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Pedri El Conquistador

El mediapunta canario, de 17 años, sorprende por su personalidad y su entendimiento del juego

Jordi Quixano
Pedri, durante el último encuentro ante el Getafe.
Pedri, durante el último encuentro ante el Getafe.Rodrigo Jiménez (EFE)

Hace dos veranos, hubo cierto revuelo en las oficinas de la ciudad deportiva del Barcelona y también voces críticas desde la cúpula, reacios a pagar cinco millones de euros —que con bonus por jugar en el primer equipo, minutos y éxitos pueden alcanzar los 25 millones— por un chaval que tenía 16 años y había sido rechazado por el Madrid apenas un año antes. “¿Estamos locos?”, se cuestionaba entre siseos algún empleado que ya no está en el club. Pero la respuesta del director deportivo Ramon Planes —entonces adjunto a la secretaría técnica de Éric Abidal— y de José Mari Bakero —responsable del filial y ahora encargado de hacer el seguimiento de todos los cedidos por el club— fue tajante. Había que fichar a Pedri González (Tegueste, Tenerife; 17 años).

Más que nada porque le fueron a ver jugar varias veces con Las Palmas y tenían claro que era un chollo en ese momento porque su valor se multiplicaría de inmediato al pasar al fútbol profesional. Su testarudez, sin embargo, acabó por convencer a los dirigentes azulgrana en la última semana del mercado y Pedri fue firmado por el Barça, que decidió cederlo dos cursos al equipo canario o por uno solo en el caso de que le hicieran ficha del primer equipo o lo cedieran al extranjero. Un año después, ya nadie tiene dudas sobre Pedri y este martes podría estrenarse en la Champions ante el Ferencvaros tras ser titular el pasado sábado contra el Getafe.

La eclosión de Pedri en Segunda División fue inmediata, goleador más joven en la historia del Las Palmas —lo hizo con 16 años, nueve meses y 25 días para superar a Orlando Suárez (17-3-3)— y futbolista más utilizado por el técnico Pepe Mel. “Le había visto en el fútbol base y hacía muchas cosas bien”, relata Mel; “la duda estaba en si era capaz de hacerlo contra gente profesional. Pero desde la pretemporada entendimos que sí, que a pesar de que para él era un juego por su edad, no notaba el salto en absoluto”. Un curso que no pasó desapercibido para los ojeadores internacionales, conocedores de los subterfugios del contrato con el Barça. Tanto es así que durante este verano han llegado ofertas por el mediapunta, del Borussia Mönchengladbach y el PSV, pero sobre todo del Bayern de Múnich, que insistió con una persistencia sorprendente porque unas pocas semanas antes le habían hecho ocho goles al Barça en la Champions. La respuesta del club azulgrana, después de que el técnico Ronald Koeman señalara que lo quería en su equipo sí o sí, fue invariable: “Pedri se queda con nosotros”.

Felicidad para el talentoso futbolista, que tenía a Laudrup (por YouTube) y a Iniesta como sus referentes, que comía en casa con unos platos del Barça y cuyo abuelo fundó la Peña Barcelonista Tenerife-Tegueste que actualmente preside su padre, Fernando, también regente de un bar en la isla junto a su mujer, María Rosario. Su hermano mayor, Fernando, se ha instalado con él en la casa de Barcelona, gran ayuda porque es estudiante de cocina y el mejor de los compañeros menos cuando se retan —por sus tremendos enfados— al videojuego FIFA o al Teqball, una especie de mesa de ping-pong arqueada en la que se juega con la cabeza y piernas.

Callado, maduro, ‘crack’

Por ahora todo va sobre ruedas para Pedri, que participó desde el banquillo en los tres primeros encuentros de Liga y fue titular en el último frente al Getafe, quizá el mejor azulgrana sobre el tapete. “Es que interpreta el juego como pocos, es muy maduro”, le elogian en las oficinas del Camp Nou. “Es callado, reservado, pero en el campo sabe siempre lo que tiene que hacer. La verdad es que para su edad, es sorprendente cómo entiende los conceptos”, amplían en el vestuario azulgrana; “entre Ansu Fati y él, el Barça tiene futuro”. Lo mismo se piensa desde los despachos de la ciudad deportiva, donde le consideran un crack por cómo ve el futbol y cómo se desenvuelve, además de que no le pesa la responsabilidad.

“Nosotros le potenciamos su capacidad de asociación porque le dábamos libertad en ataque y en defensa lo dejábamos en la izquierda para que descansara”, cuenta Mel; “y, aunque tiene que formarse y mejorar, poco a poco va a ser, sin duda alguna, importante en el Barça”. Lo que está claro es que no se achica, como demostró ante el Getafe, cosido a patadas al punto de que Erik Cabaco, en un gesto poco deportivo, presumió en las redes sociales de una doble entrada violenta —pisotón y codazo— acompañado con el mensaje de “¡Por aquí, no!”. Pero para Pedri, conquistador de Koeman y del aficionado por su fútbol, hay pocas barreras.

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