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Rodrygo corrige el lío de Militão

El extremo levanta al Madrid en la segunda parte tras los errores del central en los dos goles del Sevilla

Lorenzo Calonge
Sevilla - Real Madrid
Rodrygo celebra uno de los goles del Madrid en el Pizjuán.MARCELO DEL POZO (REUTERS)

De Militão a Rodrygo, de la quiebra a la resurrección del Madrid en el Pizjuán, de donde se marchó relamiéndose por una Liga que ya ve a una manzana. Fue la semana de la supervivencia de los blancos, capaces de sortear todos los abismos, incluso los propios. El central brasileño la lio en la primera mitad con errores graves que colocaron al Sevilla 2-0 y su compatriota hizo de todo en la segunda para arreglar el desaguisado con una actuación decisiva, como si estuviera en la Champions, su territorio. Él, y Modric, abrieron la rendija que nadie veía ante el Chelsea y, en Nervión, el extremo con cara de niño surgió en mitad de un túnel muy oscuro para llevar a los suyos a la luz.

SEVSevilla
Sevilla
2
Bono, Jesús Navas, Diego Carlos, Marcos Acuña (Gudelj, min. 62), Koundé, Joan Jordán, Jesús Corona (Augustinsson, min. 62), Lamela (Lucas Ocampos, min. 72), Papu Gómez (Óliver Torres, min. 45), Rakitic y Anthony Martial (Rafa Mir, min. 40)
RMA Real Madrid
3
Real Madrid
Courtois, Alaba, Eder Militao, Lucas Vázquez (Nacho, min. 81), Dani Carvajal, Kroos, Camavinga (Rodrygo, min. 45), Modric (Marco Asensio, min. 81), Vinicius Junior, Federico Valverde y Benzema (Mariano, min. 95)
Goles 1-0 min. 20: Rakitic. 2-0 min. 25: Lamela. 2-1 min. 50: Rodrygo. 2-2 min. 82: Nacho. 2-3 min. 91: Benzema.
Árbitro Guillermo Cuadra Fernández
Tarjetas amarillas Camavinga (min. 30), Anthony Martial (min. 39), Nacho (min. 77), Diego Carlos (min. 80), Óliver Torres (min. 83), Kroos (min. 95) y Mariano (min. 98)

Y como colaborador especial de la remontada, esta vez apareció Carvajal con dos asistencias, que al fin encontró una alegría después de semanas de pesar. Salió vivo tras ejercer de central en la prórroga del martes contra los blue y este domingo, sin Mendy y Marcelo, ofició de inicio como lateral izquierdo por “decisión táctica”, según matizaban antes del choque desde el Madrid. Y desde esa orilla dio el pase del 1-2 a Rodrygo y luego, desde la propia, la asistencia del 2-2 a Nacho. No ha habido rincón de la zaga por el que no haya pasado el canterano estos días, un viaje del que sale reanimado.

La noche acabó con Rodrygo y empezó con Militão. Un día después del gran elogio de Carlo Ancelotti al central —”me ha sorprendido su calidad, no lo conocía mucho”— llegó la flojera del paulista, que, junto a su error en la derrota de enero en Getafe, en Sevilla sufrió probablemente una de sus peores jornadas de un último año de gran crecida personal. El líder de la Liga venía de una angustia de 120 minutos en Champions y se tomó el duelo sin prisas, a la expectativa, jugando con el tiempo y la distancia en la clasificación. Encimaban los muchachos de Julen Lopetegui, pero sin excesivos agobios. Hasta que Militão se abrió en canal.

A los 21 minutos, Rakitic amenazó con una falta en la corona del área que tenía su miga, aunque nada dañino habría ocurrido para los blancos si la barrera no se hubiera roto. El brasileño decidió dar un paso al frente, con un saltito, y ahí se creó un socavón ante la mirada estupefacta de sus compañeros. Detrás estaba de rodillas Carvajal, en esas formaciones de doble forro tan de moda, pero que esta vez no le sacó de pobre al Madrid. Modric le pidió explicaciones al defensa y este se las dio sin que parecieran convencerle mucho. El accidente, eso sí, dejó un dato estadístico sorprendente: fue el primer tanto de falta directa de un equipo local esta Liga. Tuvo que mediar un fallo.

“Problema de juventud”

A Militão la cabeza se le debió quedar en esa acción porque no tardó en volver a flaquear. Tecatito persiguió un balón en profundidad que, en circunstancias normales, debía haber sido del paulista. Más todavía con su velocidad, una de sus armas, como bien recordó en la previa Ancelotti. Pero no esta vez. El mexicano se la birló, sorteó a Courtois y Lamela remachó el 2-0.

Y, 10 minutos después, otra quiebra de Militão que, paradójicamente, fue el principio del fin del Sevilla. El central perdió un duelo en el centro del campo con Martial, que se lanzó a la carrera para citarse con Courtois. La amenaza la evitó Camavinga con una falta que no sancionó el árbitro, que pudo suponer la segunda amarilla para el joven galo y que, además, lesionó al delantero local, sustituido por Rafa Mir. Y ahí, en esa acción originada por el tercer error casi consecutivo del central, el Sevilla se cortó como la leche y el Madrid subió como la espuma.

De todo lo demás se ocupó Rodrygo al frente de un Madrid transformado que puso al Sevilla debajo del zapato, incapaz de dar réplica. El brasileño martilleó por todas las zonas del ataque, acortó distancias (su primer gol en Liga), a punto estuvo de empatar casi al instante y, ya en el descuento, recibió un taconazo de Vinicius, desbordó hasta la línea de fondo y asistió a Benzema para culminar la remontada y volver a arruinar a Lopetegui, que sigue sin ganar a los blancos, sus ex (un empate y cinco derrotas).

De ello le puede echar esta vez una parte importante de la culpa a Rodrygo, de nuevo estilete de un volteo, especializado como recurso en la necesidad más que como argumento de inicio. “Esto es lo que dice la estadística”, admitió Ancelotti en sala de prensa. “Trabajamos para que pueda marcar las diferencias desde el principio. Es también un problema de juventud, pero seguro que será un grandísimo jugador desde el arranque”, aseguró el italiano. Esta versión, de momento, le sirvió para meterle una dentellada clave a la Liga.

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