El Barça, un ciclón, tumba al PSG y se clasifica para la final

El Barça sobrevoló la semifinal de la Champions con la majestuosidad de los más grandes (37-32), ajeno al lujoso cartel del PSG y a las rarezas de la Final Four de Colonia, sin público, diferida desde mayo y a la búsqueda del campeón de la temporada anterior. El equipo azulgrana optará en la final a ese título que perseguía con firmeza entonces, líder de su grupo, y que ha conquistado nueve veces, de largo más que nadie, la última en 2015. Su rival en la final de este martes (20.30, Teledeporte y Esport 3) será el Kiel alemán, que superó al Veszprem de Hungría por 36-35 tras una prórroga. El Kiel cuenta con tres títulos en la Champions. Superó en la final de 2012 al Atlético de Madrid, en la de 2010 al Barça y en la de 2007 al Flensburg, también alemán.

Afianzado por la magnífica actuación de su portero danés Kevin Möller y la eficacia de su lateral derecho francés Dika Mem, el Barça acabó imponiendo su velocidad de crucero. Tardó en entrar en materia, ante un PSG rocoso, muy sólido y lanzado por el gigante letón Kristopans y el francés Remili, con muchas dianas desde nueve o diez metros. Le costó al Barça contener la primera oleada del equipo francés, dominador en los diez primeros minutos (5-8). Pero el islandés Aron Palmarsson, recuperado a última hora de una lesión, lideró la subida de intensidad defensiva de su equipo, junto al brasileño Thiagus. El partido se igualó.

La peculiaridad de esta Final Four diferida también se extendió al desarrollo de la semifinal. Möller, que ya anunció en agosto que cuando concluya esta temporada cerrará su etapa en el Barça para defender la portería del Flensburg alemán, tomó el centro del escenario. Su carrusel de paradas desesperó al ataque francés. El Barça, afianzado atrás, desencadenó entonces la característica velocidad, extrema a menudo, que ha adquirido esta temporada. El ritmo lo agitó Mem, a base de fintas y latigazos de piernas y de manos que derribaron el muro francés. Marcó ocho goles y dio un pequeño susto al sentir unas molestias preocupantes dado que la final se disputa este martes (20.30).

Raúl González, el entrenador español del PSG, pidió tiempo muerto, pero su equipo, cayó en barrena y llegó a pasar hasta siete minutos seguidos sin marcar. El Barça abrió brecha (16-11) y, a partir de ahí, dominó el partido con solvencia. El PSG, a la desesperada cambió su habitual defensa 6-0 a un 5-1 y en varias ocasiones prescindió de su portero para atacar con siete jugadores. El Barça neutralizó los intentos a la desesperada del cuadro francés, que en varias fases jugó a lo que no le va. Trató de aminorar su desventaja a base de un intercambio de golpes, con un juego de ida y vuelta sin pausa. Y en esa situación, el Barça se mueve a la perfección. Palmarsson, Janc, Cindric y Fábregas transformaron en goles las vertiginosas transiciones de su equipo.

La brillantez volvió a ser asunto de Möller, tan inspirado que llegó a anotar un gol tras haber detenido un tiro de Kristopans. Era algo más que un 23-17, era una declaración en toda regla de quién mandaba en el partido. El propio Möller volvió a ser artífice de una asistencia a Ariño que puso la mayor diferencia en el marcador (33-26).

Dos positivos en el PSG

La pandemia salpicó la Final Four hasta el último instante. Afectó al PSG, que perdió a dos jugadores en los dos últimos días. El central holandés Luc Steins dio positivo por coronavirus poco antes de viajar a Colonia, y el pivote danés Toft Hansen, lo hizo ya en la ciudad alemana. Los demás componentes del PSG dieron negativo en las pruebas a las que se sometieron este mismo lunes, horas antes del partido. Los organizadores de la Final Four tuvieron que maniobrar hasta que faltaba ya muy poco para el inicio del evento porque, superado el susto por los dos casos del PSG, también dio positivo uno de los árbitros que debían dirigir el partido. La pareja sueca tuvo que ser relevada por los croatas Gubica y Milosevic.

Barcelona, 37; PSG, 32

Barça: P. de Vargas (Möller, m.11 a 60) (1); A. Gómez (2p), Mem (8), Fábregas (5), T. Petrus (-), Palmarsson (6), Ariño (1) -siete inicial-, Cindric (4,1p), R. Entrerríos (-) Sorhaindo (1), N’ Guessan (4), Janc (5), Á. Pascual (-), Makuc () y Frade (-).

PSG: Gerard; Solé (3), Kristopans (4), L. Karabatic (2), Remilí (5), M. Hansen (7,5p), Nahi (9) -siete inicial- Kounkoud (-), Grebille (-), Syprzak (1), V. Morros (-), Prandi (1) y Genty (p.s.)-

Árbitros: Gubica y Milosevic. Exclusiones: Petrus, Frade, Entrerríos, L. Karabatic y Remilí.

Parciales: 3-4, 6-8, 8-9, 12-11, 15-11, 18-14 (descanso), 21-17, 24-20, 27-24, 31-25, 24-29 y 37-32.

Lanxess Arena de Colonia, sin público.

El Kiel sufrió para superar al Veszprem. El equipo alemán dominó durante la primera parte en la que llegó a obtener una ventaja de siete tantos (17-10). Pero la escuadra húngara que dirige el español David Davis remontó en la segunda mitad y, tras un parcial de 2-12, se puso por delante (24-28). Tras llegarse al final de los 60 minutos con empate a 29 goles, en la segunda parte de la prórroga decidió un gol del sueco Niklas Ekberg a 40 segundos para el final. El alemán Hendrik Pekeler, con ocho goles, Edberg, con siete, y el noruego Sander Sagosen, con cinco, fueron los máximos realizadores del Kiel. El equipo alemán no ha podido contar para la cita de Colonia con el checo Pavel Horak ni con el danés Magnus Landin porque dieron positivo en las pruebas de la covid-19.