Melancolía en el Joan Gamper
“Gracias Leo por llevar al Barça a lo más alto”, resolvió el capitán Busquets antes de ganar a la Juve (3-0). “La gestión de los últimos años no ha sido la mejor”, señaló Piqué
Fue un Gamper triste, desolador. “¡Messi, Messi, Messi!”, entonó la escasa afición permitida en el Estadi Johan Cruyff -unas 1.700 personas, por eso no se celebró el partido en el Camp Nou- cuando el técnico Ronald Koeman lo citó, micro en mano, e hizo una pausa tan dramática como necesaria. “A pesar de la despedida de Messi… Estamos muy ilusionados con esta plantilla, con los fichajes y con los jóvenes que son el futuro de este gran club”, resolvió el técnico azulgrana. Pero el hincha que se dio cita en el estadio comprendió que ya no se oirá su nombre desde la megafonía, que solo el eco podrá susurrar a Leo Messi, ese niño que en el Gamper de 2005 llevó de cabeza a la Juventus al punto de que su técnico, Fabio Capello, le tildó de pequeño diablo. Pero La Pulga fue, es y será mucho más en el mundo planetario del balón, multiplicado por tropecientos para los azulgrana. Y en el Gamper de este domingo, por primera vez, también ante la Juve, Messi ya no estaba. Ni se le esperaba.
Después de desfilar los futbolistas y de escuchar al público ajusticiador -se abucheó a Umtiti al tiempo que se vitoreó a Piqué y se aplaudió con ganas a Riqui Puig, Ansu y Griezmann-, Busquets pidió la vez, ahora con el brazalete tras el vacío del 10. “Es un orgullo ser el primer capitán. He tenido grandes ejemplos como Puyi, Xavi, Andrés y Leo…”, arrancó a la vez que la hinchada volvía a darle cariño al argentino; “y quiero dar las gracias a Leo por llevar al Barça a lo más alto, siendo el mejor jugador del mundo, ganando todos los trofeos individuales y colectivos. Te deseamos lo mejor”. Y tras el aplauso, se hizo el fundido en negro.
Piqué, otro de los capitanes, dio su opinión tras disputar el encuentro. “Era un día especial y extraño sin Leo. Sin él perdemos al mejor jugador de la historia. Quizá no seremos tan talentosos, pero estamos obligados a competir e intentar ganar. Jugadores tendrán que dar un paso adelante”, señaló el central; “pero es muy doloroso perder al mejor jugador del mundo. La gestión de los últimos años no ha sido la mejor y puede ser que nos esté penalizando”. Koeman, que ya tuvo que hacer del portavoz del club cuando el expresidente Josep Maria Bartomeu dimitió tras el Barçagate [crear estados de opinión y corrientes críticas a través de las redes sociales y perfiles falsos] y dejar al club en los huesos, quiso animar el cotarro. “Estamos muy contentos de teneros en este campo. Ojalá dentro de poco sea en el campo grande. Ha sido durísimo jugar sin público”, expuso para alentar a la grada; “y estamos convencidos de que os daremos muchas alegrías en esta temporada”. Eso intentó demostrar el equipo durante el partido ante la Juventus como hiciera unas horas antes el equipo femenino, que venció 6 a 0.
El choque, de buenas a primeras, ya resultó descafeinado porque Koeman volvió al 4-2-3-1 que tanto chirrió el curso anterior para los cruyffistas empedernidos, también porque no se vio el histórico duelo entre Messi y Cristiano Ronaldo. Pero Memphis, que actuó de extremo y no por dentro, quiso explicar lo contrario nada más levantarse el telón, remate y gol, papel de líder sin comerlo ni beberlo ahora que Messi ha tomado las de Villadiego. El mismo paso hacia delante deberán dar otros jugadores como De Jong y sobre todo Griezmann, que así ejerció en una falta frontal donde se produjo una maraña de azulgranas y que resolvió cogiendo el balón y chutándola. Le faltó poco para la diana. Como a Dest en un remate con la zurda. A Yusuf Demir -mediapunta austríaco de 18 años con una zurda de seda, también revelación de la pretemporada-, sin embargo, le sobró el pitido del árbitro porque le anuló un gol por fuera de juego previo de Griezmann. Lo mismo le ocurrió al francés por otro fuera de juego -que no era- de Braithwaite. Fútbol al abordaje que sometió a la Juve y que explicó que con Messi también se puede jugar y ganar, aunque nunca de igual manera ni con la ventaja de empezar el partido ganando solo por tener al 10 en tus filas.
Replicó Ronaldo con tres disparos que no pasaron de las manos de Neto, también De Sciglio y Morata sin éxito para explicar que este Barça, como casi siempre, ataca mejor que defiende, por más que Araujo se haga grande a cada partido. Conclusión que remarcó Braithwaite al rematar un saque de esquina lanzado por Memphis para poner el 2 a 0. Después se dio la rueda de cambios y el duelo perdió ritmo, por más que Memphis tuviera otra ocasión clara y Riqui Puig se inventara un gol al recibir en el área, girar y chutar con la izquierda a la red. Así, a pesar del triunfo, faltó Messi. También su gran amigo Kun Agüero, que firmó para jugar con Leo y que según el parte médico ahora está lesionado del gemelo y no pudo ni acercarse a saludar a su nueva afición. Pero no fue un Gamper de reproches sino de incertezas con la única realidad de que el 10 ya no volverá. “Siempre te estaremos muy agradecidos”, zanjó Busquets. Y el público volvió a corear a Leo.
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