Pedri se va con la lengua fuera
Agotado y con la Eurocopa próxima, el Barcelona le da al medio vacaciones anticipadas
Aunque tenía problemas estomacales y malestar general, Koeman le pidió que jugara, pues le necesitaba para no tirar la Liga antes de tiempo por más que el equipo ya se diera por vencido tras caer ante el Granada unas jornadas antes. Pasadas las horas, Pedro González, Pedri (Tegueste, Tenerife; 18 años), se calzó las botas y figuró en el once frente a un Celta que acabó por vencer el duelo y descabalgar al Barça de la Liga cuando todavía le resta un encuentro por disputar ante el Eibar. Pero este envite, por primera vez en la temporada, ya no será para Pedri, que ha acabado con la lengua fuera, agotado. “Tiene vacaciones hasta la pretemporada”, confirma un empleado del club. “Estaba muy cansado y le llega la Eurocopa”, agregan desde el área deportiva. Un descanso necesitado y merecido, aunque retrasará unos días la vuelta a la isla porque quiere sacarse el carné de conducir.
Koeman se sorprendió al inicio de este curso por las sucesivas ofertas que llegaron por Pedri —Mönchengladbach, PSV y sobre todo el Bayern de Múnich—, todavía sin conocer demasiado a ese imberbe desgarbado que cuando se calzaba las botas componía fútbol como pocos. “En los primeros días, nos dimos cuenta de que era distinto, que tenía el nivel para estar aquí y sobre todo futuro”, explica un veterano del vestuario culer. “Nada más verle, el míster nos dijo que lo quería”, constatan desde el área deportiva, entusiasmados porque no notó el cambio de Segunda a Primera, todavía sin cumplir la mayoría de edad. “Es que por raro que parezca, por su físico, tampoco ha ido nunca sobrado de crío y siempre ha tenido que pelearlo todo. Aunque siempre se salía con la suya”, apunta Tonono, director deportivo del Las Palmas, que le ha seguido desde que era un retaco hasta tenerlo en el juvenil canario.
Resulta que en su estreno en la élite en un transatlántico como el Barça, Pedri ha sido el séptimo que más minutos ha disfrutado (3.526), solo por detrás de De Jong (4.418), Messi (4.192), Alba (4.152), Ter Stegen (3.900), Griezmann (3.813) y Lenglet (3.698). Pero también ha sido el que ha participado en más encuentros (52 de 53, por delante de De Jong y Griezmann, que están en 50), con la única tacha de quedarse en el banquillo en la visita al Ferencvaros húngaro. “De niño jugaba el partido y se iba al patio a jugar más. Parece débil pero tiene una resistencia fuera de lo normal”, explica Tonono. Aunque Pedri solo ha acabado siete partidos, también porque Koeman sabía que no le dirigiría una mueca de disgusto. “Sin él yo no estaría aquí”, reconocía Pedri, que tiene su precedente en Piqué, porque en su primera temporada con el Barça, a las órdenes de Guardiola, se convirtió en el quinto jugador más utilizado tras Alves, Valdés, Xavi y Eto’o.
“Es joven y se recupera muy bien por el físico que tiene”, admiten desde los despachos de la ciudad deportiva. Y ponen como ejemplo los dos duelos seguidos ante el Sevilla (Liga y Copa). En el primero, pidió el cambio. “Lesión muscular en la parte baja de la pierna izquierda”, reflejó el parte médico. Asustado —ejemplo de lo novedoso que es todo para él—, Pedri bajó del autocar en muletas. Pero seis días más tarde, disputó 89 minutos para ayudar al equipo a conquistar el único laurel del año.
11,8 kilómetros por partido
Amigo de Trincão en el Barça y de Moncayola en la selección sub 21, todos explican que es tranquilo y poco amante de la fiesta, ocupado con el balón y la familia. Vive con su hermano, que hace las veces de cocinero. Aunque también le preocupa su falta de puntería, quizá lo único que se le puede retraer, toda vez que en la Liga solo ha marcado tres goles —cuatro en total— de 25 remates, lo que sale a un 12% de efectividad, lejos del 15,3% de Messi, con 30 goles en 196 chutes, y el 17,1% de Griezmann con 12 en 70. Pero de interior se encuentra cómodo, generoso porque ha completado 11,8 kilómetros por duelo, solo superado en la Liga por Rico (Huesca; 12,3), Koke (Atlético; 12,2) y Moi Gómez (Villarreal; 11,9). Y, aunque es netamente ofensivo, sobresale en las recuperaciones, con 133 en el curso, el sexto que más en el Barça en una estadística que lidera De Jong (198).
En enero, Koeman le regaló los oídos. “Con De Jong más adelantado y con Busquets de cierre, además de cómo está Pedri... Sí, hemos encontrado nuestro centro del campo”, resolvió el holandés. Messi, siempre lacónico, lo resumió en cuatro palabras: “Juega bien este pibe”. Un chico que costó cinco millones y que como máximo alcanzará la cifra de 18 cuando dispute 100 encuentros con el primer equipo porque ya ha cumplido con las otras dos premisas contractuales: ganar títulos e ir a la selección. Un niño, también, que hará pellas consentidas la última semana porque ha sacado matrícula de honor y porque Luis Enrique le aguarda para la Eurocopa.
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