Correa inventa, el Villarreal juega
El argentino adelanta al Atlético con un golazo desde el centro del campo, el conjunto de Emery remonta con un fútbol superior y los rojiblancos arañan al final un empate (2-2)
Una obra de arte de Correa desde el medio del campo y un buen cuarto de hora en el segundo tiempo le dieron al Atlético un empate ante un Villarreal que fue superior durante más de una hora de juego. El empate sigue distanciando a los dos equipos de la cabeza y comprometiendo su pelea por estar entre los cuatro primeros. Fue mejor el equipo de Emery, aunque se encontrara de inicio con el estado de gracia de Correa. Estaba el Atlético agazapado, sin poder pasar del medio del campo, sometido por el Villarreal, cuando Parejo le entregó un pase fácil a la altura de la medular a Correa. La mirada del argentino para ver la posición adelantada de Rulli fue asesina en cuanto se acomodó la pelota en la bota derecha. Y la parábola que trazó su sublime golpeo dibujó el que quizá sea el gol de la temporada. El vuelo preciso del balón encumbró a un futbolista al que no se le puede regalar nada, ya sea un palmo de terreno o una pelota sin aparente trascendencia.
La genialidad de Correa puso en valor ese título de referencia que es el libro Fútbol, dinámica de lo impensado, de su paisano Dante Panzeri. La inspiración del chico del potrero reventó las pizarras y el Atlético no necesitó pasar del centro del campo para adelantarse en el marcador. Y pudo dar un golpe definitivo si Cunha no hubiera desperdiciado el mano a mano que le regaló De Paul frente a Rulli.
El Atlético estaba en ese modo Simeone de ganar los partidos a dentelladas, mientras su rival se ve obligado a masticarlos. Y lo estaba haciendo bien el Villarreal, salvo en ese único error de Parejo. El mediocentro fue el hilo conductor de un equipo que fue muy superior en el primer acto.
La multitud de bajas entre lesiones, pandemia y Copa de África había dejado a Unai Emery con Gerard Moreno como único delantero. El catalán fue el otro gran vertebrador del dominio local campando por todo el frente de ataque. También hizo daño la posición que se inventó Emery para Alberto Moreno en ataque. El menudo lateral jugaba de segundo delantero para liberarle toda la banda a Estupiñán. En esas labores cazó un centro desde la derecha que estrelló en el palo con un remate acrobático. También Trigueros ayudaba a generar una superioridad en el medio que el centro del campo del Atlético no pudo contener en casi todo el partido. El dique Kondogbia-De Paul, que ha relegado a Koke a la suplencia, esta vez fracasaba. En los costados, Llorente y Carrasco a la derecha y Lodi y Lemar a la izquierda no pitaron.
Sin capacidad para salir, el Atlético se limitaba a defender la renta y el fluido juego del Villarreal. Alberto Moreno, muy metido en ese papel de segunda punta, sacó un disparo en la frontal del área que pegó en las manos de Lemar. Al penalti fue Gerard Moreno, que no pudo engañar a Oblak. Para el despeje del meta esloveno estuvo más rápido Parejo, que marcó con la cadera, pero el VAR reveló que la pelota le había tocado en la mano antes.
No se desanimó el equipo de Emery, que en su empeño encontró el empate en otro error inusual de Oblak. Parejo enguantó una falta lateral al primer palo y el meta del Atlético no acertó a embolsar la caída del centro a la altura de sus pies. Pau Torres con un toque sutil aprovechó la cantada para igualar el partido a la media hora. Trigueros pudo rubricar la superioridad manifiesta de su equipo con un disparo desde la frontal del área que se le fue alto por un palmo. Con la misma autoridad que manejó el primer acto el Villarreal se impuso en el arranque del segundo tiempo. No estaba el Atlético, que seguía desnortado por el baño táctico de Emery a Simeone. Y no tardó en remarcar su superioridad encabezada de nuevo por Alberto Moreno como segundo punta. Primero para ganar y dejar de cabeza un pase largo de Pau Torres y después para imponer su velocidad en el pase filtrado que le dio Gerard Moreno. Su disparo se coló entre las piernas de Oblak.
Con algo más de media hora por jugarse, el tanto obligó a Simeone a un triple cambio. Lodi, De Paul y Cunha dieron paso a Vrsaljko, Koke y João Félix, el regreso a los tres centrales y Carrasco a la izquierda. El cambio de piezas y de plan dio resultado. El Atlético se instaló en campo contrario y Kondogbia rebañó en la frontal del área un rechace de Rulli. Desbocado el Atlético, Estupiñán se cruzó en un disparo de Lemar que iba dentro. Ese fue ya el último aviso del campeón porque se recompuso el Villarreal y el partido murió con el empate en el área de Oblak.
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