Ancelotti se rinde a Casemiro, Kroos y Modric
El técnico ensalza a su medular el día que por primera vez asisten los tres en un mismo partido
A los pies de La Alhambra, los primeros focos de la victoria del Madrid apuntaron a los dos únicos nombres en el once de Carlo Ancelotti con la etiqueta de quita y pon, Nacho y Asensio, que fueron los que abrieron la tarde en los dos primeros espasmos. Sin embargo, con la noche ya echada sobre Granada, la conversación giró sobre la terna de siempre en el centro del campo: Casemiro, Kroos y Modric, que por primera vez asistieron los tres al tiempo en un partido de cualquier competición. Dos veces el alemán (ya lleva 57 en Liga, solo superado por Messi —98—, Luis Suárez —73— y Benzema —62—) y una los otros dos. Todo un hito si se tiene en cuenta que llevan jugando prácticamente cada semana desde la primavera de 2016. La última alianza en pie de las tres Champions seguidas continúa a pleno pulmón.
“Me sorprenden, hacen cosas que yo no les pido”, se arrancó Ancelotti en una comparecencia en la que no paró de rendirse a su centro del campo. “Lo hacen con naturalidad. Tienen la costumbre de jugar juntos hace tiempo y es una calidad difícil de explicar. El cambio de posiciones... A veces baja Modric para salir de la presión. A veces lo hace Kroos y Casemiro sube. Son cosas en las que, de verdad, no me voy a meter. Tranquilos, el madridismo tiene que estar tranquilo, ahí no me voy a meter”, añadió entre risas.
Un amor de palabra y de acción. Como todos sus predecesores, en cuanto los ha tenido listos, la combinación se ha repetido y solo la necesidad de dar descanso a alguno de ellos, este curso especialmente al croata, ha interrumpido la secuencia. “Son una gran ventaja para este club. Han estado en el pasado y son presente. Si pensamos en un futuro a diez años, tenemos que encontrar algo nuevo”, apuntó. “Aunque lo tenemos porque Camavinga, Valverde y Blanco están listos”, matizó al instante. De momento, estos tres viven a la sombra de ellos y sin señales de que ese panorama vaya a cambiar.
Casemiro, Kroos y Modric son la mejor prueba de que, desde que llegó el otoño, Ancelotti prefiere moverse sobre suelo firme. Le sobran razones. Evita experimentos y apenas mueve el árbol. Y así continuó en Granada, sin importarle el inicio del periodo alpino que le espera al Madrid antes de hincarle el diente al turrón, con el Sevilla, Real Sociedad, Atlético y el desenlace de la fase de grupos de la Champions en el horizonte.
Su sonrisa con la actuación del centro del campo delató la tarde bastante tranquila que había vivido. Solo el afortunado tanto de Luis Suárez —su tiro rebotó en la pierna de Nacho— provocó algo de intriga, diluida tras el descanso con un Madrid mandón que desarmó a una defensa local agujereada, sin respuestas y finalmente desquiciada con las expulsiones de Monchu y Robert Moreno. Goleada y viaje a Moldavia a los pies, esta vez, de la estatua de Lenin que recibe al visitante en territorio del peculiar Sheriff.
Falta de efectividad
“Lo que más me ha gustado”, apuntó el preparador blanco, “fue la calidad del juego, muy bien desde atrás y buscando el balón entre líneas. Y lo que menos, que después del segundo gol hemos bajado la intensidad y el ritmo. Y a veces no somos muy efectivos cuando debemos serlo”, advirtió. Pese a la cascada de ocasiones, el 1-3 se demoró.
Asensio también se refirió al leve apagón que sufrió el Madrid tras el segundo gol. “Es algo que tenemos que analizar. Después del 0-2 nos crearon ocasiones. Lo hablamos en el descanso y salimos fuertes en la segunda mitad”, explicó. Una situación que ya angustió a los muchachos de Ancelotti justo antes del parón, en los duelos en casa ante el Shakhtar y el Rayo, ambos ganados, pero que estuvieron a un meñique de que no fuera así y con el público del Bernabéu molesto. El balance general del balear, no obstante, fue positivo. “Después de un parón, siempre es complicado coger dinámica. El equipo estuvo serio”, aseguró. Él se apuntó el primero de la tarde con un pase de Kroos.
La “misión cumplida” de Asensio
Al ritmo de los tres del medio y con un Vinicius juguetón en los mejores minutos del Madrid en la segunda parte, la tarde la inauguró Asensio. El balear ha perdido el cartel de prioritario, incluso empezó el curso a la cola del vestuario, sin espacio en el ataque y como una mera alternativa en la medular, pero en la última quincena ha asomado en uno de esos fogonazos tan suyos que, generalmente, luego no encuentran continuidad. Hace dos semanas, completó una actuación estimable contra el Rayo en casa y este domingo se dejó ver en Los Cármenes, en un despliegue de más a menos, al contrario que su equipo. En la primera que tuvo delante de Maximiano tras una buena asistencia de Kroos, gol. Y en la segunda, su golpeo mordido lo sacó sobre la línea Soro.
Para el flanco derecho del ataque, quizá el único puesto que no tiene un nombre fijo, a Marco Asensio le toca ahora lidiar con la competencia de Rodryo, de vuelta de la lesión, y que hasta su caída a la enfermería figuraba un peldaño por delante del zurdo en la lista de cariños de Carletto. “Lo importante es que, cuando juega, cumple. Y hoy ha cumplido. Ha marcado y ha mostrado sus mejores cualidades”, afirmó Ancelotti, que antes de deshacerse en elogios con su centro del campo se mostró más escueto con el atacante.
En Granada completó todo el duelo, sumó su cuarto tanto (le hizo tres al Mallorca en su primera titularidad del curso) y, cuando salió el brasileño, lo hizo en lugar de Vinicius, que acumulaba muchos kilómetros por el aire y el partido se había puesto algo caliente para sus intereses. “Lo he quitado para evitar problemas”, admitió el entrenador blanco. Una patada recibida por Monchu en el 67 acabó en roja para el local y también para Robert Moreno, que no aguantó la ira al verse con diez. El ambiente se caldeó, el duelo ya estaba visto y Ancelotti consideró que el juego expansivo del brasileño podía resultar contraproducente.
Asensio acertó en la primera ocasión merengue y Nacho, en la segunda. Sin contar los penaltis, solo tres defensas han logrado más goles que él en Liga (9) desde la 16/17: Sergio Ramos (15), Jordi Alba y Gerard Piqué (10). El canterano relevó este domingo a Militão, que también venía de cruzarse el océano, y se apuntó su segunda diana del curso después de una jugada de billar entre Kroos y Modric en un córner. Una ampolla de vitaminas para un central que de nuevo se ve a la sombra, superado en el orden de preferencias por el brasileño y Alaba pese a la gran campaña pasada. No era titular desde principios de octubre.
Por su parte, Robert Moreno, ya con las revoluciones calmadas —”les ha expresado con cierta vehemencia que no era justa la roja a Monchu y me han expulsado, disparidad de opiniones”, comentó— no se mostró disgustado por la actuación de los suyos, que siguen solo un puesto por encima del descenso. “Por momentos hemos sido capaces de apretar, tener el balón y generar peligro. Esto [por el resultado] es lo normal. La excepción es cuando les pones en problemas a estos equipos y les ganas”.
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