La Real Sociedad contiene al Leipzig
Alegres de inicio, los donostiarras se pertrechan e igualan gracias al meta Ryan, superlativo en el descuento
Todo queda abierto para Anoeta. En Alemania no se resolvió nada, entre otras cosas, gracias a Ryan, correcto todo el partido, pero superlativo en el descuento. El portero australiano puso su corpachón delante de André Silva, que remató a bocajarro, para evitar el tercer gol del Leipzig. Con el aforo completo, el partido de vuelta en San Sebastián puede ser un gran espectáculo.
La Real comenzó alegre, disputándole el balón al Leipzig, corriendo por las bandas y acercándose a la portería de Gulacsi, hasta que consiguió adelantarse después de un córner. Una combinación inteligente entre Portu y Rico y el centro que le cayó a Le Normand, que seguía allí por si acaso. El central francés disparó duro y cruzado, la pelota golpeó en un defensa y acabó en la red.
Desde ese momento, cambió el panorama. La Real le entregó la pelota a su rival y le dejó hacer, pertrechada en dos líneas muy cerca del área. Jugaba a su favor la lentitud de movimientos de los alemanes, que amasaban demasiado las acciones, muy previsibles. Estaba cómodo el equipo de Imanol, aunque jugaba con fuego, porque cualquier despiste podía resultar fatal. Así que en una desatención en la marca el bullicioso Angeliño tuvo tiempo para centrar, y en el punto de penalti, Nkunku metió la cabeza para ajustar su remate al poste y empatar el partido.
De todas formas, a la Real no le iba mal aguardar sentado en la sala de espera a que pasara el tren alemán en el que Dani Olmo no conseguía engancharse a la locomotora. Todo iba igual o parecido en la segunda parte hasta que en una de las escasas salidas del equipo donostiarra para oxigenarse en campo contrario, el balón acabó en saque de esquina, y Gvardiol estuvo poco inteligente. Se le ocurrió levantar el brazo, la pelota le tocó en la mano y las repeticiones en el VAR no dejaron lugar a la duda. Era penalti sí o sí, que Oyarzabal transformó para adelantar de nuevo a los donostiarras.
Pero, como en la primera mitad, el partido no cambió demasiado con la Real por delante. Apretaba el Leipzig y, en una de esas, Zaldua metió el pie imprudente ante la llegada de Szoboszlai al área. Otro penalti, otro gol que sumó Forsberg. Entonces sí se abrió el partido un poco más, aunque seguía llevando la batuta el equipo local. Al final Ryan salvó a la Real de la derrota, que no hubiera sido justa, y la eliminatoria se decidirá en Anoeta.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.