El Baskonia se pasea ante un Khimki en caída libre
El cuadro vitoriano abruma (67-89) en la Euroliga a un rival sumido en una crisis galopante, con 15 derrotas seguidas
El Baskonia ganó el partido más cómodo que ha afrontado esta temporada (67-89). El Khimki es la ganga de esta Euroliga. El equipo moscovita sumó su 15ª derrota seguida. No gana desde el 17 de noviembre, en la cancha del Zenit de San Petersburgo, una escuadra entonces muy marcada por los efectos de un brote de coronavirus. El Khimki solo lleva dos triunfos en 24 jornadas y es el último de la clasificación, muy por detrás del penúltimo, el Estrella Roja.
El Baskonia, 11º en la clasificación, estaba obligado a vencer en Moscú para mantener las posibilidades de clasificarse entre los ocho primeros que obtienen el pase a los cuartos de final.
La escuadra española marcó el paso desde el inicio y dominó con autoridad. Sus ventajas fueron creciendo a medida que avanzaba el partido: diez puntos de ventaja en el descanso (37-47), 15 en el tercer cuarto (60-75) y 24 ya en los últimos instantes (65-89).
La autoridad de Fall en el interior de la pintura, con 14 puntos y 9 rebotes, la efectividad del ataque baskonista y la previsibilidad del ataque del Khimki marcaron las pautas del juego. Muchos jugadores del Baskonia encontraron su momento y se fueron de Moscú con muy buenos números. Vildoza, Dragic y Giedraitis sumaron 13 puntos cada uno; Peters, 11. Ivanovic aprovechó para dosificar a Henry, que jugó 13 minutos, apenas lanzó y dio siete asistencias.
El Khimki es un equipo sumido en una dinámica tan negativa que se acerca al abandono. Ya cambió de entrenador —Andrey Maltsev relevó a Rimas Kurtinaitis el 15 de enero—, sin ningún resultado. Alexey Shved es uno de los pocos jugadores temibles y que obligan a las defensas rivales. El base-escolta ruso, jugador de Minnesota entre 2012 y 2015, suele asumir un papel muy individualista y así fue también ante el Baskonia. Sumó 16 puntos y 10 asistencias, falló siete de los nueve triples que lanzó.
El Baskonia capturó 48 rebotes, el doble que el Khimki. El dato refleja el cariz del partido. El equipo ruso trató de vivir del tiro exterior y al final acabó entonándose y sumó un 13 de 33 en los triples (39%), pero su juego interior fue nulo y menos efectivo que desde la máxima distancia, con un 31% en tiros de dos.
Khimki Moscú, 67; Baskonia, 89
Khimki Moscú: Shved (16), Zaytsev (8), Bertans (0), Monia (6), Mickey (13) –equipo inicial-; Timma (3), Karasev (6), Vialtsev (11), Ponkrashov (2) y Voronov (0).
TD Systems Baskonia: Henry (2), Sedekerskis (11), Giedraitis (13), Polonara (7), Fall (14) –equipo inicial-; Vildoza (13), Jekiri (2), Peters (11), Dragic (13), Raieste (2) y Kurucs (1).
Parciales: 14-24, 23-23, 20-24 y 10-18.
Árbitros: Hordov, Gkontas y Celik.
Arena Mytischi de Moscú. 461 espectadores. Partido de la 25ª jornada de la Euroliga
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