El Atlético más vulnerable

”¡La defensa es nuestra fuerza!”, jaleó recientemente Diego Pablo Simeone a sus jugadores ante la racha de cinco partidos de LaLiga consecutivos encajando goles que el Levante, al que el Atlético de nuevo se enfrenta este sábado (16.15. Movistar LaLiga), elevó a seis el pasado miércoles en el Ciutát de Valencia (1-1). Esta es la peor marca de la era Simeone. Para cuando soltó la arenga, las cifras ya eran alarmantes para un entrenador que ha visto cómo en esa última media docena de encuentros Oblak ha recibido ocho tantos, dos más de los seis que registraba en contra en las 16 jornadas anteriores. Ni el preparador ni el portero esloveno están acostumbrados a tanto agujereo ni a esa frecuencia.

Si hay algo que tensa al técnico argentino es que sus futbolistas pierdan de vista que la identidad instaurada en su etapa nace de “la puerta a cero”. La proclama de la necesidad de defender bien fue un recordatorio ante esa mayor fragilidad en las inmediaciones de Oblak. El chivato de una defensa menos sólida del líder ya saltó en Cádiz pese a la victoria obtenida (2-4). No solo por los errores y la falta de contundencia que precedieron a los dos goles de Negredo. También por lo que apuró el equipo de Álvaro Cervera a los tres centrales rojiblancos (Savic, Giménez y Felipe) con meros centros laterales que los carrileros, Llorente y Saúl ese día, no llegaban a taponar. En el siguiente partido, en el Metropolitano, el Celta (2-2) también sacó rédito de manera significativa de la debilidad rojiblanca en los costados y en la zona central de la defensa. Santi Mina remató de cabeza en el área pequeña un centro desde la derecha que no encontró oposición. En el último minuto, Facundo Ferreyra empujó el empate a dos también bajo las barbas de Oblak. La jugada se filtró por el agujero que había entre Koke y Lodi en su defensa de las inmediaciones del área. El último gol recibido, ante el Levante, respondió a una mala anticipación de Giménez que supuso el tercer partido consecutivo en el que el Atlético se ponía por detrás en el marcador. Solo el Real Madrid, en la jornada 13, y el Valencia, en la 20, habían obligado a los rojiblancos a remontar.

El sistema de tres centrales y dos carrileros ha perdido eficacia en este último tramo del curso. Justo a las puertas del partido de ida de los octavos de final de la Champions con el Chelsea, que se disputará el próximo martes en Bucarest. Otro motivo más para enderezar una línea en la que Savic y Hermoso sobresalen, pero a la que Simeone no acaba de encontrar ni al mejor Giménez y menos al Felipe que se vio la temporada pasada. Tampoco encuentra el Cholo un recambio fijo a la baja por sanción de Trippier, a la que este viernes se sumó la de Carrasco, por las dolencias de un golpe que arrastra desde el partido contra el Granada, y la de Vrsaljko, por molestias musculares. Ni este último, ni Lodi parece que hasta ahora convenzan al técnico por cómo encajan defensivamente en la cobertura con tres centrales. El croata, quizás un poco más, pero al brasileño no termina de verlo Simeone. Ni con la citada baja de Carrasco y la de Saúl, por sanción, Lodi las tiene todas consigo para ser titular este sábado. Vitolo, que ya ocupó esa posición en Pamplona y en los últimos minutos del partido del pasado miércoles en Valencia, es ahora el que le discute la posición.

“La posición de Carrasco más Hermoso nos permite, por las cualidades de ambos, tener una mejor transición y una profundidad más alta con un central que puede ser lateral en salida y un jugador de banda que es extremo en ataque”, explicó este viernes Simeone sobre las suplencias del brasileño. Y añadió: “Lodi, como lateral en defensa de cuatro, lo hace muy bien. En el crecimiento del día a día y cuando le toque jugar más seguido, lo tendría que hacer mejor en el otro sistema porque tiene llegada, profundidad, desmarque, gran centro, tiro de media distancia, puede tener gol...”. El técnico argentino no duda de las cualidades ofensivas de Lodi, ni tampoco de las de Vrsaljko, pero sí de su contundencia defensiva, que es lo que más parece preocupar ahora a Simeone por lo que le grita a sus jugadores en los entrenamientos.