El Levante pincha el colchón del Atlético
Los goles de Morales y De Frutos propician la primera derrota de los rojiblancos en casa que puede estrechar la pelea por la Liga
En dos partidos, el Levante ha pinchado el amplio colchón del que disfrutaba el Atlético para enfilar el último tercio de la temporada como virtual campeón. Real Madrid y Barcelona están ante su gran oportunidad de que se pueda proclamar que la Liga se ha estrechado de veras.
Si el equipo de Paco López ya arrancó un empate en el Ciutat de València el miércoles, este sábado le propició a líder su primera derrota en casa del curso. Fue mejor en el primer tiempo y en el segundo resistió amparado en su portero. Cárdenas tomó con resolución y brillantez el relevo de Aitor Fernández, en la que fue la gran sorpresa en la alineación visitante. Sobre su figura, su equipo sobrevivió cuando se vio apurado en el segundo acto. En el primero, el Levante marcó el paso.
Camaleónico, esta vez con una defensa de tres centrales, el equipo de Paco López jugó suelto, sin acusar el intercambio de piezas respecto al encuentro del miércoles. Lució sin complejos para desplegarse en ataque y firme para ponerle los grilletes a ese equipo bonito que había diseñado Simeone. João Félix y Correa por detrás de Luis Suárez como tridente amenazador que no encontró juego que lo respaldara. Si amenazó rápido Morales cuando Rochina le habilitó con un pase de 40 metros que pilló a la defensa rojiblanca en campo contrario y al capitán del Levante corriendo hacia Oblak. Un toque de más en su camino hacia la portería le forzó el remate, que se le fue cruzado por un palmo.
A ese primer toque de atención no respondió el Atlético, embotado y de paso lento. Sin elaborar una circulación dañina con la que hacer daño. Tampoco encontraba profundidad. Ni con Marcos Llorente ni con Lodi, al que le cuesta encajar como carrilero. En el caso del madrileño, cada partido que ocupa el carril derecho muestra todo el volumen ofensivo que pierde su equipo. Un duro y centrado disparo de Luis Suárez repelido por Cárdenas fue apenas la única vez que el Atlético inquietó en el primer tiempo al meta granota.
Cómodo, con el líder bajo control, a la media hora el Levante haría justicia a su superioridad. Un mal despeje de Kondogbia en la frontal del área le cayó a Morales. El disparo de este superó a Oblak tras tocar en Giménez. El tanto supuso el cuarto partido consecutivo en el que el Atlético tiene que ir a remolque y el séptimo encajando al menos un gol. La fragilidad defensiva que vienen arrastrando los rojiblancos en las últimas jornadas se confirmó. Concede el líder errores a los que no acostumbraba y sin la pegada de Suárez que tanto le ha dado le cuesta imponerse en los partidos.
Necesitado de algo más, Simeone quiso agitar a sus jugadores con un cambio táctico tras el descanso que la lesión de Giménez le impidió prolongar. Había avanzado a Llorente y para mantenerlo tuvo que meter al canterano Ricard y a Lemar para recuperar la defensa de cuatro. El movimiento generó una estampida del Atlético sobre la portería de Cárdenas, que justificó la rotación de Paco López con Aitor Fernández. Primero tocó con la yema de los dedos un libre directo que terminó repeliendo el poste. Las andanadas continuaron con Llorente rompiendo por la derecha. João Félix no llegó por medio dedo a un centro raso y a otro que sí llegó se encontró con la bota de Cardenas. Un gol anulado a Correa por falta previa de Luis Suárez y un cabezazo de Llorente que se marchó alto culminaron esa traca infructuosa del líder.
Temiendo el empate por acularse demasiado, Paco López metió piernas y verticalidad con De Frutos y Dani Gómez. Preparó el territorio para una contra que terminara por derrocar al Atlético. Antes, Cárdenas tuvo que responder a un disparo de João Félix y hacer una de las paradas de la jornada a una volea de Lemar, ya con el equipo de Simeone volcado en campo contrario con desesperación. Tanta que al último saque de esquina se incorporó a Oblak. La pérdida de la pelota en el rechace, dejó a De Frutos con mucho campo que recorrer, pero sin nadie que le obstaculizara para embocar el 0-2 con un golpeo certero pegado al costado derecho y al poco de pasar el centro del campo. La carrera desesperada de Oblak hacia su arco escenificó una derrota que aviva la Liga.
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