Dos Williams no pueden con el Valladolid
Nico, hermano pequeño de Iñaki, debuta con el Athletic, que fue de más a menos (2-2)
Marcelino tiene una misión: regenerar al Athletic. Sergio, una muy diferente: salvar al Valladolid. En San Mamés se quedó a medias, con un empate que saca por ahora a su equipo de la zona de descenso de LaLiga, aunque con mucha tarea por delante. El empuje final le sirvió para rascar el punto que se lleva de Bilbao.
Si el Valladolid buscaba la redención en San Mamés no se le notó demasiado en la primera parte, en la que encajó un gol, estuvo a punto de recibir otro más y se estiró apenas en un par de ocasiones. En una de ellas consiguió marcar, pero Weissman estaba en fuera de juego. Frente a un Athletic en reconstrucción, en busca de la ambición perdida, con un equipo similar al que ganó al Atlético de Madrid, en el que sólo faltaron Capa –lesionado de gravedad–, y el sancionado Vencedor, los pucelanos completaron una primera mitad que rozó la infamia.
Agarró el Athletic la pelota desde el principio y no la soltó; llegaba con una comodidad insospechada a la zona caliente, sin presión alguna por parte del Valladolid. Con los jugadores de banda muy dinámicos, el equipo de Marcelino encajonó, casi sin pretenderlo, a su rival, y marcó pronto, a los 15 minutos, cuando Morcillo, que tiene un cañón en su pierna izquierda, recogió un rebote al borde del área y superó a Masip con un lanzamiento duro, pegado al poste.
El gol no espoleó al Valladolid, todo lo contrario. Le amedrentó más todavía. Apenas pasó de medio campo en los primeros treinta minutos, mientras el Athletic amagaba con el contragolpe en cada pérdida pucelana. A la media hora, otro obús de Morcillo pudo ser el segundo gol rojiblanco, pero reaccionó Masip para rechazar el disparo. Sólo cuando los bilbaínos se tomaron un respiro, cerca del descanso, se estiró un poco el equipo visitante, aunque sin ningún beneficio.
No tenía otro remedio el equipo vallisoletano que reaccionar en la segunda parte, y el partido se hizo más abierto, incluso entretenido a ratos. Esta vez sí, miró el equipo de Sergio la portería de Unai Simón. Lo intentó Óscar Plano enseguida, y recibió la respuesta del guardameta; después Marcos André disparó alto desde el borde del área. El Athletic respondió con una llegada de Villalibre y un doble remate de Iñigo Martínez. Al primero contestó Masip con una atajada excelente, el segundo se marchó desviado.
Luego debutó el hermano pequeño de Iñaki Williams, Nico, de 18 años, empató Orellana, el más bajito, de cabeza en un córner, salió Iñaki Williams para arropar al pequeño en el ataque y dio el pase del segundo gol a Raúl García después de una carrera formidable. Eran minutos trepidantes que culminaron con el segundo empate pucelano que materializó Weissman. El Valladolid aumentó la intensidad en los minutos finales, espoleado por el empate, y protestó una mano de Iñigo Martínez que ni el árbitro ni el VAR concedieron. Se llevó un punto de San Mamés que sólo se trabajó en una segunda mitad meritoria.
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