El presidente del Athletic tira la toalla
Elizegi pierde otra asamblea pese a anunciar que no se presentará a las elecciones de 2022
Aitor Elizegi perdió su última Asamblea ordinaria en el Athletic, como las dos anteriores, pese al anuncio más relevante de la sesión, que llegó de forma indirecta: “Es la última vez que defiendo un presupuesto desde este atril”. Es decir, no se presentará a las elecciones previstas para junio de 2022, aunque no acertó en su pronóstico, porque sí tendrá que defender los presupuestos en una asamblea extraordinaria, ya que los asistentes se los rechazaron. Los 120 euros de derrama que pedía el presidente lastraron los números en las votaciones, a pesar de que las fuerzas de la asamblea están más equilibradas desde que se renovó hace un par de meses la bolsa de los compromisarios.
Elizegi se convierte así en un lame duck, un pato cojo, como se conoce a los presidentes estadounidenses que no se reenganchan, o no pueden hacerlo, a la reelección. Después de tres años turbulentos, con mucha contestación interna, y la pandemia de por medio, que han exigido medidas drásticas y recortes económicos, Elizegi tratará ahora de aprobar los nuevos estatutos, algo que no consiguieron Fernando García Macua y Josu Urrutia, sus antecesores. Los compromisarios sienten la amenaza de la posible pérdida de poder de decisión.
En una asamblea que aprobó los números de la temporada anterior y la incorporación de un nuevo directivo, César Sáez Hidalgo, pero reprobó la gestión de la junta y los presupuestos, el presidente pareció más relajado después de anunciar su renuncia a seguir un nuevo periodo, una decisión que no conocían gran parte de los directivos que le acompañaban, sorprendidos en el estrado. Defendió la gestión de su junta, arremetió contra Javier Tebas por los horarios del fútbol, y animó a quienes se presenten a los comicios, continúen el trabajo: “Les escucharemos con lealtad. Seguramente traerán las claves y soluciones del proyecto que estamos buscando. Lo que no queremos es que dejen este camino porque creemos en este modelo, en la innovación, en la creatividad y en la valentía”.
El contador de la junta, Jon Ander De las Fuentes, que causó polémica la semana anterior con unas declaraciones en las que defendía que el Athletic necesitaría vender jugadores, quiso tranquilizar a la masa social del club, manifestando que estaba tranquilo con el testigo que iban a entregar a sus sucesores: “Dejamos una plantilla masculina y una femenina más preparadas a medio plazo de las que nos encontramos. No reconocer que son manifiestamente más capaces es no reconocer el trabajo hecho. Vamos a dejar este club un poquito mejor de lo que lo encontramos”. Ello aunque los números hayan empeorado con la pandemia y otras cuestiones, como la sentencia del Tribunal de Luxemburgo que obligó al club a ingresar en la Hacienda Foral 3.188.000 euros por una regularización de impuestos de sociedades entre 2015 y 2018.
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