Valladolid se blinda ante el viaje de la afición rojiblanca
El partido con el Atlético ha sido declarado de alto riesgo
La avalancha de seguidores del Atlético de Madrid para celebrar un posible título de LaLiga ha generado un refuerzo de los dispositivos de seguridad en Valladolid. No hay cifras exactas sobre el número de aficionados rojiblancos que este sábado harán acto de presencia en la capital pucelana. Las estimaciones que se hacen desde las instituciones y desde el Atlético apuntan a entre 2.000 y 3.000 hinchas colchoneros. Pese a la ausencia de público en las gradas, el Ministerio de Interior ha declarado el partido de alto riesgo, a instancias de la previsión de ese desplazamiento masivo por parte de la afición colchonera. Habrá un importante operativo policial en la ciudad, a fin de evitar masificaciones y altercados entre ambas aficiones por la tensión de lo que hay en juego: para el Atlético de Simeone, el título liguero, y para el Valladolid de Sergio González, la salvación.
Los aficionados rojiblancos se han citado haciendo uso de las redes sociales en la plaza Mayor de Valladolid a partir de las doce y media de la mañana de este sábado. “Ninguno de los desplazamientos ha sido organizado por el Atlético”, recalcan desde el club rojiblanco. “No podemos decir cuántos de nuestros aficionados se desplazarán, porque no organizamos nada y también llegarán otros a Valladolid desde diferentes puntos de España”, explican desde el club madrileño.
El subdelegado del Gobierno en la ciudad, Emilio Álvarez, ha precisado que, además de los agentes de Policía Local y Nacional y miembros de Protección Civil, se desplegarán la Unidad de Intervención Policial y la Unidad de Prevención y Reacción. Álvarez también ha admitido que no existe un control exacto de cuántos aficionados podrían desplazarse a Valladolid y ha indicado que un tren transportará a unos 350 hinchas rojiblancos, además de entre tres y seis autobuses más los aficionados que viajen por su cuenta. Los recursos de seguridad, ha considerado Álvarez, son “suficientes para cualquier incidencia que pudiera ocurrir”. El despliegue está sujeto a ampliaciones si fuese necesario conforme a la información que los clubes puedan proporcionar a lo largo del día y a lo que las autoridades detectan en las redes sociales u otros canales de comunicación.
El Valladolid ha contribuido con vallas para que la Policía pueda controlar la asistencia de aficionados de ambos conjuntos. A la catalogación del partido como de alto riesgo, se suman las dificultades sanitarias propias de la pandemia, algo que también se tiene en cuenta para cumplir la normativa y evitar la propagación del coronavirus. Una de las preocupaciones de las autoridades pucelanas es ese llamamiento de la afición rojiblanca a abarrotar la plaza Mayor vallisoletana, ante lo cual el alcalde, Óscar Puente, ha emplazado a la “cordura y la mesura” para evitar problemas. Puente ha defendido a su ciudad como un lugar “hospitalario”, que recibe al visitante “con los brazos abiertos” y ha reivindicado que las fuerzas de orden público velarán por el cumplimiento de las exigencias sanitarias.
La jornada será larga para las fuerzas de seguridad encargadas de velar por el orden. Preocupa tanto el antes, como el durante y el después del encuentro. Sea cuál sea el resultado final habrá perdido o ganado la Liga y otro que se habrá mantenido o descendido.
Por otra parte, en el caso de que el Atlético se proclame campeón, desde el club rojiblanco anunciaron que la plantilla no acudirá a su llegada a Madrid a Neptuno que, como Cibeles, estará vigilada por agentes municipales y cortado su acceso.
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