Benzema se queda seco

La última vez que saltó al cielo elevando el brazo derecho fue el primer día del mes de febrero, y aquel gol sirvió para decidir el derbi ante el Atlético en el Santiago Bernabéu. Desde entonces, Karim Benzema (Lyon, 32 años) no ha vuelto a repetir esa escena —no al menos como protagonista central—, y ya son cinco los partidos que se han sucedido desde entonces, entre Copa (Real Sociedad), Liga (Osasuna, Celta y Levante), y Champions (Manchester City).

En su undécima temporada en el Real Madrid, el delantero francés acredita actualmente unas cifras goleadoras notables —lleva 18 goles en 34 partidos—, y todavía restan 13 jornadas para que concluya la Liga, y por lo menos un partido más en la travesía europea, con la vuelta de octavos de la Copa de Europa en el Etihad Stadium el próximo 17 de marzo.

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Esta sequía de febrero en la que se encuentra inmerso Benzema, sin embargo, no es más que la consecuencia inmediata de un descenso productivo que nace a mediados del mes de diciembre, exactamente el día 15. Después de rescatar un punto en Mestalla ante el Valencia con un gol en el minuto 95 (1-1), el francés solo ha anotado dos más desde entonces. Cuando salte al campo el domingo se habrán cumplido, por tanto, dos meses y 15 días en los que el nueve del Madrid solo ha olido puerta en esas dos ocasiones, un espacio temporal prolongado, que, sin embargo, no alcanza el peor de sus registros con la camiseta blanca. Ocurrió entre los meses de septiembre y noviembre de 2010, en su segunda temporada en Chamartín, en los que permaneció nueve partidos consecutivos entre todas las competiciones sin marcar. Una dinámica que se extendió mucho más en la Liga, en la que llegó hasta las 14 jornadas sin conseguir un gol.

La explosión goleadora que le aupó hasta las 30 dianas el curso pasado, su segunda mejor marca en el Madrid —el récord sigue en los 32 que logró en la 2011-2012—, curiosamente tras la salida de Cristiano Ronaldo, invitaban a pensar que esta sobreproducción goleadora, acompañada por la aportación de jugadores como Asensio, Bale, Hazard y Jovic, podrían resultar suficientes para replicar las cifras establecidas por el portugués, que nunca bajó de los 30 goles en sus nueve temporadas de blanco. Sin embargo, la lesión de larga duración del español que se produjo en la pretemporada, unida a las recurrentes ausencias del belga, no han sido suplidas por el galés (3 goles), ni por el serbio Jovic (2). Ramos y Rodrygo (7) son los siguientes máximos goleadores blancos.

Benzema, segundo máximo goleador en Liga por detrás de Leo Messi (18-13), ha necesitado de 91 remates para alcanzar esa cifra, lo que equivale a siete intentos por encuentro. El argentino, por su parte, con solo cinco intentos más ha conseguido esos cinco tantos que le distancian hoy del francés. Benzema, que suma nueve tantos en 33 encuentros ante los azulgrana, es el jugador blanco en activo con mejor bagaje goleador ante los culés (9).

Este adelgazamiento ofensivo del Madrid, segundo en Liga a dos puntos del Barcelona (55-53), ha provocado la segunda mayor diferencia goleadora entre los dos primeros clasificados en las cinco principales ligas europeas. Con 62 tantos a su favor los azulgrana, y 46 los blancos, esos 16 de distancia solo quedan por detrás de los 35 que existen entre el PSG y el Olympique de Marsella en Francia (71-36). Ni en Inglaterra, donde el City, segundo a 22 puntos de diferencia del Liverpool, supera a los reds en este apartado (68 a 64); Italia, donde ocurre lo mismo con la Juventus, líder, y el Lazio (10 tantos más para el conjunto romano); o Alemania, con el Bayern por delante en la Bundesliga y en la tabla anotadora respecto al Leipzig (65 a 61), existe una diferencia tan pronunciada como en España.

El único consuelo para el Madrid es que pocas veces una sequía le había dejado tan cerca de alcanzar a su principal rival.