Pjanic o la noria del Barcelona por dar con el sustituto de Busquets

Xavi Hernández y Ronald Koeman han sido futbolistas de referencia en el Barça. Ambos coincidieron también como entrenadores azulgrana, al igual que sus antecesores desde Pep Guardiola en 2008, en que no hay mejor medio centro que Sergio Busquets. Nadie ha encontrado todavía un recambio para el volante central catalán de 34 años que tiene decidido abandonar el club en 2023 para jugar en la MSL. La elección del sustituto se dilata porque Busquets es único en su puesto, resulta regular y fiable y los técnicos ni siquiera se ponen de acuerdo sobre quién debe ocupar su lugar cuando no puede jugar ocasionalmente como es el caso de este domingo en Anoeta después de ser expulsado ante el Rayo. Tampoco Koeman y Xavi coinciden sobre el medio que mejor puede ejercer de Busquets: el actual entrenador piensa en alguien que el neerlandés no quiso ver ni en pintura: Miralem Pjanic.

“Hay centrocampistas mejores”, respondió Koeman cuando la pasada temporada descartó a Pjanic. El bosnio se rebajó el sueldo a la mitad para poder jugar en el Besiktas. “El entrenador me ha faltado al respeto”, argumentó antes de debutar en Turquía. Acabada la cesión, el futbolista regresó al Camp Nou y en la pretemporada se ganó a Xavi. “Me ha convencido, se queda con nosotros. Tiene una visión de juego única”, explicó el técnico, convencido de que el juego de posición, línea de pase y golpeo de balón de Pjanic es el segundo mejor de la plantilla después de Pedri. Xavi apuesta por el bosnio después de acceder a la cesión de Nico al Valencia y dar salida de Riqui Puig a Los Ángeles Galaxy. La alternativa es Frenkie de Jong y no hay que descartar tampoco a Sergi Roberto ni a Kessié. Ocurre que Pjanic, a sus 32 años, nunca estuvo tan bien situado para ser titular del Barça.

La misma melancolía que Johan Cruyff descubrió en Meho Kodro para explicar por qué no había triunfado en el Barcelona es la que ha tenido apesadumbrado a Pjanic desde su fichaje por el club azulgrana en 2020. No es fácil encontrar el sitio en un equipo cuando la contratación ha sido decisión de la directiva por una cuestión de ingeniería contable y no deportiva como pasó con la junta de Josep María Bartomeu: un trueque con la Juventus entre Pjanic y Arthur Melo tasado oficialmente en 60 millones más variables para poder cuadrar el presupuesto 2019-2020.

Una mala experiencia

Pjanic montó una fiesta con sus familiares y amigos para celebrar su pase al Camp Nou y las crónicas aseguran que incluso rompió a llorar de emoción por poder coronar un currículum que incluía equipos como el Olympique de Lyon, Roma y Juventus. Y es que Pjanic llegó a estrenarse en el Gamper como sustituto de Busquets. Koeman, sin embargo, dejó de contar progresivamente con el bosnio para un equipo que no paraba de dar vuelta en una espiral diabólica que acabó por devorar al propio técnico que regresará a la selección de los Países Bajos. Pjanic, afectado además por la covid, apenas jugó 30 partidos incompletos en 13 meses, pasó sin pena ni gloria, hasta que regresó el pasado verano al Camp Nou e interesó a Xavi.

La expulsión de Busquets, la segunda en 452 partidos y 14 temporadas, juega ahora a su favor en el encuentro contra la Real Sociedad. La situación es de emergencia y por tanto se requiere a una solución temporal como puede ser la del internacional por Bosnia. La alternativa definitiva podría ser curiosamente el medio centro que alineará el equipo contrario: Martín Zubimendi. Tiene 23 años y le gusta tanto a Xavi como al seleccionador Luis Enrique.

El Barcelona parece que ha dejado de mirar a la Masia para dar con el futuro medio centro que se inventó Cruyff nada más llegar al Camp Nou en 1988. Aquel día debutó Luis Milla y, desde entonces, han dirigido la sala de máquinas azulgrana históricos como Guardiola o Busquets. Hasta Xavi e Iniesta jugaron de volantes centrales; ahora podría hacerlo Pjanic por decisión de Xavi.

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