Hamilton: “Quiero ver a más mujeres en los puestos de comisaria”

A pesar de la inmensidad de aspectos técnicos para analizar en los nuevos monoplazas, volteados en su vertiente aerodinámica como consecuencia del reglamento que entra en vigor este curso, gran parte del foco de atención de la primera jornada de pretemporada de la Fórmula 1 giró alrededor del ejercicio anterior. Más precisamente, del brutal desenlace del Mundial que tuvo lugar en Abu Dabi, que le sirvió a Max Verstappen y a Red Bull para poner fin a la era de dominio de Lewis Hamilton y Mercedes, y que tres meses después se cobró el puesto de Michael Masi, el maestro de ceremonias de aquel desenlace, sentado en su butaca de director de carrera. El apocalipsis hizo enmudecer a Hamilton, hasta el extremo de que el británico, el piloto que más rédito saca de sus interacciones en las redes sociales, desapareció completamente de la escena, circunstancia que provocó que algunos alimentaran la posibilidad de una inesperada retirada. El multicampeón reapareció con motivo de la presentación del que será su monoplaza para este 2022 y también el de George Russell, su nuevo compañero, y disipó cualquier especulación.

Al igual que gran parte de la parrilla, la pareja de Mercedes ya rodó este miércoles en Montmeló, en la primera de las tres jornadas de ensayos previstas en el Circuit. Liberty Media, el promotor del certamen, ha etiquetado estas pruebas como ‘shakedown’, una especie de previa de los tres días que se celebrarán en Bahréin, del 10 al 12 de marzo, previos al primer gran premio, previsto para el 20 de ese mismo mes, de nuevo en Bahréin. La intención es concentrar toda la atención en esos tres últimos días, y por eso se ha prohibido la entrada de televisión y de público en Montmeló, además de restringir mucho el número de acreditaciones concedidas.

La entrada en escena del nuevo marco normativo hace que las escuderías busquen jugar al despiste incluso más de lo habitual a estas alturas del año. Por eso, cualquier referencia a nivel de tiempo hay que cogerla con pinzas. Lando Norris comandó la tabla, con más de medio segundo respecto de Charles Leclerc y un margen de casi nueve décimas sobre Carlos Sainz, el tercero más rápido. Hamilton fue el quinto y Fernando Alonso, el octavo, ya a más de dos segundos del británico de McLaren. Las enormes diferencias evidencian esa provisionalidad que hace que los nervios no afloren. Todavía. Por todo ello, Hamilton encontró el contexto ideal para firmar el epitafio de Masi, y reivindicar un cambio en el marco mental de los oficiales que deben arbitrar las carreras.

“Quiero ver a más mujeres en los puestos de comisaria. El año pasado creo que solo fueron una o dos. Sería increíble que en esos dos puestos de director de carrera hubiera hombres y mujeres”, declaró el muchacho de Stevenage, al hilo de la incorporación de ese segundo árbitro que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) comunicó la semana pasada. A partir de ahora, el puesto de Masi lo compartirán Eduardo Freitas y Niels Wittich, que se irán alternando a lo largo del calendario. De los 90 espacios designados a los comisarios en los 22 eventos que se celebraron, 88 fueron ocupados por hombres, mientras que solo dos correspondieron a mujeres. Se da la circunstancia que la persona que rompió esa tendencia fue la española Silvia Bellot, en Imola y en Arabia Saudí.

Al margen de reclamar más paridad, Hamilton también pidió un cambio en la óptica con las que se abordan las situaciones que se deben juzgar. “Debemos asegurarnos de tener comisarios imparciales. Hay pilotos que tienen amigos [influyentes], y viajan con ellos. Necesitamos que quienes toman esas decisiones estén al margen de perjuicios y sean objetivos al máximo”, remachó el de Mercedes.

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