Joaquín Sánchez, el reto de hacer historia a los 40
El gaditano, campeón con el Betis en 2005 y con el Valencia en 2008, aspira a ser el único jugador verdiblanco con dos títulos de toda la historia
”¿Quién es ese chico flaco que juega por la derecha?”, preguntó Louis Van Gaal en la semifinal de la Copa del Rey de Juveniles de 1999 a Lorenzo Serra Ferrer, entonces director de formación del Barcelona. El Betis acababa de derrotar al conjunto azulgrana por 1-4 con cuatro goles de Dani y tres asistencias desde la banda derecha de ese flaco al que Van Gaal saludó luego en los vestuarios del equipo culé. Ese canijo era Joaquín Sánchez, que semanas después se proclamó campeón de Copa de juveniles al derrotar al Real Madrid de Pavón y Aranda por 2-1 en la localidad extremeña de Olivenza.
Joaquín no podía saberlo entonces, pero desde aquella semifinal inició un idilio con la Copa que perdura hasta la final de La Cartuja, la segunda que juega con la camiseta del Betis, a sus 40 años. En esta Copa tan especial, el capitán verdiblanco jugará 17 años después otra final con el Betis después de la de 2005, que ganó por 2-1 a Osasuna en el Calderón. Si alzara el trofeo en La Cartuja, se convertiría en el único futbolista en la historia de la entidad verdiblanca con dos títulos. El Betis solo ha logrado tres en sus 115 años de historia: la Liga de 1935, la Copa de 1977 y la referida de 2005.
“La verdad es que me enamora esta competición al igual que a todos los béticos. Es un torneo muy bonito y especial. Tengo amor por la Copa y no paro de soñar con una noche mágica. Será muy difícil porque enfrente tenemos a un rival complicado, que desea lo mismo. Espero que seamos capaces de competir y de estar a nuestro máximo nivel. Creo que si salimos como debemos salir vamos a tener muchas opciones”, dice Joaquín. “Gané la Copa con el Betis y con el Valencia. Y jugué además una final con la Fiorentina en Italia ante el Nápoles”, recuerda el portuense. Ese día de 2014, Joaquín fue titular en el Estadio Olímpico de Roma, pero el Nápoles se impuso por 1-3. Joaquín pasó cinco temporadas muy felices en Valencia, que pagó 25 millones de euros al Betis en 2006.
Allí nació unas de sus hijas y allí ganó otra Copa, en 2008, también en el Calderón, aunque Joaquín prefiere no hablar de ella. “Prefiero no comentar nada”, dice el futbolista del Betis por no abrir la herida que le abrió el entonces técnico valencianista Ronald Koeman. Joaquín había sido el máximo goleador de esa Copa en la que el Valencia, además, eliminó a su Betis en los octavos. En la final, en la que el Valencia se impuso 3-1 al Getafe, Joaquín no jugó ni un minuto en una decisión que no compartió nunca el portuense. No jugar esa final y quedarse fuera de la Eurocopa 2008 después de jugar toda la fase de clasificación con la nueva España de Luis Aragonés son las dos grandes espinas que Joaquín tiene clavadas en su carrera deportiva. Cuando se le nombra a Koeman le cambia la cara.
El papel de Joaquín en 2022 es muy distinto al de 2005. Entonces era un extremo de desborde y enorme calidad. Ahora entiende el fútbol como nunca, producto de su madurez y una enorme experiencia a los 40 años. Lo que no ha cambiado es la ilusión que siente por alcanzar un nuevo título con el Betis. “Son etapas diferentes. Han cambiado muchas cosas. Lo más importante, lo que siempre miro es que hay un vestuario muy bueno, con gente muy comprometida. Saben perfectamente lo que significa ganar un título en el Betis 17 años después. En ese aspecto hay el mismo compromiso, la misma ilusión, las mismas ganas de tener una noche bonita y hacer feliz al beticismo”, señala un futbolista ya instalado en los altares de la afición verdiblanca, que lo idolatra.
“Lo daría todo por levantar esta Copa, la verdad. Poder estar en otra final 17 años después es una recompensa tremenda a tantos años de sacrificio. Es vivir otra noche mágica y sueño con levantar otra Copa y hacer feliz a mi gente”, añade el veterano jugador bético.
Joaquín es consciente del papel que tiene en el vestuario. Manuel Pellegrini confía en él para ejercer un liderazgo necesario, pero también lo utiliza por su buen rendimiento deportivo. Ha jugado este curso 31 partidos, de ellos cuatro en la Copa, donde ha hecho dos goles, uno al Alicante y otro al Talavera. “Tengo la responsabilidad de ser quien soy. Tengo la obligación de remar por este equipo y de que todos vayamos en una única dirección. Sé que no hará falta porque sabemos lo que significa ganar un título y veo a la gente con mucha ilusión”, aclara el futbolista, que acaba contrato este verano. No se descarta su renovación el próximo 30 de junio, con lo que jugaría en el Betis con 41 años, cerca de cumplir 42. Ya no es el flaco de 18 que deslumbró a Van Gaal. Ahora es una leyenda viva del Betis.
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