo Torre solo ha disputado un partido con el Barça Atlètic de Márquez y había jugado 30 minutos con el Barça de Xavi hasta que se estrenó como titular en Pilsen.

Ante el Viktoria, el interior barcelonista formó en el once inicial y aguantó hasta el último cuarto cuando frente al Bayern de Múnich solo había estado ocho minutos en el campo; nueve contra los checos en el Camp Nou y 13 ante el Athletic. Pablo Torre celebró la efeméride con un gol después de un partido en el que nunca dejó de ser protagonista desde la demarcación de interior izquierdo: cometió un penalti, le tiró un caño y recibió como respuesta un manotazo de N’Diayé y el portero Peña le redimió de un error en el pase que provocó el disparo de Kalvach.

Aunque las circunstancias del partido jugaron en su contra, por las marcas individuales del contrario y la formación dispuesta por Xavi, Pablo Torre no se rindió a los 19 años, tan introvertido en el vestuario como expansivo en la cancha, mucho mejor en ataque que en defensa y posicionalmente: fue el que más pases dio (20) en el último tercio de campo después de Jordi Alba (22). Internacional sub-19, el hijo de Esteban Torre, exfutbolista también del Racing, aprovechó la oportunidad que le llegaba después de la salida del club azulgrana de Nico y Pjanic.

El próximo reto de Pablo Torre será seguramente jugar con Pedri, aunque tendrá que ser en la Copa, en la Liga o la Liga Europa, porque la actuación azulgrana en la actual edición de la Champions se acabó en Pilsen con un fenomenal gol suyo que supuso el definitivo 2-4.

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