España, de pleno a pleno en la ATP Cup

Levanta la cabeza el uruguayo Pablo Cuevas, y divisa un Everest. No es nunca plato de buen gusto un duelo con Rafael Nadal, el hombre que no levanta el pie del acelerador ni en los entrenamientos; tampoco, por supuesto, en Perth, donde el número uno firmó su segunda victoria individual y volvió a certificar otro triunfo de España, el segundo en los dos primeros compromisos de la fase de grupos. Los cuartos, pues, ya están a la vista. Primero hizo los deberes Roberto Bautista, que como ya hiciera en el estreno volvió a darse un paseo (6-1 y 6-2 a Franco Roncadelli, en 58 minutos) antes de que Nadal dejase su rúbrica (6-2 y 6-1, en 1h 13m) y de que Feliciano López y Pablo Carreño rematasen en el dobles (6-1, 3-6 y 10-3 a Ariel Behar y Juan Martín Fumeaux).

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Dice el número uno, con 100 puntos más en el bolsillo después de los dos primeros episodios en la ATP Cup, que su motivación nace de lo que le ofrece el propio tenis, de modo que él exprime su deporte, lo degusta día a día y partido a partido, sin excepción. No está en Perth para calentar motores ni lucir palmito, sino para ganar. Y, por eso, al bueno de Cuevas no le dejó el más mínimo resquicio para soñar. Sopapo a sopapo, tumbó al líder uruguayo, al que le robó un par de breaks en la primera manga y le apuntilló con otra exhibición de músculo en la segunda, cuando ya jugaba abatido.

Cerró el primer parcial Cuevas con una falta de pie al servicio, pero ni siquiera pidió la revisión. Venía contrariado el veterano, 34 años y 45 del mundo, ya de vuelta porque apura sus últimas gotas de tenis después de sortear una lesión de rodilla que, le decían, era definitiva; no es así, pero venía cabreado después de una reclamación al juez de silla que este no atendió, así que fue mosqueándose y entregándose. Enfrente estaba Nadal, a un tono sobresaliente cuando el año apenas ha empezado a caminar, nada que ver cuando en 2019 arrancó el curso a contrapié.

Lo de ahora es muy distinto. Está como un toro y arrastra la poderosa inercia del curso anterior, como si no hubiera habido pausa. Ofreció un nivel elevado, más fino que el día del estreno ante Nikoloz Basilashvili, y esta vez no hubo el más mínimo enredo. Bien de derecha, bien de revés, firme para liquidar. Funcionó todo, y España progresa de pleno en pleno hacia el choque con Japón, el miércoles (3.00, Tdp), con la primera plaza del Grupo B en juego y sin ceder un solo set. También convencen los nipones, que de momento no están echando en falta a su referente, Kei Nishikori, lesionado. Este lunes derrotaron a Georgia por 2-1, gracias a los triunfos de Go Soeda (4-6, 6-3 y 6-2 a Aleksandre Metreveli) y Yoshihito Nishioka (6- y 6-3 a Nikoloz Basilashvili), fallando luego en el dobles.

Quien no se permite un desliz es Bautista, que en un abrir y cerrar de ojos ya había solventado su segunda aparición. De paseo en paseo, el castellonense, nueve del mundo, volvió a tener enfrente un rival aún por hacerse, tierno, tierno en esta ocasión porque el uruguayo Franco Roncadelli tiene 19 añitos y ni siquiera figura en el ranking individual. Afrontaba el chico su partido más importante hasta ahora e hizo lo que pudo, o más bien lo que le dejó el español, que fue más bien poco. Es Bautista un tipo serio que no suele aflojar ni en el parchís, de modo que encendió el piloto y desarrolló su peloteo triturador.

Djokovic se desdobla, Sudáfrica y Austria se reponen

Si el día del estreno registró un resultado demoledor –doble 6-0 ante el georgiano Aleksandre Metreveli–, esta vez concedió tres de juegos en otra jornada de entrenamiento, ideal otra vez para ir ganando ritmo y adaptándose a la competición antes de que el terreno se incline de verdad y lleguen las primeras rampas del torneo. Japón, la tercera parada en la fase de grupo, exigirá un paso más. En todo caso, España no baja el pistón y Bautista acometió con la seriedad de rigor un choque en el que no tenía pistas de su adversario, un muchacho zurdo que dejó buenos detalles y se marchó con una sonrisa de oreja a oreja.

Por otra parte, Sudáfrica se rehízo en esta segunda jornada y compensó la derrota del primer día ante Serbia con un triunfo contra Chile (3-0) en el Grupo A. Mientras tanto, Novak Djokovic tuvo que desdoblarse con los balcánicos para desnivelar ante Francia (2-1); primero venció a Gael Monfils (6-3 y 6-2) y después compitió en el dobles con Viktor Troicki para tumbar a Nicolas Mahut y Edouard Roger-Vasselin. Además, Croacia se impuso a Polonia (2-1) en el duelo decisivo por parejas y encabeza el E, en el que Austria complicó a Argentina (3-0).