El Villarreal desploma al Getafe a la contra
El equipo de Emery acaba en 15 minutos con diez partidos sin perder del Getafe (1-2) en casa gracias a dos jugadas vertiginosas
El contragolpe siempre fue un signo de distinción de los equipos hechos. De conjuntos con futbolistas de oficio bajo nómina capaces de detectar espacios y afinar toques cortos o en largo para acuchillar las espaldas de los rivales. Una contra magistral en Múnich le dio al Villarreal su segunda semifinal de la Copa de Europa y este sábado otras dos de libro le abrieron el camino de la victoria ante el Getafe (1-2).
El equipo madrileño sumaba diez partidos sin perder en su estadio. Su fortaleza en el Alfonso Pérez ha sido la clave para tener la salvación al alcance tras aquellas primeras ocho jornadas sin sumar un punto. Esta derrota le vuelve a complicar la existencia. Su arranque describió a ese equipo que en casa se atreve con cualquiera. Enes Ünal se inventó de espaldas un taconazo exquisito que dejó Aleñá frente a Rulli. El achique del meta argentino impidió el tanto. Salió muy bonito de ver el Getafe, dominador y entusiasta. Hasta que el Villarreal de una mera intercepción de un pase largo en las inmediaciones del costado izquierdo de su área montó un contragolpe de vieja escuela. Como si de un mediocentro de toda la vida se tratara, Trigueros levantó la cabeza y se sacó un pase de 40 metros para la carrera de Alcácer. Si el desplazamiento largo fue enciclopédico, no menos lo fue el toque sibilino de este a la derecha. También a la carrera, Gerard Moreno ejecutó a David Soria buscándole el contrapié.
En tres fabulosos toques, el Villarreal desarmó y desinfló al Getafe. Había introducido siete cambios Emery respecto al histórico equipo de Múnich, pero mantuvo el espinazo con Rulli, Pau Torres, Parejo y Gerard Moreno. Este está dulce, con esos aires de dominador por igual del juego, cuando mediapuntea, y del gol, cuando se asoma al área. Y como tiene trabajo, convirtió un robo en el centro del campo en una conducción letal que terminó regalándola para el segundo gol lo clavara con un toque fino Trigueros. Otro al que en plena madurez es complicado verle jugar un mal partido.
Los dos estacazos en menos de un cuarto de hora descompusieron al Getafe, que pudo irse al descanso con otro par de goles en contra. También por obra y gracia de dos contras. En la primera fue Chukwueze el que atravesó líneas hasta filtrarle un pase cruzado a Trigueros. Soria tapó con la cara el remate del volante. En la segunda, otra colada de Gerard Moreno al espacio acabó con un centro raso que Alcacer empujó alto en el segundo palo con toda la portería despejada.
El meneo obligó a Quique retocar a su equipo al descanso. Metió pólvora Óscar Rodríguez con Borja Mayoral y tuvo rédito al poco de que Emery moviera también piezas. Enes Ünal hizo su decimoquinto tanto poniendo fin a una aventura interior de Olivera. Viendo la crecida del Getafe, Emery volvió a refrescar el equipo y pudo contener las embestidas del Getafe. Ya no pudo tirar tantas contras, pero con las de la primera mitad le bastó.
Gerard Moreno, duda para Liverpool
A 11 días de enfrentarse al Liverpool en la ida de las semifinales de la Champions, la alerta se disparó en el Villarreal cuando Gerard Moreno se retiró en el minuto 61 con molestias musculares. En un balón largo que pugnaba con Cuenca, el delantero amarillo tuvo un problema muscular y pidió el cambio inmediatamente. Moreno, autor del primer tanto en Getafe, arrastra una temporada con muchos problemas físicos. En lo que va de curso se ha perdido 19 partidos.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
