Negredo y Ledesma levantan al Cádiz
El conjunto andaluz construye un muro ante el Levante, que se hunde en la clasificación
Una dentellada letal del tiburón Álvaro Negredo, un chispazo de Salvi y los guantes de Conan Ledesma entierran al Levante en el subterráneo de la clasificación y dejan sin apenas efecto la victoria que consiguieron los granota ante el Mallorca en la anterior jornada de liga. El Cádiz levantó un muro de ladrillos tan alto que los granota, con mazos y catapultas, no pudieron derribar. Sergio González, nuevo técnico cadista, suma cuatro puntos sobre seis posibles. Su equipo rompe una racha de ocho jornadas sin ganar, desencalla de la profundidad de la tabla y fulmina a un rival directo.
El Levante sacudió al Cádiz a derecha y a izquierda. Las alas granota se proyectaban por sus carriles de aceleración y colgaban balones al cogollo del área. Con Campaña, sancionado, y De Frutos en el banco, Morales, Roger y Soldado, muy activos, atacaban el muro de ladrillos amarillo. Bardhi y Melero empujaban desde atrás y llegaban los laterales Clerc y Miramón a línea de fondo. Seis tiros en menos de 20 minutos. Conan Ledesma resistió.
Mareado con tanto vaivén, el Cádiz tardo en levantarse. Protagonista en el once cadista desde la llegada de Sergio, Negredo pegó una dentellada mortal a la media hora de partido. Un centro combado del Choco Lozano desde la derecha, que no cerró Postigo y obligó a bascular a la defensa, lo remató de cabeza a portería el madrileño de 36 años con un salto poderoso por encima de Miramón. Una pérdida de balón con el equipo desplegándose, pilló a contrapié al Levante y generó el bocado de Negredo. En ese momento, los granota, más apagados, sumaron al Cádiz otro enemigo: la ansiedad. Y el muro andaluz se hizo más alto. Tratando de escalarlo, el Levante cayó al vacío.
Entró De Frutos, suplente inesperado, y el Levante olvidó el gol y repitió llegadas por los flancos. Aparecieron ocasiones para Roger, Vezo y Malsa, pero Ledesma se hizo grande y Soldado remató con el pecho y quedó a un paso de marcar un gran gol. El Levante se expuso en ataque y el Cádiz, inteligente, salió de su castillo en el área y en un par de contras estuvo a un paso de sumar otro tanto.
Lo hizo Salvi Sánchez, que remató en el primer palo, anticipándose a Aitor, un centro de Alejo tras una recuperación de San Emeterio. En esa acción Morales perdió los nervios y, disgustado por la celebración del andaluz, se fue a por Alejo. Se organizó una tángana y el técnico Alessio Lisci fue expulsado. Sonado por el golpe cuando olía el empate, el Levante perdió la fe, la frescura y la velocidad. El Cádiz volvió a encastillarse y defendió hasta el final. Su meta Ledesma fue clave.
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