El Valencia despide a José Bordalás

Peter Lim ha hecho trizas el sueño de José Bordalás en Mestalla. El máximo accionista del Valencia, después de un tiempo alejado del gobierno del club, vuelve a tomar los mandos para pilotar con energía un nuevo proyecto. Su primera decisión fue destituir por indisciplinado a Anil Murthy, el presidente más longevo del club junto a Arturo Tuzón. La segunda, fue imponer otro dirigente y un director general, ambos provisionales a la espera de encontrar candidatos de otro perfil “más local”; y la tercera, que se ha precipitado este viernes, ha sido despedir al técnico José Bordalás. El siguiente movimiento será anunciar a Gennaro Gattuso como nuevo entrenador para las dos próximas temporadas más otra opcional. Lim vuelve a operar como propietario plenipotenciario, apoyado por Jorge Mendes.

Según confirmaron fuentes del club y del entorno del entrenador, el secretario técnico Miguel Ángel Corona llamó a Bordalás esta mañana para comunicarle que no seguía. Ahora, Meriton pagará la indemnización -entre 500.000 y 700.000 euros- para romper unilateralmente la temporada que le quedaba al alicantino de contrato en Mestalla. En el momento cierre el finiquito del alicantino, se anunciará la contratación de Gattuso.

Bordalás se despide del Valencia tras una temporada mediocre en la Liga, pero acariciando la conquista de la novena Copa del Rey. En su arriesgada apuesta por levantar el trofeo, decidió reservar a sus mejores peones desde la clasificación para la final, aunque por el camino sacrificase las opciones del equipo para jugar en Europa la próxima temporada. El juego del equipo, ramplón, envió al Valencia a la novena posición de la tabla a 11 puntos de la Conference League del próximo curso.

El expresidente Anil Murthty ha cuestionado el modelo de juego del alicantino en las conversaciones con diferentes representantes a lo largo del curso. Meriton llevaba meses buscando alternativas para el banquillo y la prensa italiana ha destapado estos días que un representante de Lim se reunió en Milán con Gattuso antes de la final de la Copa. Bordalás se siente estafado. Ganar el trofeo tampoco hubiera supuesto su continuidad. Su destino estaba sentenciado. Sus ataques al club por la planificación deportiva, algo en común con Marcelino y Javi Gracia, técnicos que también corrieron la misma suerte, lo habían condenado.

Las diferencias estallaron en el mercado de invierno cuando el técnico, que se sentía engañado por la propiedad, dijo que se apartaba de los fichajes en una dura conferencia de prensa. El entrenador se marchó de vacaciones el 21 de mayo sin tener clara su continuidad. En las dos últimas apariciones ante los medios, había levantado la bandera blanca, disculpando al club por no haberlo citado todavía, con la temporada decidida, para clarificar su futuro. Pese a que no ha estado cómodo durante el curso, estaba dispuesto a seguir en un escenario de mínimos si el Valencia era franco con él. En ningún caso quería dimitir y pagar la penalización.

Bordalás ha estado en Alicante los últimos 13 días esperando una respuesta y, primero perplejo y luego enfadado, se ha enterado por la prensa de que su sustituto estaba en Singapur, un viaje que él no hizo nunca porque no fue elección del máximo accionista. Porque en Valencia sólo los entrenadores que escoge Lim viajan a conocerlo.

El dueño del Valencia devora entrenadores. Desde su ático de Singapur, accionando el mando a distancia, acumula nueve destituciones desde que en 2014 se hiciese con la mayoría accionarial. Por este orden, Lim ha fulminado a Juan Antonio Pizzi, Nuno Espírito Santo, Gary Neville, Pako Ayestarán, Cesare Prandelli, Marcelino García Toral, Albert Celades, Javi Gracia y José Bordalás, jugando con Voro como comodín cada vez que ha necesitado un técnico para cinco periodos de transición. Su colección de víctimas incluye, a su vez, un director general, Mateu Alemany; cuatro directores deportivos, Francisco Joaquín Rufete, José Ramón Alesanco, Suso García Pitarch y César Sánchez; y tres secretarios técnicos, Vicente Rodríguez, Jorge López y Pablo Longoria. Numerosos empleados de oficinas también han perdido su empleo.

Lejos de la parcela deportiva, sus cambios han alcanzado también a la presidencia. Hasta tres presidentes, dos de ellos a los que tilda de “empleados”, se han sucedido en Mestalla. Amadeo Salvo, el facilitador de su llegada al club, Lay Hoon Chan y Anil Murthy han sido su correa de transmisión en Mestalla.

Acaba de instalar a un cuarto, dice que de manera provisional hasta que encuentre al definitivo. El lunes pasado Lim ungió a Khojama Kalimuddin, miembro del consejo de administración, que tiene un pasado turbio como directivo de ExxonMobil Asia Pacific PTE, filial en Singapur de la compañía internacional norteamericana de petróleo y gas, según denuncia el exvicepresidente del Valencia Miguel Zorío. “Peter Lim pone al frente del Valencia CF al exvicepresidente de ExxonMobil Asia Pacific PTe, jubilado forzosamente en 2013 tras los escándalos de gestión medioambiental de la multinacional del petróleo norteamericana. En sus 33 años al frente de Exxon, la multinacional fue acusada por Greenpeace de falsear sus datos sobre el cambio climático para aumentar sus beneficios económicos. Khojama Kalimuddin tuvo que abandonar su último trabajo hace 9 años tras ser acusada su empresa de abusos de los derechos humanos en Indonesia”, indica Zorío.

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