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Frenkie busca a De Jong

El medio del Barça, ahora en su posición, sigue sin ser el jugador determinante que fue en el Ajax

Jordi Quixano
De Jong comete penalti sobre Djené en el duelo ante el Getafe.
De Jong comete penalti sobre Djené en el duelo ante el Getafe.Rodrigo Jiménez (EFE)

Por más que lo intenta, Frenkie de Jong, holandés de 23 años, no es el mismo que deslumbró en el Ajax, esforzado en defensa sin construir el juego que demanda su posición, ahora en el doble pivote con Busquets, tal y como suspiraba en el anterior curso. Un penalti suyo —el primero en su carrera—, tan infantil como expresivo porque llegó tarde y metió el pie cuando Djené se perfilaba hacia el lado opuesto de la portería de Neto, supuso el triunfo del Getafe (1-0) y el primer batacazo en la era Koeman. Desde la cúpula de club entienden que son lances del juego, que De Jong sigue un proceso de adaptación normal en un momento complicado para el Barça, pues no está en una ola ganadora sino en reconstrucción. Pero, de momento, Frenkie sigue buscando a De Jong y el equipo lo nota.

Forjado en la Ajax Academy, pronto llamó la atención del Barça al recalar en el primer equipo. Fue Pepe Serer, entonces ojeador azulgrana en los Países Bajos, quien le descubrió. “La mayoría de las veces que le vi, actuaba de segundo central junto a De Ligt y cuando cogía el balón superaba las líneas con la conducción. Jugaba como los ángeles y por eso fui pesado al pedirle a Robert Fernández [exdirector deportivo] que le fichara”, explica Serer. “Después pasó al centro del campo junto a Schone. Cantaba que tenía un futuro tremendo; asumía la responsabilidad y jugaba con descaro y alegría. Y eso en el Barça no ocurre porque es uno más y porque ahí está Messi, el mejor de la historia”.

No son buenos tiempos para el holandés, que costó 75 millones fijos más 11 en variables, que ha pasado de recibir elogios a absorber críticas. El primero fue Koeman, que le señaló tras el 1-1 ante el Sevilla. “Ha perdido demasiados balones, muchos más de lo habitual en él”, resolvió el técnico. “No estuve a un nivel top, hice un partido mediocre”, reconoció De Jong. “Tiene ese punto autocrítico que le hará ser mejor”, alaban desde el club; “porque es un jugador 10 que por ahora está en el 6-7. Es cuestión de tiempo”. En su país le apremian más. “Frenkie ni piensa en tirar a puerta. Es como si no le gustara”, deslizó el exjugador Van der Vaart. “Puede aprender y mejorar. Como en el pase más largo”, apostilla Ronald de Boer, hermano del seleccionador orange, Frank. Argumentos que en el curso anterior rebatía por jugar de volante y no de mediocentro.

“Prefiero jugar en un doble pivote. En un sistema con uno solo, tienes menos libertad para moverte e ir a buscar el balón”, señalaba a EL PAÍS. Koeman, que ya le dirigió en la selección, sí que le ha situado al lado de Busquets, que parecía en entredicho en favor de Pjanic y ahora es De Jong el que no está tan atornillado en el once, por más que desde que llegara al equipo solo ha sido suplente en seis ocasiones, ninguna en este ejercicio. “Ronald cree en él, por lo que tiene todo para triunfar”, vaticina Serer. Aunque ve un concepto táctico en contra: “El problema es que el Ajax era mucho más flexible desde la pizarra que el Barça. Hacían cambios de posición continuos, chavales que se entendían porque jugaban a lo mismo”, apunta Serer.

Futbolista de carácter porque prefiere quedarse en casa que ir a fiestas, también porque según Catalunya Ràdio no ha firmado (además de Ter Stegen y Lenglet) la carta conjunta del vestuario azulgrana renegando de la baja salarial que quiere imponer la directiva a la plantilla como consecuencia de la pandemia de la covid-19, De Jong se busca en el tapete. Por ahora, está de camino.

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