El VAR alivia al Betis en el tramo final
El equipo andaluz hace bueno el 2-3 de la ida ante el Zenit con un sufrido empate a cero que lo mete en octavos
El Betis sigue vivo en la Liga Europa. El equipo andaluz tuvo que sufrir para dejar en la cuneta a un peligroso Zenit. En especial en un tramo final de continuo agobio para los hombres que dirige Manuel Pellegrini. Si bien el Betis había aguantado con cierta comodidad el empate a cero que le daba el pase tras el 2-3 de la ida, la fortuna y el VAR se alinearon en el alargue para salvarle de la prórroga. En el minuto 90, Christiakov había rematado a gol para hacer el 0-1. El VAR avisó al colegiado turco Umut Meler, que vio un pisotón del delantero Erokhin sobre Guido. El bético fue listo. Se quedó un rato en el césped tirado mientras los rusos celebraban el gol. El colegiado lo anuló tras revisar la jugada en el monitor. Seis minutos después, en un asedio eterno sobre la meta de Rui Silva, el propio Erokhin falló con todo a favor un claro remate de cabeza en el área pequeña.
Se salvó así el Betis de la prórroga. Jugó 80 minutos de manera aceptable, envió dos balones a los palos y le tocó sufrir en ese tramo final que le enseñará lo complicado que es pelear en Europa. El Benito Villamarín, con cerca de 45.000 espectadores en las gradas, festejó el pase casi como un título. Su Betis sigue vivo en las tres competiciones y el próximo domingo juega un derbi liguero en el Sánchez Pizjuán al que llega como tercer clasificado ante un Sevilla segundo y a cinco puntos de distancia.
La clasificación del Betis se basó en el trabajo de subalternos como Pezzella, Edgar, Guardado y Aitor Ruibal, que jugaron a un gran nivel mientras hombres mucho más afamados, caso de Canales o de Fekir, pasaron más desapercibidos. Fue el triunfo del grupo y de un técnico, Manuel Pellegrini, que está sacando lo mejor de un Betis que la semana que viene puede meterse también en la final de la Copa si hace el bueno el 1-2 de la ida logrado ante el Rayo.
El Betis camina con solvencia en una temporada fantástica. El crecimiento del equipo andaluz se traduce a la hora de encarar los partidos europeos. Una mentalidad fuerte que nace del entrenador, Manuel Pellegrini, que confeccionó un once con Canales y Fekir. También con unos jugadores secundarios que cambiaron de estilo con pasmosa facilidad. Se podría pensar que un Betis más especulativo no tendría mucho éxito. Visto el primer tiempo que ofreció el cuadro andaluz, el Betis compitió de manera excelente. Sin rastro de Fekir, el gran trabajo de los centrales, Pezzella y Edgar, más el doble pivote formado por Guido y Guardado, fueron la garantía suficiente para aguantar sin problemas un cero a cero que clasificaba al conjunto bético. El Betis le cedió el balón al Zenit, un equipo con calidad, pero de poco carácter, que jugó con un juvenil en la portería, Odoevskiy. El meta de 19 años disputó su primer partido en Europa, el segundo como profesional tras uno de Liga con el campeón ruso.
El Betis controló el juego. El resultado fue un dominio estéril del Zenit, incapaz de tirar entre los tres palos de la portería defendida por Rui Silva. Tampoco lo hizo el Betis, por cierto. El primer tiempo se jugó, por lo tanto, sin que hubiera áreas. No hubo ninguna ocasión de ninguno de los dos equipos en este periodo.
El Betis mejoró en la segunda mitad. Tuvo más el balón, con Fekir activo bien secundado por Aitor Ruibal. Fue a balón parado como llegaron las ocasiones del equipo andaluz. Guido, siempre atento, desvió al palo un primer remate de Pezzella. Un rato después, en el mejor momento bético, Willian José remató otro saque de esquina de Fekir que acabó en el palo. Pellegrini dio entrada a William Carvalho para congelar el partido. El portugués lo logró hasta que llegaron los minutos de la locura. El pisotón a Guido que vio el VAR salvó a un Betis que luego vio cómo el remate de Erokhin se marchaba fuera. Cansado y golpeado, pero no hundido, el Betis esquivó la prórroga para seguir vivo en Europa.
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