Xabi Alonso, entrenador-jugador para inculcar su propuesta

En su empeño por transformar al Bayer Leverkusen en un equipo más dominante y sofisticado, la figura de Xabi Alonso ha emergido en los entrenamientos como la de un jugador más ante la sorpresa de gran parte del plantel. Enfundado con la ropa de faena, sus futbolistas experimentan a diario el correr junto al técnico o cómo este también participa en la mayoría de los ejercicios tácticos para reforzar su labor didáctica. Alonso se mezcla entre el grupo con la intensidad de un profesor que trata de conquistar a un nuevo alumnado con clases magistrales a diario. Su objetivo es dotar al equipo de una mayor tenencia de la pelota alternando el juego corto con el largo. Una reminiscencia de lo que él fue como jugador.

De momento ha elevado los porcentajes de posesión del 52% al 58% respecto a su antecesor, el hispanosuizo Gerardo Seoane. El número de pases por partido se ha incrementado de 468 a 557, casi una centena. Bajo esas estadísticas, Alonso se acerca a la versión que pretende de un equipo que gobierne el juego a través de la pelota.

La implicación en el trabajo diario del nuevo técnico también ha impactado entre los dirigentes de la entidad que vive bajo el mecenazgo histórico de la farmacéutica de las aspirinas. En la entidad reina la satisfacción por la repercusión del fichaje como amplificador de la marca. También existe la certeza entre la dirigencia del Leverkusen de que la apuesta puede revitalizar a un conjunto que tiende a doblarse ante la adversidad, pese a que los resultados aún no acompañan el trabajo del nuevo técnico. “Xabi tiene una fuerza enorme. Eso se nota en su manera de dirigir desde la línea, pero sobre todo en cada sesión de entrenamiento. Es el hombre que nos devolverá el fuego”, confesó en el diario Bild el director deportivo, Simon Rolfes.

En Alemania la expectación que ha creado el fichaje de Alonso es elevada. Los analistas y parte de la prensa han visionado su llegada como la de un nuevo Pep Guardiola. Ven en el preparador vasco a un entrenador que tratará de imponer un sello particular que aportar a la Bundesliga. Esto también provoca ciertos recelos en un fútbol que ya presume de estar a la cabeza del nuevo paradigma del juego, consistente en las transiciones rápidas en ataque y en la repetición de esfuerzos cortos e intensos con y sin balón. Alonso también se maneja sobre esas premisas.

En los cuatro partidos que ha dirigido, Xabi Alonso ha pasado de la algarabía del primer fogonazo, la goleada endosada al Schalke (4-0), a la misma realidad que ya condenó a Gerardo Seoane. La tunda recibida ante el Eintracht de Fráncfort (5-1) y el último empate en casa ante el Wolfsburgo (2-2) no han permitido al Leverkusen abandonar el penúltimo puesto de la tabla en la Bundesliga. La dura derrota en el BayArena ante el Oporto (0-3) también reafirmó el diagnóstico que acabó con Seoane.

Debilidad defensiva

La fragilidad defensiva sigue condenando a un equipo al que le cuesta sobreponerse a los goles que encaja con demasiada facilidad. El promedio de tantos recibidos ha aumentado bajo la dirección de Alonso de 1,9, a 2,5, aunque también el de los anotados, de 1,17 a 1,75. “Nuestro trabajo es encajar las piezas y crear una forma de jugar y de competir para, en partidos como este y muchos más, poder dar el nivel”, explicaba ayer Alonso en la sala de prensa del Metropolitano. Allí expresó en inglés, alemán y castellano sus sensaciones por tener enfrente al Atlético y a Simeone. “De Simeone me inspira su autenticidad y capacidad de transmitir al equipo. Es de los mejores en eso, en saber que el jugador vaya percibiendo lo que quiere. Después hay mil conceptos futbolísticos, pero de saber llevar y gestionar al jugador es un adelantado. Es muy bueno”, advirtió Alonso sobre el técnico rojiblanco. “Contra el Atlético me tocó muchas veces jugar y sabes que lo que transmite el entrenador lo transmiten también la afición y el club. Han construido un sentimiento muy claro y es lo que esperamos encontrarnos”, incidió Alonso.

Su equipo tratará esta noche de cortar la hemorragia defensiva que padece y plantarle cara al Atlético. “Con lo que somos y queremos ser venimos a competir en un partido bonito. Son noches de Champions y nos tiene que gustar jugar y estar preparados para ellas”, advirtió entusiasta el técnico tolosarra.

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