Carla Suárez, adiós con honores

Carla Suárez selló este lunes su andadura en el circuito profesional tras caer frente a la estadounidense Danielle Collins por 6-2 y 6-4, en 68 minutos. La canaria, de 32 años, puso así el lazo a una magnífica carrera que en agosto del año pasado, cuando ya había anunciado su intención de retirarse, recibió el impacto del linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer al que venció para retornar y sellar su trazado. Lo hace tras 18 temporadas en la élite.

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“Esta última temporada ha sido un regalo”, apuntó Suárez en la conferencia de prensa. “He disfrutado de cada día y cada torneo, y he hecho todo lo que quería y de la manera que deseaba. Ahora solo quiero relajarme, ir a casa para estar con mi familia y mis amigos”, prolongó la española, que accedió al profesionalismo en 2003 y logró su primer triunfo en la máxima categoría femenina (WTA) en 2008; admirada y reconocida por su exquisito revés y su ejemplar comportamiento.

“Será recordada como una jugadora leal y muy talentosa, con el mejor revés a una mano de la historia. Pero lo más importante es que nos ha demostrado a todos que ha ganado una batalla de vida, y eso a mí me hizo cambiar el chip. Yo me enfadaba por perder un partido y ella…”, le dedicó su amiga Garbiñe Muguruza, junto a la que celebró tres títulos en la modalidad de dobles: Stanford en 2015, y Birmingham y Tokio en 2015.

En el plano individual, la recompensa (Oeiras 2014 y Doha 2016) no va en consonancia con la talla de una tenista que llegó a ser la seis del mundo (2016), que ha participado en cuatro Juegos Olímpicos y que se hizo fuerte y regular en las cotas altas del circuito. Eso sí, le queda a Suárez la espina de no haber logrado franquear la barrera de los cuartos de final en los Grand Slams; siete veces se topó con el freno de la antepenúltima ronda.

Garbiñe, de menos a más

En todo caso, la canaria cierra el círculo –aunque no descarta un último desfile con España en la Billie Jean King Cup, en las finales de noviembre– tal y como lo había planteado en su hoja de ruta: compitiendo en los grandes. Primero fue París, en un adiós agridulce porque lo hizo en un ambiente gélido y sin público en las gradas; después fue Wimbledon, donde el público de La Catedral le brindó una sentida ovación; y ahora es la Pista 5 de Nueva York, marco del último brindis.

Antes de que Suárez se despidiera, Muguruza se deshizo en la jornada inaugural de la croata Donna Vekic, a la que se impuso por 7-6(4) y 7-6(5), en 2h 18m. Después de un arranque dubitativo, al encajar un break, la española se repuso y fue adueñándose poco a poco del duelo, aunque en el segundo parcial tuvo que enmendarse tras haber partido con un 3-0 a su favor. No falló la 10ª del mundo (27 años) y en la siguiente escala se medirá con la alemana Andrea Petkovic.

La huella de un debutante

También irrumpió en la segunda estación del torneo Carlos Alcaraz. El murciano, de 18 años, lo hizo además a lo grande. En su primer curso a pleno rendimiento en el circuito de la ATP sigue dejando huellas, y después de haber sumado sus primeras victorias en Australia, Roland Garros y Wimbledon, esta madrugada también dejó un excelente poso en su debut neoyorquino. Con el doble de ganadores (38-13) y la mitad de errores (13-26), el español redujo al británico Cameron Norrie, 29º en el ranking mundial. Se ganó, por tanto, el derecho a cruzarse con el francés Arthur Rinderknech.

Mientras, el valenciano Bernabé Zapata apeó al veterano Feliciano López por 5-7, 7-6(6), 4-6, 6-3 y 6-3; no obstante, el toledano se marchó habiendo encadenado ya 78 participaciones en los grandes escenarios. En paralelo, Pedro Martínez logró sortear a James Duckworth (4-6, 4-6, 7-6(7), 6-2 y 6-2), Pablo Andújar a Mikhail Kukushkin (3-6, 4-6, 6-4, 6-4 y 6-2) y Rebeka Masarova a Ana Bogdan (6-7(9), 7-6(2) y 7-6 (9), mientras que Alejandro Davidovich cayó ante Marco Trungelliti (5-7, 6-3, 7-5, 6-7(3) y 6-4) y Carlos Taberner contra Botic van de Zandschulp (2-6, 3-6, 6-4, 7-5 y 6-3).

Al cierre del día, Roberto Bautista despachó al australiano Nick Kyrgios (6-3, 6-4 y 6-0) y la japonesa Naomi Osaka, bicampeona en Nueva York y defensora del título, batió a a la checa Marie Bouzkova por 6-4 y 6-1.

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