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Gavi, al toque y al choque

Xavi destaca el virtuosismo del centrocampista con el balón pero le pide que juegue con la cabeza arriba

Jordi Quixano
Galatasaray Barcelona Liga Europa
Gavi, durante el último encuentro ante Osasuna.AFP7 vía Europa Press (Europa Press)

“¿Sí, dígame? ¿Quién es? No te oigo quillo, ¿quién? ¿quién? ¡Ah! Hombre, ¿qué tal?… ¡Que no hombre no, que esto es un contestador automático!”. Éste era el mensaje aproximado que se escuchaba al llamar al móvil de Pablo Martín Páez Gaviria, Gavi (Los Palacios, Sevilla; 17 años); también la broma que recibió el entonces secretario técnico Ramon Planes durante el verano pasado el día que convenció a Koeman de que había un chaval que no necesitaba pasar por el filial y que lo mejor sería llevárselo en pretemporada para que lo viera. “¡Ramón!”, le dijo al cabo de unos pocos minutos Gavi, nervioso y con su marcado acento andaluz, al devolverle la llamada. Pero no lo arregló mucho. “Perdona, que estaba jugando al fútbol con unos amigos en la plaza del pueblo…”, le soltó. “¿Cómo que jugando al fútbol? ¿Tú no sabes que no puedes hacerlo por si te lesionas?”, le espetó Planes con tono serio aunque por dentro orgulloso porque el chico tenía pasión por la pelota. Unas semanas más tarde, Gavi ya se había hecho con el puesto en el once del Barça y había acudido a la selección absoluta (con la Roja ha disputado ya cuatro encuentros), demostración del desparpajo y fútbol del niño, también pieza importante ahora para Xavi porque con él en el banquillo ha disputado el 87% de los minutos disponibles (61% con Koeman desde que debutó). Este jueves (18.45, Movistar LC) se batirá con el Galatasaray en la Liga Europa después de empatar a cero en el Camp Nou en la ida de los octavos de final.

Después de analizarlo en los partidos y en los entrenamientos, Xavi se dio cuenta por sorpresa de que a Gavi y a muchos otros del equipo les faltaba percepción, levantar la cabeza para saber qué ocurre a su alrededor. “Es extraño que haya jugadores del Barça que no entiendan el juego de posición”, expuso el técnico ante los micros. “Pero con Gavi y Nico, que deben ser el futuro del Barça, estamos poniendo especial hincapié en ello con trabajo individual y muchos vídeos”, señala un técnico de la Ciudad Deportiva. “Gavi me asombra. Es fantástico cómo trabaja, presiona, repliega… Con balón también. Entiende muy bien recibir entre las líneas en la zona del cuadrado, aunque quizá le falta ver quién le salta y quién no…”, expone Xavi, que cuando hace referencia al cuadrado se refiere al espacio que se da entre los centrales, Busquets y el lateral que se acerca o el interior a la hora de sacar la pelota desde atrás, aunque también al que se origina en campo contrario entre los interiores, el delantero y el extremo que se acerca. “En ocasiones, no mira, recibe y choca. Y esto es lo que no puede pasar. Tiene que tener más información, saber si le salta el central. Pero no podemos ser críticos aunque le falte porque tiene 17 años y es una maravilla”, añade Xavi. Entre otras cosas porque tiene un 90% de éxito en el pase en esta temporada. Queda camino por recorrer para alguien que en 33 partidos de azulgrana suma dos tantos -es el segundo goleador más joven de esta temporada en las cinco grandes ligas con 17 años y 135 días, solo por detrás de Youssoufa Moukoko (17 años y 95 días), del Dortmund- y cinco asistencias. Pero no será por falta de talento.

Así lo demostró en el último calentamiento, justo antes de medirse a Osasuna. Gavi cogió la pelota y comenzó a hacer malabares. Tacón, cabeza, hombro, cabeza, tacón, pies… Filigranas que bien podían homenajear al famoso calentamiento de Diego Armando Maradona en Nápoles con el Life is life de fondo. Una hora más tarde, ya con el duelo en marcha, recibió un pase y, de espaldas a Unai García, le tiró un sombrero para después recibir una patada que aguantó sin problemas porque es un futbolista de carrocería dura. Entonces, Gavi le tendió la mano al rival y este se la negó, sonrojado y molesto. El azulgrana tuvo su recompensa desde la grada, pues le vitorearon con fuerza. “Esa acción es puro talento, pero no es comprensión del juego”, convino Xavi; “es lo que le falta”. Aunque está mejorando. “Lo que ha entendido muy bien es atacar al espacio”, subraya un trabajador azulgrana; “muchos goles han llegado de esta forma y él está siendo protagonista. De hecho, el penalti que provoca ante Osasuna es rompiendo desde atrás”. Algo que reconoció Juan Cruz, zaguero rojillo: “Descolgaban mucho los volantes y nos cogían la espalda, nos han hecho daño así”.

Después marcó Ferran por partida doble y también Aubameyang y Gavi fue el primero en saltar y abrazarse a ellos. “Es que lo vive de forma muy intensa. Es curioso porque es un tío que pasa de casi todo, es bastante dejadete… pero en el campo es súper competitivo”, cuentan desde el vestuario azulgrana, un tanto preocupados porque todavía no ha renovado con el Barcelona -su contrato finaliza en el verano de 2023 y explican desde el club que su agente, Iván de la Peña, es duro de roer- y no quieren que ocurra lo que sucedió con Ilaix Moriba, que se marchó al Leipzig, ahora cedido al Valencia. Y otra voz autorizada del camerino amplía: “Es un crío que nos ha dado carácter competitivo. Con eso te lo digo todo”. También les da fútbol y carrocería porque es de los pocos que van al choque, que rascan y meten la pierna. Aunque con el balón en los pies, Xavi preferiría que no chocara, que jugara con la cabeza arriba.

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