Laso y la gestión de los segundos en los que al Madrid se le escapó la gloria: “Teníamos que haber hecho falta”
El técnico relata su visión del desenlace de la la final, en el que su equipo se quedó sin opciones de un último lanzamiento para evitar el triunfo del Efes
El Real Madrid se presentó en la final de la Euroliga tras resucitar en el último mes con 10 victorias consecutivas. Pero en el Stark Arena de Belgrado no llegó la undécima, ni con minúscula ni con mayúsculas. El triunfo del Efes fue la derrota número 200 del Madrid de Laso en 11 años de constancia competitiva —con 32 finales sobre 43 posibles y 651 triunfos en 851 partidos bajo su gestión (un 76% de victorias)—, que no encontraron el premio de la tercera corona continental en cinco finales. La manta madridista que abrigó una meritoria defensa no pudo cubrir un ataque que se quedó yermo en la segunda mitad (23 puntos). Los blancos llegaron a tener una renta de nueve puntos a falta de 15 minutos, pero a partir de ese instante protagonizaron una odisea. La clase de Vasilije Micić, la aparición indetectable de Tibor Pleiss y la mala gestión de los últimos instantes del encuentro condenaron al Madrid.
Entre la decepción y la autocrítica el propio Laso explicó ese tramo final en el que se esfumaron las opciones de su equipo. “Con un punto abajo (57-58 a falta de 45 segundos) era un momento difícil para decidir. Ahora lo fácil, cuando pierdes, es decir que teníamos que haber hecho falta”, reconoció el entrenador madridista en la sala de prensa. “Creo que teníamos tiempo suficiente, con algo más de tres segundos de diferencia entre el final de su posesión y el final del partido. Podíamos defender y tener la última posesión. Pero no pudimos coger el rebote y no pudimos atacar. Si me preguntan ahora si teníamos que haber hecho falta en la última jugada: sí, teníamos que haberla hecho. Pero tampoco sé qué habría pasado”, completó, antes de hacer un análisis más global del encuentro. “Si a un equipo con el talento del Efes lo dejas en 58 puntos, es que el plan defensivo ha sido muy bueno. Siempre habrá detalles, pero el plan es bueno. Ofensivamente, el número de asistencias que hemos dado (14 por 7 del Efes), con el porcentaje tan malo que hemos tenido, también ha sido bueno. Pero estamos jodidos y ahora solo veo lo malo”, recalcó Laso.
Un inventario medido. “No podemos reprochar nada a los chicos, lo han dejado todo. Era un cara o cruz ante un equipo muy difícil. Nuestro plan era haber llegado al final con más ventaja, pero se lo han llevado ellos, no ha podido ser”, remató el entrenador del Madrid mientras desfilaba el desencanto a su alrededor. “El palo es durísimo, no os imagináis cuánto”, dijo Alberto Abalde. “Nos ha faltado muchísimo acierto. Hemos jugado bien durante muchos momentos del partido, pero no hemos metido, no hemos metido… no sé cuál ha sido el porcentaje. Tengo en la cabeza muchos de mis tiros, muchos de mis compañeros…”, se lamentó el alero internacional. “Todo el mundo nos pregunta por la última posesión, pero no pierdes o ganas un partido en la última posesión, es antes. Fallamos muchos tiros, fue un partido duro, muy cerrado, con dos equipos que fueron uno a por el otro”, añadió Yabusele. “Terminar segundo no marca ninguna diferencia. Me siento como si no nos hubiéramos clasificado para los playoffs. No tengo nada que decir sobre las últimas jugadas, prefiero verlas detenidamente”, lanzó Hanga, sin consuelo.
El rebote del último triple de Larkin resultó incontrolable para los jugadores madridistas y, en esos segundos, se perdió la gloria y la agonía del Madrid. La Euroliga concentrada en un instante azaroso que Ataman relativizó en su celebración del título. “Sabíamos cómo jugar los últimos minutos. En ese tipo de finales, la estrategia no funciona bien, pero tengo grandes jugadores que pueden solucionar la situación. Teníamos un gran problema en el rebote ofensivo y, aun así, encontramos la manera de ganar el partido”, dijo antes de explayarse en elogios hacia Vasilije Micić, doble MVP en la doble conquista del Efes.
“Tiene todavía mucha carrera por delante y podrá ampliar todos sus récords. Tiene un buen carácter, es un gran base, y ha evolucionado mucho. Lo tiene todo. Esta temporada tuvo algún altibajo, pero en el momento más importante ha jugado muy bien y ha vuelto a ser determinante. Puede defender, atacar, penetrar…”, afirmó Ataman, antes de que el protagonista tomara la palabra. “Sinceramente, estoy boquiabierto, porque hace cuatro años jugué aquí y gané el tercer puesto y me quedé corto. Pero esta vez ganamos el título, el segundo consecutivo”, celebró Micic. “Esta final y este MVP se quedará para siempre conmigo, grabados en mi corazón hasta que me retire del baloncesto y después. Nada de esto sería posible sin mis compañeros de equipo: llevamos cuatro años increíbles juntos, con dos títulos. Vamos a celebrarlo como nunca”, cerró la estrella del Efes, sin develar un futuro en el que la NBA aparece como horizonte inevitable.
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