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Aronián brilla 70 días después de la muerte de su esposa

El armenio aventaja a Grischuk por 5-3, mientras Caruana domina a Leinier Domínguez (5,5-2,5)

Levón Aronián, durante la 1ª ronda de la Copa Sinquefield, el pasado agosto en San Luis (Misuri, EEUU)
Levón Aronián, durante la 1ª ronda de la Copa Sinquefield, el pasado agosto en San Luis (Misuri, EEUU)Grand Chess Tour/Lennart Ootes
Leontxo García

Levón Aronián, de 37 años, tiene la fuerza mental para jugar a un alto nivel 70 días después del fallecimiento de su esposa, Arianne Caoili, de 33, por un accidente de tráfico. El armenio supera al ruso Alexánder Grischuk por 5-3 a falta de seis partidas en cuartos de final del torneo rápido por internet Ajedrez-Termostato. En el otro duelo hubo un antes y un después del grave error del estadounidense Leinier Domínguez en la 3ª partida, que le llevó a perder también las dos siguientes ante su paisano Fabiano Caruana, quien domina por 5,5-2,5. Este lunes se completan los duelos Carlsen-Xiong (4,5-3,5) y Vachier-So (2,5-5,5).

“En realidad, he cometido muchos errores, quizá porque ahora mismo, aquí, en Armenia, son las 02.40 de la mañana”, explicó Aronián inmediatamente después de ganar la sexta partida (que, al igual que la quinta, vale dos puntos en lugar de uno) tras 133 vibrantes movimientos. Ciertamente, hubo errores de ambos en esa partida y en otras, pero es muy raro que no los haya a este ritmo (diez minutos iniciales más cinco segundos tras cada movimiento), y más aún cuando se enfrentan dos gladiadores que nunca buscan posiciones cómodas de poco riesgo.

Y, fallos aparte, Aronián exhibió un ajedrez de gran calidad frente al triple campeón del mundo de rápidas. Tanta, que además de las dos partidas que ganó logró ventajas decisivas en otras dos. Para empezar en la 1ª, hasta que, muy apurado de tiempo, cayó en las redes de Grischuk -el mejor del mundo cuando se trata de encontrar jugadas muy difíciles en segundos- y acabó perdiendo.

Pero, contrariamente a lo que le ocurrió a Domínguez poco después, el armenio no se hundió, y defendió muy bien una posición inferior en el 2º asalto antes de firmar una victoria muy brillante en el 3º y volver a defender con virtuosismo en el 4º para arrancar otro empate. Luego tuvo dos posiciones ganadoras en el 5º, pero no fue preciso y tuvo que aceptar el empate, para culminar su excelente actuación con la maratoniana victoria en el 6º.

Leinier Domínguez, durante el Campeonato de EEUU de 2019 en San Luis (Misuri, EEUU)
Leinier Domínguez, durante el Campeonato de EEUU de 2019 en San Luis (Misuri, EEUU)Saint Louis Chess Club/Justin Keller

Los numerosos admiradores de Leinier Domínguez se llevaron una gran alegría cuando su ídolo barrió del tablero a Caruana en el primer asalto, aprovechando con gran eficacia un error de su rival en la apertura. Y otra media hora después, cuando Caruana se disponía a torturar a Domínguez en un final de torre y alfil contra torre (sin peones); en teoría, es tablas, pero en partidas rápidas es muy frecuente que el bando defensor acabe perdiendo. Sin embargo, Caruana cometió un error grave que forzaba el empate inmediato.

Todo indicaba que Leinier estaba superando con brillantez el duro golpe psicológico que sufrió hace solo diez días ante el mismo adversario, quien le batió por 15-3 en un torneo del mismo formato entre los cuatro mejores estadounidenses. De hecho, el empate parecía cantado en la tercera partida cuando, de pronto, Domínguez cayó en una burda trampa táctica que le dejó perdido en el acto. Esos golpes son muy duros, incluso para los jugadores de élite: Leinier perdió también las dos partidas siguientes, jugando claramente por debajo de su nivel habitual. Por fortuna para él, logró empatar la sexta jugando bien, lo que muy probablemente lo reconfortó un poco.

“Me pongo más nervioso por internet. De algún modo tengo la sensación de que no controlo tanto como en las partidas presenciales. Ese error en la 3ª ha sido muy doloroso, y lo he pagado en las dos partidas siguientes”, reconoció después. Y se agarró a la parte positiva: “A raíz de la derrota en el duelo anterior con Fabiano, procuro ser más pragmático y jugar rápido aunque pierda calidad, pero esa adaptación no es fácil. En todo caso, estoy jugando mejor que en el duelo anterior, y espero hacerlo mejor el martes”.

Caruana fue muy sincero: “Mi error en la 2ª no fue porque se me resbalase el ratón, sino porque no vi lo mala que era esa jugada. En esas circunstancias, Leinier me hizo un gran regalo en la 3ª”.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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