Rafa Nadal cae a las primeras de cambio en Cincinnati: “Necesito mejorar”

No pudo ser. 42 días después del obligado adiós a Wimbledon, donde una lesión abdominal pudo con sus aspiraciones, Rafael Nadal ha perdido esta madrugada en su regreso al cemento de Cincinnati (7-6(9), 4-6 y 6-3), un Masters 1000 que, si bien ganó en 2013, nunca ha sido plato de buen gusto para el español. En un partido cercano a las tres horas, en el que la lluvia, esperada, obligó a detener el choque durante largos minutos, Nadal ha caído ante el croata Borna Coric, 25 años, desde hoy, miembro de un selecto grupo, el de los cuatro tenistas que gozan de un balance positivo ante el manacorí: Novak Djokovic (30-29), Dustin Brown (2-0), Álex Corretja (2-0) y, ahora, el de Zagreb (3-2).

“No he jugado mi mejor partido. Es algo que puede pasar después de un tiempo sin competir y que históricamente me ha ocurrido en este torneo. No puedo más que felicitar a Borna [Coric] porque ha jugado un gran tenis”, dijo el español tras el encuentro. Y añadió: “Es difícil extraer cosas positivas de una derrota así, aunque conozco este camino. Necesito mejorar, necesito entrenar duro, pero lo prioritario para mí es mantenerme sano. El último mes y medio no ha sido nada sencillo”.

Lastrado en la confianza, donde la lesión abdominal mina su desempeño en el saque, Nadal reconoce que todavía necesita soltarse: “La cicatriz me hace jugar algo más conservador y estar más errático en los momentos importantes del partido”.

No miente. En el disputadísimo primer set, un toma y daca constante interrumpido por el agua durante más de una hora —el Masters de Cincinnati es uno de los muchos torneos que sigue sin techar su pista central—, el español cedió la primera gran ventaja del choque cometiendo una doble falta inusual (sumó siete en todo el choque). “El desgarro en el abdomen te afecta mucho a la hora de sacar”, asegura él, sin ánimo de justificarse. Y detalla: “Hay una línea muy fina entre sentir las molestias típicas, nada preocupantes, que supone tener una cicatriz en el músculo o establecer si ese dolor ocurre porque algo no va bien”.

Pese a todo, Nadal consiguió, una vez más, darle la vuelta a la situación y llevar el partido al tercer set tras imponerse con autoridad en el segundo (6-4). Ahí, tras una consulta rápida al juez de silla, que dio su aprobación, el español comenzó a conversar con su box sin disimulo, algo novedoso en el circuito ATP, donde entrenador y jugador tenían prohibido intercambiar opiniones durante el encuentro hasta el pasado 11 de julio.

En la tercera manga, Coric, apartado del circuito los dos últimos años por una complicada lesión en el hombro derecho, se mostró plenamente recuperado e hizo valer su condición de sacador indomable: 12 aces, el doble que Nadal.

El español, con las dudas propias del retorno a las pistas, no supo resolver el rompecabezas croata —Roberto Bautista lo sufrió también en la noche de este jueves en segunda ronda al caer (6-2 y 6-3)— y, ante la sorpresa de los más de 10.000 asistentes a la pista central, cayó a las primeras de cambio en Cincinnati, donde a lo largo de su carrera ha registrado un 65% de victorias, lejos de su media en el resto de Masters 1000: 81%.

Ahora, con la flexibilidad del músculo abdominal todavía disminuida por la cicatriz, el español tiene claro su camino antes del Abierto de Estados Unidos que comienza el 29 de agosto: “Voy a hacerme unas pruebas para comprobar que no hay problemas. Me queda una semana y media para llegar a Flushing Meadows y tengo que activar ya el modo Grand Slam”.

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