Todos los adioses del Alfredo di Stéfano
Sergio Ramos vuelve a la lista de Zidane, que no aclara su futuro con la Liga aún en juego, mientras Hazard se queda fuera por otro problema muscular
El Real Madrid todavía tiene al alcance el título de LaLiga, es cierto, pero en Valdebebas, más que la celebración, que depende de un tropiezo del Atlético en Valladolid, parece estar preparándose una salva de despedidas. Para empezar, la del propio Alfredo di Stéfano como estadio del primer equipo. Desde que volvió el fútbol al final del confinamiento, el club ha repetido que el equipo regresaría al Santiago Bernabéu cuando el público fuera readmitido en los estadios. Vistos los progresos de la vacunación y su efecto en la evolución de la pandemia, además de las primeras aperturas parciales ya en el final de esta temporada, la próxima apunta a empezar ya con espectadores en las gradas de todos los campos.
Aunque al Di Stéfano podría quedarle todavía una última tarde con Zidane y sus muchachos. Si la carambola sucede y el Madrid gana el título, tendrían que regresar todos este domingo a Valdebebas para la entrega del trofeo. Al llegar a la presidencia de la federación, Luis Rubiales se propuso dar la copa en el momento que hubiera campeón. Incluso apuntó que la joyería Alegre fabricaría varias réplicas si se llegaba a un final incierto en el que, como esta vez, el ganador se dirimiera al mismo tiempo en varios estadios. Este sábado no será así. La copa, única, depositada en Las Rozas, irá este domingo al Wanda Metropolitano o al Di Stéfano, donde se entregó el curso pasado, también después de un partido contra el Villarreal.
En otro partido contra el Villarreal, este en el Bernabéu, el 17 de mayo de 2006 —por poco no son 15 años justos—, dejó Zinedine Zidane el Madrid como futbolista, sin llegar a consumir el contrato que tenía firmado. Después del encuentro de este sábado (18.00, Movistar LaLiga), podría sumar su tercer contrato inconcluso con el club. Lleva semanas evitando decir en público si quiere quedarse o prefiere irse, incluso si ha tomado ya una decisión. Sin embargo, ha ido sembrando esas comparecencias públicas elusivas de frases con aroma a tarjeta de despedida: “Yo quiero muchísimo a mis jugadores. Ellos en el campo me han salvado, en el sentido de que lo han dado todo siempre, en todos los partidos. Por eso siempre estaré muy agradecido a estos jugadores”, subrayó este viernes. Más allá del duelo contra el Villarreal, poco: “La única cosa después del partido de mañana [por este sábado] para todos es descansar un poquito. Pero eso es lo normal. Y disfrutar pase lo que pase”, dijo.
Sergio Ramos, a 39 días de que expire su vinculación con el club, tiene aún otras misiones por delante. Después de haber podido participar solo en cinco partidos con el Madrid en 2021, al capitán todavía le queda por delante la Eurocopa, para la que Luis Enrique dará su primera lista de convocados el lunes. “Yo siempre me llevaría a Sergio. Siempre. Pase lo que pase”, afirmó este viernes Zidane, y lo incluyó en su lista para este sábado contra el Villarreal, la primera vez desde la semifinal de Champions contra el Chelsea en Londres.
Se trata de la última oportunidad de jugar de Ramos antes de sumergirse en las incógnitas de su contrato, la selección e incluso su incierto deseo de participar en los también inciertos Juegos Olímpicos de Tokio.
Quien no asomará por la hierba del Di Stéfano este sábado es Eden Hazard, el fichaje más caro de la historia del Real Madrid, que cerró este viernes su temporada en el mismo lugar donde la abrió: el gimnasio. Según fuentes del club sufría una sobrecarga en el muslo derecho, aunque las pruebas médicas no encontraron lesión. Se trata, en cualquier caso, de su sexto percance muscular del curso, lo que sumado al coronavirus que padeció, deja su participación en 896 minutos de 21 partidos. En la temporada anterior, su primera en el club, apareció en 22 partidos, en los que sumó 1.545 minutos.
Puede ser la última tarde de Zidane, de Ramos, de Lucas Vázquez desde la grada de lesionados, e incluso del estadio. Pero no solo de ellos. Desde que el Madrid cayó ante el Alcoyano, de Segunda B, en la primera ronda de Copa, desde el alto mando del club se transmite que se encuentran ante un “fin de ciclo”, en el que imaginan muchas ventas, compras sonadas y un Bernabéu en el que ya se intuye lo que será. Y quizá una Liga más.
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