Scariolo: “Es la medalla más inesperada y satisfactoria”
El seleccionador afirma que el equipo ha superado “un Everest” para asegurarse su séptimo metal europeo seguido
Pasan las generaciones, cambia el formato y se multiplican las sedes, cinco ciudades diferentes en este torneo engordado con 24 selecciones, pero España sigue atornillada al podio en un Eurobasket. Desde 2007 no pierde el puesto entre los tres mejores del continente, y mañana contra Francia besará un oro o una plata para estirar la racha de siete metales consecutivos: hasta ahora, tres dorados (2009, 2011 y 2015), uno plateado (2007) y dos de bronce (2013 y 2017). La selección no pierde una final ante un rival que no sea Estados Unidos desde que cayó hace 15 cursos ante Rusia en el Europeo. De los 14 encuentros decisivos por un título en su historia, nueve los ha disputado en este siglo.
“No encuentro las palabras para felicitar a mis jugadores”, expresó Sergio Scariolo. El seleccionador, de 61 años, se aseguró colgarse su octava medalla en 10 grandes torneos en el banquillo de la selección. Solo regresó sin metal en el Mundial de 2010 y en los pasados Juegos de Tokio. Y con este nuevo éxito da otro paso más entre los elegidos. El entrenador italiano desempata con los serbios Ivkovic y Nikolic al atar su quinto metal europeo, y solo tiene ya por delante al mítico Gomelsky, que conquistó 10 con la Unión Soviética, siete de ellos de oro. “Esta medalla es la menos esperada pero también la más satisfactoria y gratificante. Estoy bastante tranquilo, ahora dándole vueltas a ver cómo podemos seguir engañando al personal”, comentó Scariolo sobre el duelo de mañana contra Francia, “un equipo de otra dimensión”. “Hemos superado un Everest y ahora intentaremos algo para poder competir”, comentó el entrenador.
“El dato más grande es el carácter y la competitividad de estos jugadores, cómo se han conjuntado al margen del rendimiento individual, ayudando al que está en dificultad y aprovechando al compañero que está bien. Normalmente los equipos más competitivos son los que ganan”, dijo Scariolo recordando la intensidad que muchos de los debutantes en una gran cita exhibieron en momentos cruciales del duelo ante Alemania. “La frialdad no es la cualidad que esperas en jugadores que no están acostumbrados a estos partidos, pero les hemos hecho crecer así. No os imagináis cuánto de esto viene desde atrás, desde las ventanas, cuánta gente hay detrás trabajando en las categorías inferiores que han ayudado a crear esta personalidad. El idioma de cómo se gana también lo han transmitido los que no están”.
Scariolo y Rudy Fernández son el hilo conductor con la gran generación de oro. El alero y capitán se aseguró su 11ª medalla en 16 grandes citas, con lo que igualará a Pau Gasol en número de metales, ambos superados por los 12 de Laia Palau. “Nadie daba nada por nosotros, hemos trabajado y luchado... Nosotros hemos creído y estamos en la final. Sabíamos que si el partido estaba igualado y seguíamos con nuestras defensas, cambiando sistemas, podíamos apretarles. Se han visto bloqueados y en ataque hemos encontrado los tiros abiertos. Esta camiseta es el secreto, esta familia”, comentó Rudy, firme en la élite a los 37 años pese a un cuerpo con muchas cicatrices.
🔉🇪🇸Habla @rudy5fernandez y este vídeo hay que escucharlo.
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) September 17, 2022
Palabra de capitán.
"Este orgullo que siento por vosotros lo voy a recordar toda mi vida"
📽️ @BaloncestoESP pic.twitter.com/hiNy1rb4pX
El ejemplo de Rudy ha curtido a jugadores como Alberto Díaz, el base del Unicaja que fue descartado y luego repescado por Scariolo tras la lesión de Llull. Su entrega defensiva simbolizada ese espíritu gremial que ha devuelto a España a una gran final. “Ha sido increíble. Sabíamos que iba a ser duro pero si nos manteníamos hasta el final del partido íbamos a tener nuestras opciones. Tenemos un grupo increíble. La experiencia de vivir esto con los compañeros está siendo espectacular. Nos queda un partido, que iba a ver desde el salón de mi casa pero ahora estaré en Berlín”, comentó el malagueño. Juancho Hernangómez añadió: “El trabajo de los entrenadores está siendo de diez. Están trabajando hasta altas horas de la noche preparando el partido. Tienen un plan A, plan B y plan Z. Hay mucho trabajo detrás de nosotros, somos ejecutores de un plan. Ellos son unos ingenieros del baloncesto y en ellos creemos”.
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