Nadal: “Tengo que atender cosas mucho más importantes que el tenis”

El primer paso para conseguir algo es creer en ello. Y sencillamente, Frances Tiafoe creyó. “Salí a la pista creyendo que podía ganarle. Y fui a por ello. Siento que no tengo nada que demostrar, sino que estoy aquí para jugar al tenis y disfrutar”, concedía el estadounidense después de apartar a Rafael Nadal del sueño de conquistar por quinta vez el US Open, su tercer major del año. Acabó con la imbatibilidad del mallorquín esta temporada en los grandes escenarios –la renuncia a las semifinales no consta oficialmente como derrota– y dio la campanada. El español, de 36 años, terminó así un recorrido lleno de curvas y vaivenes, estando sin estar.

Durante dos semanas, su mente viajaba hacia otra parte. Directamente a Manacor. A todos los contratiempos físicos que ha ido arrastrando a lo largo del año (covid, pie, costilla, abdominal) Nadal añadió recientemente uno de carácter personal, relacionado con el embarazo de su mujer.

“Está bien”, comentaba hace unos días en un discurso liberatorio. Necesitaba transmitirlo. Aun así, la zozobra interior seguía ahí y se trasladó a la pista, repercutiendo negativamente en el juego. “He jugado un mal partido, él ha jugado un buen partido. Él es muy rápido y muy joven. No he sido capaz de hacerle daño”, resumió sin subterfugios. Después profundizó en el origen de la irregularidad de estos días, resueltos a golpe de oficio hasta que chocó con el muro de Tiafoe.

“Tengo cosas mucho más importantes que el tenis que atender. A partir de ese principio básico, tomaré las decisiones adecuadas según cómo vaya todo en mi vida personal. Tenía que hacer un esfuerzo aquí, y lo hice. No ha salido como me habría gustado”, expuso el campeón de 22 grandes. “Es momento de resetear. Han sido unos meses difíciles. Toca empezar de nuevo, profesionalmente hablando. Ahora es el momento de tener el primer hijo y confiar en que todo salga bien”, prolongó el número tres del mundo, que pese a la eliminación podría regresar el lunes a la cima del circuito en función de la casuística; Carlos Alcaraz y Casper Ruud son los otros aspirantes.

Rodaje, frescura e “intangibles”

Desde hace tiempo, la cima del ranking no es algo a lo que Nadal le conceda excesiva importancia. Hoy día mucho menos. “Lo he intentado. Había entrenado bien, estaba contento; luego, en competición, me falta frescura, rodaje, tranquilidad, cosas intangibles… La realidad es simple: no he jugado bien, y cuando eso ocurre debes perder. De eso se trata el deporte. Sea por lo que sea, no he conseguido rendir al nivel que necesitaba desde el primer día”, prosiguió Nadal, con ganas de volver a casa de inmediato.

Interrogado sobre sus planes de aquí a final de temporada, el español anticipó que le gustaría “intentar entrenar de nuevo y hacer una mini pretemporada para poder acabar el año en Europa con buenas sensaciones”. En principio, su hoja de ruta lo iba a conducir al O2 de Londres para reencontrarse con el suizo Roger Federer en la Laver Cup (del 23 al 25 de septiembre); en cualquier caso, todo queda supeditado a su circunstancia personal: “Queda algún torneo por delante, si es que todo lo demás va bien”.

Ha sido un US Open espinoso para Nadal, con obstáculos desde el primer día. El australiano Rinky Hijikata lo obligó a remontar en el estreno y en la segunda estación tuvo que sortear un escollo aún más complicado ante Fabio Fognini, tras una noche realmente complicada. Luego tuvo una tregua contra Richard Gasquet, siempre dócil, pero esta vez chocó con un rival que anunció que iba “a por él” y que cumplió a rajatabla. “Quince minutos después de perder, todo es oscuro, pero es normal. Pero no queda más remedio que seguir. Es lo que he hecho siempre, y confío en seguir teniendo la fuerza para hacerlo”.

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