Miedo a perder y tostón entre Levante y Getafe
Con Javier Pereira y Quique Sánchez Flores debutando en los banquillos, la cautela deparó un empate entre dos equipos que este curso aún no han ganado
Nueve jornadas después, Levante y Getafe siguen sin estrenar su casillero de victorias. Javier Pereira y Quique Sánchez Flores, debutaron en sendos banquillos enfocados en no perder, y aplaudieron sumar un punto. Ambos siguen en el cuarto trastero de la clasificación.
Tras desvincularse del Henan Songshan Longmen chino, con el que se había estrenado como primer entrenador, firmó con el Levante. Después de tres entrenamientos en Buñol, ante el Getafe dibujó un equipo diferente: más conservador, más aburrido y con menos arrojo ofensivo que el de Paco López. En un partido de debutantes, Quique Sánchez Flores, que volvía al conjunto azulón, rompió con lo que pretendía su predecesor, Míchel, y combatió las bajas en el once con músculo en la medular y mucho centrocampismo. El resultado fue un tostón.
El miedo a perder manchó todo el duelo. Ninguno de los dos entrenadores quería perder. El Getafe no se personó en el área granota hasta el final del partido. Hasta entonces, tan solo un par de disparos, lejanos y de fogueo, del cañoncito que guarda Mauro Aramabarri en su pierna derecha. Nada más. En el once granota percutió Soldado, con su combatividad habitual, y Melero desaprovechó la ocasión más clara y mejor hilvanada de los locales. El centrocampista madrileño comenzó y finalizó una acción, que pifió delante de Soria al cuarto de hora. Soldado, otro debutante en el Levante, entró en el once por las molestias en un talón, a última hora, de Roger. Volvía después de lesionarse en pretemporada, y su físico se apagó en el segundo acto, aunque su entrenador lo mantuvo en el partido hasta el descuento. Con Soldado desenchufado y sin filo, y pese a las acciones de Morales, los granota se volvieron inofensivos.
La baliza que orientaba al Levante hacia la meta de David Soria era Morales. El Comandante superaba en cada uno de sus duelos a Damián. Los escasos momentos plásticos del partido fueron suyos. En cambio fue De Frutos, muy lejos del desequilibrio que aportaba el curso pasado, el que obligó a David Soria a desviar a córner la mejor oportunidad local de la segunda mitad.
El Levante se desplomó, agotado, a partir del minuto 65. Javi Pereira, bloqueado en el banquillo, tardó en refrescar a su equipo ante un rival físicamente más entero, que creció en el final del partido. En el 77, Pereira retiró a De Frutos y metió a Franquesa para doblar lateral con Clerc en el costado izquierdo, pero el Getafe, encastillado, maniató a los locales y dispuso de sus mejores acciones en el final del partido. Dos de Enes Unal: la segunda se estrelló en el larguero y dejó temblando, por los precedentes, el Ciutat de València.
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